Capitulo Diez.

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Terminó de hacer la compra con determinación y condujo hasta su cómodo apartamento. Dejó las bolsas en la cocina y estaba a punto de entrar en la ducha cuando vio el piloto encendido del contestador. Automáticamente, se dirigió hacia él para comprobar las llamadas.


—Hola, soy Madison. Sólo quería saber si lo de esta noche seguía en pie. Adiós.


Emma se tocó la frente. ¡Jace! Se había olvidado de él por completo. Era el hijo de su compañera y amiga, Madison, y le había prometido que lo llevaría a ver el partido esa noche. Había comprado las entradas hacía meses como regalo de cumpleaños. Como distracción, la llamada no podía haber llegado en mejor momento. Había planeado ir a visitar a Zayn esa noche, pero aquélla
era su oportunidad de empezar a hacer su vida normal. Aunque una parte de ella se rebelaba, la parte sensata ganó porque era por su propio bien. Decidida, se sentó en un sillón y tomó el teléfono.


La madre de Zayn se puso al teléfono en la sala de las enfermeras.


— ¿Em? ¿Te pasa algo?.

Estaba pasando, pero pronto dejaría de pasar, pensó resuelta.—Estoy bien,Trisha. Es sólo que he olvidado decirles una cosa. No podré ir a ver a Zayn esta noche. Había quedado para ir al partido
con un amigo. Es su cumpleaños y no puedo decirle que no.


No sabía por qué no le decía que su amigo era un niño, pero ya que no lo había hecho pensó que sería mejor dejarlo sin aclarar. Podría necesitar un novio imaginario en algún momento.


—Claro que no. Zayn lo sentirá mucho, pero estoy segura de que lo entenderá — respondió Trisha, aunque por su tono parecía decir que era ella quien no lo entendía.


—Dígale que lo veré mañana —añadió fríamente, antes de colgar el teléfono.

Suspirando, no hizo ningún movimiento para levantarse aunque tenía muchas cosas que hacer. Siempre había creído que el amor sería una experiencia maravillosa, pero había estado equivocada. Era muy dolorosa. Al final fue al partido, dispuesta a pasárselo bien. No tenía ningún
sentido ir con la cara larga. Y además, no quería estropearle la noche a Jace.


El béisbol le gustaba mucho y era estupendo ver un partido con alguien que estaba tan emocionado como ella. Había algo catártico en gritar y animar a coro con la multitud y los perritos calientes y los refrescos nunca le habían sabido mejor. Durante un par de horas se olvidó de los problemas y acabó tan feliz como su pequeño compañero cuando su equipo ganó el partido.


— ¡Já, qué bien! —dijo el niño mientras salían arropados por la multitud.


— ¿Lo has pasado bien, Jace?—preguntó sonriendo, aunque ya sabía la respuesta.

Él devolvió la sonrisa, mostrando el hueco que acababa de dejar uno de sus dientes de leche. —Ha sido el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho nunca. ¡Ya verás cuando se lo cuente a mamá!.


Por un segundo, se sintió pena por su amiga. A Madison no le gustaba béisbol, pero era una madre viuda, ya que su esposo había fallecido hace 2 años, y no quería que su hijo se perdiera nada, así que iba a todos los partidos de los niños y lo escuchaba hablar sobre ellos horas y horas.


— ¿Te apetece tomar un café? —Madi la invitó cuando llegaron a casa. Ella había pensado decir que no, pero cambió de opinión. Podía ser bueno para ella hablar con alguien.


— ¿Has hecho galletas? —preguntó siguiendola a la cocina.


—Ajá, huelo problemas —dijo su amiga con una sonrisa irónica que desapareció cuando vio que Emma no sonreía—. Un hombre, ¿verdad? —suspiró sirviendo café en dos tazas y dejando un plato de galletas sobre la mesa.


— ¿Por qué lo dices? —le preguntó.


—Porque sólo un hombre hace que una mujer tenga esa cara.


Colocando una taza humeante frente a Emma, se sentó en una silla frente a ella. —Tengo razón, ¿no?.


Emmapodría haber cambiado de tema, pero sabía que eso no engañaría a su amiga. —Sí.


— ¿Lo conozco?.


—No, no lo conoces— dijo mordiendo una galleta.


— ¿Es guapo?.


En su mente, vio la cara de Zayn y su corazón se encogió. —Es el hombre más guapo que he visto nunca.

Su amiga apoyó los codos en la mesa y apoyó la barbilla en la mano. — ¿Cuál es el problema, está casado?.


Con un profundo suspiro, la miró. —Es el prometido de Amber.

Madison se quedó atónita. — ¿El prometido de tu hermana?.

Sólo había visto a su gemela una vez, cuando había ido a la oficina a verla y no le había caído nada bien.Tras una breve vacilación, le explicó lo que había pasado y lo que había hecho. Decir que Sele estaba asombrada era decir bien poco.


— ¡Perdona que te diga esto, pero tu hermana es una puta! —exclamó levantándose.


—Estás perdonada.


— ¿Cuándo se lo vas a decir?.


—Pronto. Zayn se está recuperando.

Madi se mordió los labios. — ¿Tú crees que...?.


Se pasó la mano por el pelo y la miró sombríamente. Sabía exactamente lo que su amiga estaba pensando. —No.


—Pero Amber y tú son tan diferentes. Yo creo que... —se calló cuando Emma dejó la taza y se levantó.


—No puedes hacer que alguien te quiera cuando a quien quiere es a otra persona, Madison. Nadie me ha pedido que me enamore de él. Se me pasará.


—No lo sé. Nunca te había visto así. Me da mucha pena que lo estés pasando mal.


Emmamiró su reloj. —Será mejor que me vaya.


Se dirigieron juntas hacia la puerta y se dieron un abrazo.


—Ya sabes dónde estoy si necesitas hablar con alguien —dijo y miró tristemente a su amiga.

Emma se dirigía a casa cuando pasó por delante del hospital. Había decidido ignorarlo, pero cuanto más se alejaba, más fuerte era el deseo de volver. Sabía que no era sensato, pero había algo más fuerte que su sensatez. Luchó contra sí misma durante unos minutos, pero la decisión ya había sido tomada. Con una rápida mirada al retrovisor, dio un giro y se dirigió hacia el hospital.

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Uff son las 3:30 y yo actualizando!!! Voten y comenten que les pareció. Loviuuu <3

Thaaaaanks

Mrs. Styles!

Prohibited    - Malik -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora