Extra 2

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- ¿Sesión de estudio? -Avani observaba a su mejor amiga guardar sus libros en el casillero.
-Eso mismo, Avani-Addison respondió rodando los ojos.

Estaban en pleno pasillo, era la última hora de clase. Avani intentaba convencer a su mejor amiga que la acompañara a su casa esta tarde. Addison se había negado, en este mes matemática comenzaba a dificultarse y, a pesar de ser inteligente, quería quedarse unas horas en la biblioteca repasando las clases de la semana. La morena quería tener una noche de películas, pero la castaña insistía en tomar la tarde para los estudios.

- ¿Y en donde piensas estudiar? - la chica de ojos negros hizo un puchero.

-En la biblioteca, Avani-al ver los ojos confundidos de su amiga le sonrió divertida. - Sí no sabes, es una habitación con estanterías y mesas en donde hay una gran cantidad de libros...

Avani la detuvo, alzando la mano frente el rostro de la castaña, torciendo la boca un poco ofendida.

-Se lo que es una biblioteca, Addi- bufó al escuchar la risa de la castaña.

- ¿Entonces?

-Me refería ¿No podrías estudiar en mi casa? Es lo mismo-la morena alzó los brazos.

Addison negó suavemente con la cabeza, colgándose la mochila del hombro.

-No podría concentrarme.

- ¿Y por qué?

- ¿Tú me dejarías estudiar en completo silencio y sin hablarme una sola vez en toda la tarde? -le dijo alzando una ceja, Avani mantuvo la boca cerrada. - ¿Ves? Prefiero ir a la biblioteca.

Avani aceptó a regañadientes, alegando que aquella tarde planeaba comer una gran razón de helado de fresa y galletas, sin ella. (Es lo que yo estoy comiendo ahorita, sienta celos).

La castaña sintió una lagrima caer, ella también quería helado y galleta, pero a duras penas acepto su destino y fue pesadamente esa tarde a la biblioteca. Planeaba vengarse de Avani Gregg, tal vez encerrándola en su baño mientras Addison comía una caja entera de pizza al lado de la puerta.

Sonrió, más animada por su malvado plan. Esperaba pasar unas horas tranquilas, en estos días no muchas personas acudían a la biblioteca así que estaría prácticamente sola (Y con la bibliotecaria, pero a quien le importa) Al llegar a la entrada sintió que su corazón le subía a la garganta, como un acto reflejo se ocultó detrás de la puerta, respirando rápido.

Cuando ya estaba levemente calmada, aspiró profundo y asomó la cabeza para observar nuevamente. En unas mesas más lejos estaba Dixie D'Amelio, de espaldas, pero Addison podía reconocerla. Por su cabello, el de la ojimarrón era más oscuro que el de ella, también por la ropa que llevaba ese día, unos jeans celestes y un suéter blanco. Se preguntaba en qué momento le había tomado importancia a lo que vestía Dixie, y eso que solo la había visto una vez en el día.

Addison sintió la tentación de irse, estudiaría otra tarde y así comería helado en casa de su amiga. Todo perfecto. Pero ella quería estudiar, no se iba a privar de hacerlo solo por qué la tonta de Dixie D'Amelio estaba en la biblioteca. Bastaría con ignorarla y ya, no tenía por qué sentirse cohibida por ella de todas formas. La perdedora era la ojimarrón, no ella.

Con la barbilla en alto y la espalda recta, para mostrarse segura, fue hasta una de las mesas junto a la ventana. En ningún momento observó a Dixie, no le daría la satisfacción de que la chica de ojos cafés fuera consciente de la atención extra que le daba la castaña. Con orgullo abrió su libro de cálculo y empezó a estudiar, anotando las fórmulas.

Pasaron dos horas, Addison era plenamente consciente de la presencia de Dixie a unas mesas frente a ella, pero aun así no había levanto la mirada del libro ni una sola vez. Merecía un premio. Justo cuando ya empezaba a concentrarse en la materia, había estado distraída pensando si Dixie la había visto, cuando escuchó una silla arrastrarse.

Su cabello cubría su rostro, por ello pudo observar discretamente como Dixie se levantaba de la mesa con su mochila, dando por terminado su sesión y planeaba irse a su casa. Dixie estaba con los audífonos y la mirada perdida en otro lugar, no parecía haberse percatado ni de cerca de la presencia de Addison en la habitación. A la castaña le molestó como también la hizo sentirse aliviada, en partes iguales.

