Arreglo mi camisa mirándome al espejo, ha pasado un mes en el cual me siento peor cada día y detesto esa sensación creciendo dentro de mi ser.
Ya no soporto verlos besándose delante de mí.
Sé que no debe ser así, son esposos, un matrimonio, una pareja frente a los ojos de todos.
Pero él prometió que se iban a separar, aunque ahora lo dudo mucho.
Hoy Chris hará un anuncio de su embarazo porque sus familiares están en la ciudad. Desde que solté la noticia a Joel, ha tratado por todos los medios de ignorar ese tema.
Y me duele.
—¿Estás listo?
Volteo a verlo, se encuentra impecable con aquel traje negro. Hasta podría ser un modelo si lo quisiera.
Joel es un hombre muy guapo, siempre se lo recuerdo.
Desde hace dos semanas solamente viene y conversamos un poco o miramos alguna película, nos besamos y tocamos un poco, pero ya no se llega a concretar nada.
—¿Por qué no me dijiste que querías un hijo con él?
—¿Qué?
—Es que no lo entiendo, ¿en serio tuviste que embarazarnos al mismo tiempo? —pregunto.
—Al menos deberías estar feliz que nuestro hijo sí fue planeado —espeta molesto, saliendo del cuarto.
Qué carajos.
Voy detrás de él, reteniendo su brazo antes que se vaya.
—¿Por qué dices eso? Ningún bebé es un error. Además, tampoco planeamos este bebé —le recuerdo.
Desvía la mirada hacia la izquierda, está nervioso.
—No me quise expresar de esa manera.
—Pero lo hiciste.
Resopla frustrado, pasando ambas manos por su rostro luego de soltarse de mi agarre.
—Siempre me cuidé, las veces que tenía sexo con Chris usaba protección.
—Qué bonita tu protección, te dejó un regalo por ser consumidor en potencia —mascullo sarcástico.
Estoy molesto, no con ellos, sino conmigo.
—Nunca quise tener hijos con él, no estaba en nuestros planes.
—Pero...
—Solamente quería una familia contigo, pero me terminaste alejando de tu vida.
Bajo la mirada porque tiene razón.
—¿Entonces por qué te casaste con él?
—No lo sé —admite, puedo sentir su sinceridad.
Su teléfono comienza a sonar y camina lejos para contestar la llamada.
Me apoyo del respaldar de aquel sofá luego de sentir un leve mareo junto a náuseas, apenas desayuno cuando ya termino devolviendo todo.
Sin ponerme a pensar en otra cosa salgo corriendo en dirección al baño, levantando la tapa y expulsando el cupcake que comí hace minutos, fue un regalo de Joel y ahora está en el retrete.
Esto es algo que odio.
Mi garganta arde ante cada arcada, ni siquiera me percato de Joel hasta que se pone a mi costado y soba mi espalda con calma.
—¿Estás siguiendo la dieta?
Niego y a la vez asiento.
Con su ayuda me pongo de pie, presionando un botón para que se vaya todo. Llego hasta el lavabo y me dedico a cepillar los dientes.
Él no se va.
—¿Por qué?
—Hay coshas que do me gushtan —trato de hablar mientras tengo el cepillo en mi boca.
Escucho su risa. Y me produce millones de sensaciones diferentes.
—Debiste decirlo para que te haga otra.
—Sera para la próxima cita.
Escupo el agua, sonrío un poco a mi reflejo y puedo notar unas leves ojeras por estar despierto hasta altar horas de la madrugada hablando a mi pancita plana.
Luego de agarrar mi billetera, una casaca y mi celular, me dirijo a la sala que es donde está Joel.
—¿Te has preguntado alguna vez por qué eres tan hermoso?
Me sonrojo ante lo que dice.
Golpeo suave uno de sus hombros, pero sonrío.
—Me gustas, Erick —habla bajito, poniendo su dedo debajo de mi barbilla para que lo mire—. Te amo.
—También te amo, Joel.
Sentir sus labios sobre los míos, siempre será una mágica sensación.
•••
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PONGO ESO PORQUE ACTUALIZO DESDE LA LAPTOP, Y PUES, PORQUE ME GUSTA VER SUS COMENTARIOS :3
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