Capítulo 7

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Inicio de Clases.

Bueno, las vacaciones habían pasado muy rápido para el gusto de Dixie, sentía que los dos meses se le fueron volando.

Hace varios meses desde su cumpleaños y se encontraba otra vez desayunando, ahora con quince años, dispuesta a ir a su segundo año en la secundaria.

Lo había pasado fenomenal, sus amigas y los primos de Anthony la habían mantenido distraída todos los días, conversaba hasta tarde con los tres chicos vía Zoom. De alguna manera Madi era una de sus amigas cercanas y más ahora que asistirían juntas a la escuela. Su medio hermano, Tayler, era un galán y siempre parecía amable con todo el mundo. Lo único desgraciado en todos esos días fue una persona que no salía de sus pensamientos: Addison Rae. La chica, que, por cierto, Dixie odiaba y le estaba haciendo la vida imposible.

Todos los días recordaba sus ojos. Había logrado dejar de escucharla o pensar en su risa, pero lo único que su mente no podía olvidar, eran sus malditos ojos.

Ahora, pensar que hoy la volvería a ver, le revolvía el estómago de una forma impensable, se sentía nerviosa y a la vez ridícula por sentir nervios. Aunque vivieran en la misma ciudad, nunca se la encontró y todo eso debido a que se enteró de que se fue a un viaje fuera del país, pero ya volverían al instituto y sea como sea, allí desgraciadamente estarían cara a cara.

- ¡Ahg, en serio, qué horror! -dijo hundiendo el rostro entre las manos y su madre, Heidi, la miró divertida.

- ¿Sigues atormentada por esa niña, cariño? -preguntó a su hija

Claro, durante todo el año Dixie le había hablado sobre las chicas que la fastidiaban, diciendo que no era tan grave como para acusarlas y restándole importancia.

-Por qué se preocupa tanto por una chica? - preguntó Marc, cómo siempre él no entendía la situación.

-Porque esa niña lleva haciéndome imposible la vida-dijo dándole un mordisco a su emparedado, sentía la mantequilla de maní en el paladar-Por eso no quiero verla.

-Parece todo lo contrario, cariño. Has estado muy ansiosa estos días-le guiñó un ojo y Dixie se ruborizó.

-¡Mamá!- la regañó, escuchando su risa. Después de un rato salió directo a la escuela.

Vestía con camisa blanca de mangas largas, junto a un mezclilla desgastados ajustados a la cadera, en conjunto con sus zapatos deportivos blanco. Este nuevo año optó por llevar su cabello liso y castaño con ligeras ondulaciones al final.

Al llegar, a la primera que encontró hablando en el aparcamiento fue a Charlie. Conversaba alegremente con sus amigos de la infancia y al acercarse, todos la saludaron con ánimos. Madi se echó a los brazos de Dixie y se colgó de ella, todos comenzaron a reír.

-¡Madi, déjame respirar! Si nos vimos ayer- reclamó divertida, cuando la rubia alta se separó y le guiñó un ojo.

Siguieron conversando hasta que llegó Anthony, parecía muy feliz y los saludó a todos con la dulzura que la caracterizaba. Después de un rato escucharon el chirrido de unos neumáticos y apareció un convertible azul cerca de ellos, todo el mundo observaba la escena.

Cómo si fuese una película, de él comenzaron a bajar los que conformaban al grupito. Kaylyn no lucían igual que el año anterior. Ya al cumplir los quince años era cuando los jóvenes comenzaban a madurar, claramente lo había hecho ya que vestía con unos jeans de mezclilla ajustados hasta los tobillos y una blusa vaporosas que dejaba al descubierto el abdomen.

Incluso se podría decir que tenía maquillaje. Tony, Chase y Bryce eran otra historia, vestían con unas camisas holgadas de última marca y chaquetas de cuero. Bryce fue hasta la puerta y le abrió a una ahora castaña. Esa era claramente Addison Rae, la que Dixie conocía del año pasado era pequeña frente a esta. Estaba radiante y el sol de la playa le había dejado un hermoso bronceado.

RIVALES //  DIXISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora