Un chico de cabellera azul era bastante común, todos tenían mechas de colores haciendo algo más colorida la vida; lo que hacía más atrayente a Stuart era su no-ojo, su abolladura, su ojo negro, su maldición. No tardó mucho en ser bastante "popular" en su nuevo instituto, aún así nadie le dirigía la palabra más que Murdoc y de vez en cuando la hermana de él que llevaba el apodo de "Noodle".
A veces Stuart encontraba cartitas de "amor" en su banco sobre chicas que querían salir con él, pero Harold "no tenía tiempo para eso" ya que la realidad era su padre quién pensaba que iría a ser una perdida de tiempo una novia en la adolescencia, tenía que entrar en la mejor universidad y eso lo iba a desviar de todo. Su futuro daba para mucho.
Ah, y los viernes. Fue durante dos viernes seguidos, cada viernes Murdoc le tocaba una canción diferente cuando Stuart terminaba de hacer su trabajo, y por eso él creía que valía la pena ser un esclavo. Las charlas continuaron siendo maravillosas y ese moreno cada vez se escribía de otra forma, eso le alegró mucho a Pot.Siempre cuando termina la jornada escolar, Murdoc acompaña hasta la puerta a Stuart y le echa algo de plática. Hoy era viernes, Harold había recibido varias cartitas, algo que le hacía subir un poco el autoestima eso de que muchas chicas le echen el ojo, pero no estaba interesado.
—Vuelves locas a las chicas —comentó Niccals en un tono burlón mientras veía la cantidad de cartas que tenía.
—Mh... Supongo... —dijo Stu algo distraído.
—¿Qué? ¿Tienes una novia rubia rica? —preguntó Murdoc, Pot rio y negó con la cabeza. —¡¿Cómo que no tienes?! ¡Hasta mí hermana a veces me pregunta por ti! —exclamaba el moreno, su ajeno se encogió de hombros.
—Padre dice que es una perdida de tiempo.
—¡Padre ésto! ¡Padre aquello! ¿Por qué no te casas con tu padre y ya? —decía Murdoc y Stuart hizo una mueca de asco gritando "Por Dios Niccals eres un asco" y ese moreno rio —. Cambiando de tema, mí hermano estará hoy en casa, supongo.
—¿Y a que vas con eso? —preguntó Pot, su ajeno negó con la cabeza.
—Que no te vayas a mear encima. Hannibal es algo raro —Stuart asintió y largó una pequeña risita, el hecho de que Murdoc haya dicho que alguien sea raro era algo demasiado extraño, ya que Murdoc era muy peculiar ¿alguien más raro que él? Difícil de imaginar.
Al entrar a la casa de Niccals y encontrar un hombre moreno un poco más mayor que él fue lo que le causó a Pot un escalofrío. Stuart ya pensaba que Murdoc estaba algo "descuidado", pero al ver a Hannibal lo asustó además ¿qué era ese olor extraño que emanaba? A diferencia de su compañero de clase, no llevaba una colonia fuerte.—¡Hola hermanito! —saludó el mayor de los tres, luego dirigió la mirada al más alto —, ¿quién es éste payaso? —preguntó Hannibal.
—Un compañero —contestó Murdoc —, se llama Stuart y no lo molestes.
Su ajeno rio, el peliazul no se quiso meter en esa conversación.
Hablaron un rato y se pusieron a jugar a las cartas, no incluyeron al más menor ya que él se negó y Murdoc también. Apostaron algo de dinero, luego algunas posesiones de ambos, los dos eran buenos jugadores o eso pensaba Stuart que apenas entendía el juego de cartas.—Bueno, ya me aburrí —habló Murdoc dejando las cartas en la mesa.
—¿Qué? ¿Ya? Vamos Murdoc, hagamos una última apuesta —suplicó Hannibal, su hermano rodó los ojos y negó con la cabeza —¿Y qué puedes perder? ¿A tu esposa?.
Ese comentario no le causó gracia a Murdoc, Stuart ni lo entendió, pero Hannibal tiró una carcajada. Realmente eran hermanos.—No. Quiero que te vayas —negó el satanista.
—Encima me echas además de negarte un juego más... —dijo con seriedad Hannibal, el ambiente se puso tenso.
—Largate, creí que estábamos jugando amistosamente. Allá tienes la salida, infeliz.
—No me iré —se plantó el mayor, su ajeno bajó la mirada hacia abajo de la mesa, este se paró repentinamente y agarró del brazo a Stuart para llevarlo a rastras a su habitación. El peliazul no lograba entender qué pasaba, miraba a Murdoc buscar algo en los cajones. Sacó algo que hizo sentirse muy inseguro en esa casa.
—¿Eso es una... Una... Pistola? —preguntó atemorizado el menor, su ajeno cagó el arma de fuego.
—¿Y qué crees que es, un puto consolador para el puto de mí hermano? —respondió con toda la obviedad, estaba algo alterado. Stuart aún no entendía el porque de la alteración de Murdoc; sólo estaban jugando a las cartas, apostando algo de dinero y posesiones de la casa. Pero de pronto se hizo un chiste que le disgustó demasiado a Murdoc y además el no quiso jugar más ¿cómo terminaron en la primera sala de la casa con un chico aterrorizado detrás de su compañero de curso quién le estaba apuntando a su propio hermano mientras le decía que se vaya? No había bebido ni una gota de alcohol y los resultados eran así de feos.
—Largate de mí casa, maldito psicópata —decía un moreno, su hermano lo miró y rio —, ¿cuál es la gracia?.
Estaba algo alterado Murdoc, su hermano lo ponía de los pelos al parecer, Pot quiso desaparecer de allí en ese instante.—¡Ow! ¡Que hermoso que te ves con tu mujer! —bromeaba Hannibal para parecer algo relajado, no era buen actor.
—Cállate. Vete ya mismo de mi casa o disparo —amenazó el moreno. Su ajeno tragó saliva.
—No te atreverías —desafió el hermano mayor, una sonrisa incrédula se dibujo en la cara de Murdoc, de sus labios salió un "¿Ah, no?" llevando su dedo hacia el gatillo, Stuart estaba a punto de presenciar un homicidio. Un suspiro de un ángel caído, el rezo de una monja, el miedo de un demonio, son unos segundos que hay que relajar, es como previamente al Bing Bang; se oye la explosión y un grito, el miedo a ser un asesino y el miedo de ser asesinado, ser complice no era lo mejor.
—¿Te vas a ir ahora? La próxima va hacía tí, hijo de puta —la bala había pasado demasiado cerca de la cabeza de Hannibal, al parecer Murdoc era buen tirador. Se retiró el hermano mayor de la residencia. Posteriormente el hombre de la casa tuvo que preocuparse por su compañero, quién se hallaba aterrado por presenciar tanta tensión.
¿A caso Murdoc estaba loco?.
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delincuentes;; studoc
Fanfictionentra un chico nuevo al curso y Murdoc decide invitarlo a jugar a la ouija. 03092020