—Quédate quieto, amor —pide Joel.
Vuelvo a girar, rodando con cuidado por la cama debido a que no encuentro una postura adecuada para estar tranquilo.
—Pareces un perezoso, idéntico al de esa película que me hiciste ver hace días.
—Cállate —susurro, trepando sobre su cuerpo desnudo.
Reparto muchos besos por toda su cara, oyendo su risa.
Hace unas horas llegué a su casa, apenas puse un pie adentro Chris salió junto a su madre, aunque la mujer poco más dejaba un emparedado con veneno para mí, no lo hizo, pero por la mirada que me dio aseguro que lo tiene pensado hacer en algún momento.
Desde que conocí a su hijo me mira muy feo.
Hasta escalofríos me da, y eso que tiempo atrás producía pesadillas en mí.
—¿Sabes por qué te amo?
Pongo mis manos a cada lado de su cabeza, negando con una sonrisa.
—Nop.
—Porque eres tú —susurra, llevando sus manos hacia mis nalgas, rozando con la punta de su miembro mi entrada dilata—, siempre serás tú. Eres esa persona que ilumina toda mi vida, con una simple sonrisa me tienes a tus pies, haces que cada día quiera más de ti.
—Joel —suspiro, apoyando mi mejilla en su frente cuando se hace espacio y va ingresando lento.
—Tengo millones de razones para decirte lo mucho que te amo, sin embargo, prefiero demostrarlo justo ahora, aunque no sea siquiera una de ellas porque tú mereces más.
Sus brazos me rodean por la cintura, cada golpe es suave, tierno, muy delicado ahora que mi pancita ya está un poquito más grande.
Después de estar por varios minutos en esa posición, besa mi boca y salgo de encima. Coloco mi cuerpo de costado, sintiendo su mano en mi trasero mientras entra nuevamente.
Sus dientes muerden mi cuello, y aunque antes no quería que dejara evidencia, ahora me da igual. Además, termino cubriendo las succiones con una remera de cuello alto o bufandas.
Pensándolo bien, siempre me dio igual.
—Eres perfecto —gruñe, arañando mi cadera.
—¿Lo soy? —pregunto bajito, masajeando mi pene erecto.
—Lo eres.
—¿A pesar de eso? —susurro entre gemidos.
—Siempre serás perfecto para mí, sin importar nada.
Jadea cerca de mi oreja, aumentando su velocidad y golpeando más fuerte, sin llegar a mostrarse tosco.
Cada día me trata mejor al anterior, como si tuviese una flor en sus manos y debe cuidarla a toda costa. No puedo estar más contento porque me siento muy querido a cada segundo. Incluso pasamos más tiempo juntos.
—Uhm, Joey.
Gimo manteniendo los ojos cerrados, enredando las sábanas entre mis dedos. Su caliente lengua lame toda la piel que está a su paso, mordisqueando por puro antojo.
—Erick —gruñe, cogiendo mi mentón, volteando mi cabeza.
—Te amo.
Chocamos nuestras bocas, sellando ese encuentro de la mejor manera, corriéndome en mi mano y él dentro de mí.
Da un par de estocadas más, quedando metido hasta el fondo como siempre.
No me despego de sus labios, sonrío cansando en medio del beso.
—Te amo —responde, adueñándose de mi cintura, comenzando a moverse otra vez.
Sentirlo frotarse en mi interior, es otra de mis cosas favoritas.
Mi pene no parece reacio al estímulo, porque ya está erecto. Traicionero.
Un par de pataditas hace que detenga a Joel, lo obligo a salir de mi cuerpo y me pongo de rodillas en la cama.
—¿Te lastimé?
Niego, llevo su mano a mi pancita manchada, esperando pacientemente.
—Vamos, bebé, papá también quiere sentir tus pataditas —murmuro con emoción.
—¿Amor?
—Espera un poco más —suplico.
Antes que diga algo, nuestro bebé se mueve.
Joel sonríe con lágrimas en los ojos, yo estoy llorando.
Pero la felicidad no es eterna.
—¿J-Joel?
•••
COMENTEN MUCHO, DE ESA FORMA SABRÉ SI LES GUSTA PARA SUBIR MÁS CAPÍTULOS O AQUÍ SE QUEDA TODO (copy and paste)
PONGO ESO PORQUE ACTUALIZO DESDE LA LAPTOP, Y PUES, PORQUE ME GUSTA VER SUS COMENTARIOS :3
4 capítulos más y se termina.
¿Qué creen que pueda suceder?
BESOS♥
