Ese fin de semana fue gratamente increíble. Después de esperar casi tres meses, al fin había llegado el sábado en el que era el concierto de The neighbourhood.
Fue difícil convencer a sus padres, pero, al final, los chicos ahorraron y fueron juntos al concierto. Fue una noche emocionante, en la cual fueron acompañados de la mamá de Anthony, pero eso no importó.
Cantaban las canciones juntos y aunque Charli no supiera ninguna, igual la pasó increíble cuando lanzaron el confeti de colores.
Después durmieron en casa de la menor, hasta el domingo, y fue la mejor pijamada del mundo. Afortunadamente los padres confiaban plenamente en todos, Anthony había sido el centro de burlas de pequeño, así que a sus padres le alegraba que tenga nuevas amistades. Habían visto en la tarde una película y los padres de este fueron muy agradables e incluso graciosos.
Ahora, ya era lunes por la tarde y los exámenes del semestre estaban a la vuelta de la esquina. Dixie iba con paso alegre a la biblioteca con su nuevo suéter blanco, que llevaba el símbolo en color negro de la banda estampado en él, que habían regalado en el concierto.
Ella realmente no era muy glamorosa a la hora de vestirse, pero ese suéter, en especial, le encantaba y le parecía muy cómodo. Esperaba encontrarse a la rubia al llegar y así fue.
Al abrir la puerta de la biblioteca inmediatamente captó el rostro de Addison alzando los ojos, cómo si esperara a alguien. Cuando los ojos avellana se posaron en ella, tardó un segundo mirándola, y volvió su atención al libro.
Obviamente, si Addison estaba esperando a alguien no era a Dixie. Se sintió cómo una gran idiota al descubrir que se encontraba decepcionada.
Durante estos dos meses había logrado formar varias conversaciones con Addison, aunque siempre al final terminaban peleándose y duraban mínimo tres días sin dirigirse la palabra, cuando estaban en la biblioteca, que era lo más común. Aunque sus conversaciones fueran poco significativas, o principalmente por los estudios, a Dixie le daba la oportunidad de escuchar su voz e incluso conocerla más a fondo.
Se había enterado, por un vago comentario de la rubia, que su color favorito era el morado y que le ENCANTABA comer.
Se sentía ridícula ya que, aun después de varias semanas de aquella conversación, ella aún recordara esos detalles y que también le hiciesen sentir bien.
Durante todo este tiempo también había aprendido algunas expresiones faciales de Addison, cuando ellas estaban estudiando y ni se hablaban. Mordía el lápiz al concentrarse, arrugaba la nariz al estar disgustada o que comenzaba a morder sus dedos cuando claramente estaba aburrida.
"Idiota, idiota" se decía a ella misma mientras se sentaba en su mesa de siempre. Parecía una acosadora cuando ni siquiera eran amigas.
La observó un rato, esta vez sin disimular mucho, y después frunció el ceño, enojada con ella.
¿Por qué la hacía sentirse así? Ya lo tenía claro, detestaba a las niñas mimadas como ella, con todo su ser y todo por Addison, que parecía no terminar de salir de su cabeza.
Extrañamente Addison levantó el rostro, y con cierto cuidado observó a la pelinegra, sus ojos se encontraron y Dixie permaneció (o al menos intentó aparentar) tranquila, como si estuviera mirando a hacia el paisaje al otro lado de la ventana que había detrás de la rubia.
Parecía funcionar, ya que de reojo observaba como Addison no la observaba extrañada, la pelinegra incluso sospechaba que la miraba fijamente. Dixie no lo pudo evitar, pero se le disparó el pulso y ahora sintiéndose más valiente, dirigió sus ojos fijamente a Addison que tensó los hombros al haber sido descubierta mirando.
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RIVALES // DIXISON
FanficDixie D'Amelio comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus compañeros, entre ellos un grupito de chicos liderado por la popular Addison Rae. Desde el primer encuentro entre ambas se desatará una gran rivalidad y guerra sin tregua... Se odiab...