Dixie se estaba yendo, Addison sintió un ridículo impulsó de llamarla o algo para evitar que se fuera. Pero se mantuvo firmemente sentada, a ella no le importaba. Clavó sus ojos en las páginas de números, la siguiente hora estudió perfectamente, ahora sin ninguna distracción. Al día siguiente, en la cafetería, estaba lanzándole miradas asesinas a Avani por haber comido helado sin ella ¡Incluso le envió fotos cuando lo hacía, traidora!

La morena solo se reía, al sonar la campana la chica de ojos negro fue a sus clases mientras Addison prefería ir al baño antes. Se estaba lavando las manos, pensando si llegaría a tiempo a la clase de Historia, cuando la puerta se abrió. Sintió un vuelco en el corazón, era la voz de Dixie D'Amelio.

Su cuerpo reaccionó sin preguntarle, fue hasta una de las casetas y se ocultó en ella cerrando la puerta con pestillo. Para evitar que la descubrieran se subió en el inodoro, con la tapa cerrada por supuesto. Ni ella misma entendía el por qué se escondía ¿Por qué tendría que tener pánico de que la viera? No le interesaba para nada sea lo que fuera de lo Dixie fuera hacer. Aun así, estuvo atenta a lo que hacía (Se contradice ella sola)

- ¿Estudiaste algo, al menos? -Anthony le decía a la ojimarrón, se escuchaba el agua del lavabo -. El examen de Ingles es la próxima semana.

Al parecer el castaño la había acompañado y la estaba esperando en la entrada.

-Intenté, lo juro-Addison contuvo la respiración al escuchar la voz de Dixie, no entendiendo por qué. - Pero se me dificulta, en verdad prefiero cualquier otra materia.

-Tendrías que pasar más horas estudiando-sugirió el castaño.

-Ayerestuve toda la tarde con un maldito cuaderno, Ant-Dixie suspiró con una vozrendida. - Supongo que ir toda la semana a la biblioteca podría ayudar ¿Verdad?

- ¿Cómo ayudaría? -Anthony parecía divertida.

-Cuando estudio en la biblioteca me siento másinteligente-la ojimarrón dijo y pronto se escucharon las risas del otro, Dixiebufó -. ¡Venga, no te burles!

- ¡Es que es absurdo, Dix! -después de unossegundos más de risas volvió a hablar -. Si sigues así terminaras todo el añoen la biblioteca.

Estuvieron un rato riéndose entre ellos por lafalta de interés de la ojimarrón en estudiar inglés, hasta que finalmente sefueron. Addison abrió lentamente la puerta, para asegurarse de que estaba sola.Salió rápidamente del baño, de camino a su clase, pensado que seguramentellegaba tarde, nuevamente algo le salía mal por culpa de la ojimarrón. Pensabaen no volver a la biblioteca, si lo que decía Anthony era cierto, Dixie estaríamucho tiempo con ella durante sus sesiones de estudio. Tal vez podría estudiar en....otraparte, para no cruzarse con la ojimarrón. 

Si, lo mejor era aquella decisión. Selo estuvo repitiendo a sí misma durante la primera hora de Historia. Aun así,esa misma tarde se hallaba nuevamente sentada en una de las mesas de labiblioteca, furiosa consigo misma por ir.

Miraba distraídamente su cuaderno, dandopequeños vistazos a la puerta. Ella había llegado más temprano, Dixie aún noaparecía. Al verla llegar se le quedó mirado, Dixie entraba con un suéter unpoco grande para ella y dando un pequeño bostezo. Fue hasta su mesa, Addisonpodía verla de frente, y sin darle un vistazo empezó a leer.

Addison la miraba, como la luz del sol de laventana tras ella le daba a Dixie en el rostro, haciéndola parecer hermosa. Addisonsintió un extraño calor en sus mejillas ante esos
pensamientos, se levantó inesperadamente y, concuidado de que la ojimarrón no la viera, se escabulló por unas estanteríashasta salir del lugar. Estaba confundida, últimamente siempre sentía estasnuevas sensaciones con la presencia de la ojimarrón, quería estar lejos deella. Unos dos días después y Addison siguió asistiendo todas las tardes a labiblioteca, sin comprender por qué a pesar de no querer ver a la ojimarrón nopodía mantenerse lejos de ella.

RIVALES //  DIXISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora