ℙ𝕒𝕝𝕒𝕓𝕣𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝕒𝕞𝕠𝕣•Starker• 🍂

Capitulo 2: Sangre falsa.

Tony Stark: Taller. 23:47 p.m

El prototipo del traje de nanotecnología estaba terminado, debía someterlo a varias pruebas para comprobar que todo funcionaba bien, pero estaba seguro de que así sería.

Limpie mis manos con un trapo y acomodé mi cabello con mis dedos.

Hoy era un buen día, me había levantado con muchas energías luego de dormir toda la noche de corrido después de semanas de insomnio y había desayunado lo mejor del mundo: Café amargo con donas glaseadas.

Luego fuí a la empresa para encargarme de algunos temas administrativos, ahora sin Pepper debía estar más pendiente de todo allí, aún no conseguía ningún asistente bueno.

Por otro lado, estuve toda la tarde, hasta la noche, en el taller finalizando los últimos detalles del proyecto.

Sonreí viendo el prototipo armado sobre la mesa y luego desvíe mi vista al holograma que bajaba del techo para verificar la hora: 22:35 p.m.

Salí del taller para buscar algo para beber y una cara de asombro y felicidad se pinto en mi rostro. Sobre la mesa de la cocina había una bandeja de comida de un restaurante bastante bueno, era comida china si no me equivocaba: la comida favorita de Peter.

Solté una carcajada cariñosa mientras tomaba la nueva nota que descansaba sobre la tapa de la bandeja y la desdoble para leerla.

" Señor Stark:

¿Cómo a estado hoy? Mi día fue un poco agitado, recibí unos cuantos golpes durante mi patrullaje, pero detuve varios robos y eso, ya sabe, cosas de héroes.

Por otro lado, mi examen de álgebra fue excelente, pasar tiempo con usted me a servido mucho. Parece que ser un genio puede ser contagioso.

Espero que disfrute la comida y que tenga buena noche.

Peter."

Fruncí el ceño preocupado ¿Golpes? ¿Que clase de golpes? Moví mi pie inquieto y, sin poder evitarlo, llamé mi traje y me enfunde en él para salir en dirección a Queens, debía ver si ese mocoso estaba bien.

Aterricé frente al edificio de apartamentos dónde Peter vivía y claramente no iba a tocar la puerta por la hora que era, así que decidí ubicar su ventana para entrar por allí.

Volé hasta la ventana que F.R.I.D.A.Y me había indicado y abrí con cuidado, entre haciendo el menor ruido posible y observé a mi alrededor.

Peter estaba desnudo de la cintura hacia arriba, limpiando heridas profundas en su torso.
Sentí mi cuerpo helarse al ver la cantidad de sangre, era demasiada.

- ¿Así que simples golpes? ¿Qué demonios? Peter.- regañé, haciendo que voltee a verme. Estaba demasiado concentrado antes como para hacerlo. Abrió sus ojos sorprendido y tomó su remera de la cama para ocultar sus heridas, rodé los ojos.

- S...Señor Stark ¿Que hace aquí?- preguntó con nerviosismo. Aún con la remera en la mano se levantó rápidamente al ver que me acercaba.- Estoy bien,n...no es nada.- lo ví tambalearse y lo sujete antes de que cayera al piso, seguro por la perdida de sangre.

- Cállate, ya no hables. Todo estará bien.- tranquilice, acariciando sus bucles en un intento de que se calmara.- Fri, llama a la doctora Cho, dile que es una emergencia y que la necesito en la torre ahora mismo.- ordené a mi I.A que enseguida obedeció.

Tomé a Pet y le coloque con cuidado su remera, intentando no lastimarlo. Estaba algo pálido y parecía que ya mismo iba a desmayarse. Lo tomé al estilo nupcial luego de enfundarme nuevamente en el traje y salí en dirección a casa.

Al llegar, Cho ya estaba allí esperándome y rápidamente curaron a Pet. Al parecer no era nada grave y lo que yo creí que era sangre realmente era Hiodopobidona, ese extraño líquido que se utiliza para limpiar heridas. Suspiré aliviado al saber que el niño estaba bien.

Entré a la habitación del mocoso y lo ví acostado, mirando por la ventana. Parecía algo perdido, sonreí sinceramente al ver su rostro, ahora más maduro, siendo iluminado por el sol.

- ¿Cómo estás? Niño.- hablé suavemente, Pet se volteó a verme y me sonrió levemente, parecía avergonzado.

- Estoy bien, gracias.- respondió susurrando.- Lamento haberte asustado, Tony.- murmuró, sonreí y me acerqué a él, acariciando su mejilla con suavidad y revolviendo sus cabellos luego.

Observé embelesado cómo sus mejillas se cubrían de un leve rosa mientras me sonreía.

- No te preocupes, lo importante es que estás bien.- contesté suave.- Pero, cada vez que algo te pase sin importar que tan grave o leve sea, quiero que vengas conmigo. Aquí tendrás la atención que necesites.- sentencie, con un leve tono de regaño. Él desvío la mirada.

- Eso sería molesto, no quiero estar interrumpiendo tu día cada que algo así pase.- susurró levemente.

- Jamás serías una molestia, necesito que estés bien ¿Entiendes?- él solo asintió y me indico que me acercara, así lo hice y me senté al lado de él en la cama. Abrí mis ojos y pude sentir el calor subir por mis mejillas cuando el plantó un inocente beso en una de ellas.

- Gracias, Tony.- susurró dulcemente, desviando la mirada y con sus mejillas más rojas que un tomate.

Yo solo pude sonreí, como lo hacía siempre que ese revoltoso niño estaba cerca.