Tony: Preparatoria Midtown. Semanas después.
Había pasado bastante tiempo, unas tres semanas desde que Pet comenzó con esa, en mi opinión, hermosa costumbre de dejar notas con cada alimento que dejaba, ya sea en la empresa o en la torre, para asegurarse de que no olvidase mis comidas diarias.
Ahora, en un ataque de hacer las cosas sin pensarlo demasiado, como solía hacer a diario, me encontraba aparcando el auto frente a la academia del bullicioso niño Parker.
Varias miradas de asombro e intriga me seguían el paso entre el alumnado, pero no le preste verdadera atención.
Era entendible ¿Que hacía el grandioso, genio, filántropo, millonario Tony Stark en una preparatoria? La respuesta tenía nombre, apellido y unos hermosos ojos cafés.Iba enfundado en un sencillo traje de tres partes gris, nada demasiado formal. En mi mano izquierda llevaba mi maletín de trabajo de la empresa, pues en una media hora tenía una reunión, y en la derecha un café con leche, con más leche que café, y una bolsita con donas con chocolate blanco, el desayuno favorito del menor.
Me adentré por las cristalinas puertas de la academia y recorrí los pasillos hacia él ya conocido salón de clases de Pet. Había procurado llegar temprano, saliendo minutos después que el menor para no interrumpir su primera materia con mi visita.
Pues, hoy era miércoles y Peter tenía un importante examen por el que había estado estudiando hace casi una semana y se había ido a toda prisa de la torre, donde había pasado la noche después de ayudarlo a estudiar, sin consumir nada en la hora del desayuno.
Por lo que yo: Tony, impulsivo, Stark me encontraba frente a su salón casi vacío de clases para dejarle un pequeño... Detalle o como quieran decirle.
Me asome por la puerta del salón, escuchando los cuchicheos de los presentes tanto en el salón como del pasillo y miré la habitación hasta encontrarme al menor, en una de las primeras filas del lados derecho.
- Ey, Pet.- llamé elevando levemente la voz para que pudiese escucharme. Los murmullos se hicieron más altos y el menor me miró asombrado, tardó unos segundos en reaccionar y luego se levantó y camino hacia mí.
- Señor Stark ¿Que hace aquí?- preguntó, mirándome fijamente con esos ojos que harían perder a cualquiera.
- Te fuiste sin desayunar, así que pensé en traerte algo. Leche con café y tres de azúcar y donas. Es tu favorito ¿No?- pregunté sin despegar la mirada de él mientras tendía la bolsa con lo ya nombrado. El menor sonrió enormemente y asintió con entusiasmo.
- No tenías que molestarte, Tony. Muchas gracias.- me sonrió tiernamente, acto que correspondí de inmediato. Sentí como mi corazón bombeama anormalmente ante el uso de mi nombre, que sonaba miles de veces mejor si él lo decía.- Bueno, debo entrar. El profesor no tarda en llegar.- comentó, mirando el pasillo para ver si encontraba al docente en su campo de visión.
- Claro...- respondí distraídamente, antes de recuperar la compostura.- Suerte en el exámen, Pet. Sé que te irá genial.- revolvió sus cabellos con cariño y él me sonrió con sus mejillas totalmente rojas.- Nos vemos en la tarde.- dije antes de darme la vuelta y comenzar a caminar, escuchando un suave 'Claro, señor Stark.'
Las miradas de asombro y los comentarios bajos sobre lo ocurrido o sobre mi presencia no cesaron nisiquiera cuando ya había arrancado el deportivo que llevaba el día de hoy. Los adolescentes eran tan bulliciosos y eso me disgustaba totalmente, salvo cuando se trataba de aquel castaño de sonrisa brillante.
Peter: Academia Midtown. Minutos atrás.
Observé embobado como el señor Stark se retiraba por los simples pasillos de la modesta escuela, siendo observado en todo el transcurso por todo el alumnado.
Pase mi vista a la bolsa que estaba en mi mano y no pude evitar sonreír ¿Realmente se había tomado tal molestia por mí? Bueno, esa era una pregunta estúpida ya que tenía la prueba de la verdad entre mis dedos.Por alguna razón, ese detalle hizo que mi pecho se sintiese cálido y el rubor no abandonara mis mejillas.
Volví a mi asiento, escuchando los diversos chismes que se decían en voz baja por la escena ocurrida hace apenas unos minutos y no pude evitar pensar que ésto podría traer muchos problemas a Tony si llegaba a algún medio o algo por el estilo y la situación era malinterpretada.
Sacudí la cabeza, intentando alejar esos pensamientos negativos que rondaban en mi mente y me dispuse a sacar las cosas que el señor Stark me había entregado. Probé el café, exactamente igual a como yo lo tomaba y mordí una dona, la mañana realmente sería buena.
Cuando quise sacar la otra dona que había en el empaque, observé una servilleta del Mcdonald's allí. Sonreí antes de tomarla y abrirla para ver que contenía.
No pude evitar soltar una risita divertida al ver que era una nota." Niño:
Esta mañana te fuiste sin desayunar y con los nervios a flor de piel por ese importante examen, así que decidí llevarte esto para que no te desmayes en medio del salón o algo así. Ambos sabemos que tienes un apetito de los mil demonios y que todo el tiempos estás comiendo, así que no debes saltarte los alimentos del día.
No te desearé suerte para el exámen, no la necesitas. Eres un pequeño genio y te irá genial, como siempre.
Que tengas buen día.
Con cariño, señor Stark."
Sonreí levemente y volví a leer la nota antes de guardarla, el profesor había entrado y el exámen comenzaría en breves.
Debía tener la mente despejada, aunque ahora eso sería un poco difícil gracias a ese detallista y petulante genio de trajes extraños.
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ℙ𝕒𝕝𝕒𝕓𝕣𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝕒𝕞𝕠𝕣•Starker• 🍂
RomanceTony, luego de la Guerra Civil se sumerge en una profunda depresión. Peter se preocupa mucho por su bienestar y cada noche le deja su cena en la mesa de la cocina junto con una nota. Tony, sin saber en qué momento, espera cada noche para leer aquell...