Capitulo 4: Un buen café para comenzar el día.

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Tony: Empresas Stark. Viernes 09: 40 a.m

Comencé el día tranquilamente, sin prisas. Ignore completamente las llamadas y mensajes de mi asistente recordándome todas las juntas y papeleo que debía atender el día de hoy.

Tomé una ducha fría, tomándome un tiempo para pensar, intentando alejar el sueño que gobernaba mi cuerpo y me vestí con algo de pereza.

Una nueva llamada me sacó de mis pensamientos, fruncí el ceño antes de aceptarla.

- Señor Stark, lamento molestarlo pero la junta con los accionistas de Corea es en... Exactamente cinco minutos. Usted les dijo que se haría cargo personalmente.- abrí los ojos impresionado y miré el reloj, al parecer la ducha había durado demasiado.

- No te preocupes, Harry. Estoy en camino.- comenté poco convincente mientras rebuscaba rápidamente todo lo necesario.

- Señor, me llamo Jaso...-

- Colgar.- ordené a mi I.A, que acató la orden enseguida.- Ahhh, carajo. Nisiquiera pude tomar mi café.- murmuré entre dientes. Tomé lo necesario y salí rápidamente en dirección a la maldita empresa.

                              [...]

Entré caminando rápidamente por los pasillos lujosos de la compañía, sin perder la elegancia.

Harry, o como se llame, me interceptó en unos pocos metros.

- Señor, los accionistas están en la sala 8, los documentos que necesita también están allí preparados y el chico que mandó dejó esto para usted.- habló apresuradamente y me entregó un café de Starbucks con su respectivo cartón para sostener y no quemarse. Fruncí el ceño, yo no había mandado a absolutamente nadie.

Tomé el café y asentí, siguiendo mi caminos la sala de reuniones con el chico siguiéndome de cerca, me acompañaría en la junta.
La charla sobre las clausulas del contrato, financias y todos esos endemoniados temas aburridos era algo demasiado aburrido, pero debía hacerme cargo. No podía perder el trato con estos socios, sería un buen lazo para la compañía.

Ésto sería largo.

                              [...]

Si el aburrimiento pudiese matar, ya estaría a unos diez metros bajo tierra.
La condenada reunión era tan estructurada que casi hacia que me durmiese sobre la pulcra y elegante mesa.

Giré mi vaso de café sobre la mesa, sin prestar verdadera atención a las palabras que pronunciaban los presentes en la sala.

Observé el nombre que tenía escrito el recipiente 'Señor Stark', unos ojos marrones se hicieron presentes en mi mente y no pude evitar sonreír como un idiota.

- Señor Stark ¿Le parece bien?- preguntó mi asistente. Yo asentí, confiaba bastante en el nuevo recluta, sabía cómo se manejaban las cosas en las grandes empresas y se había adaptado rápidamente.

Si él no estuviese en la reunión, ya estaría en la mierda.

                           [...]

Al fin había terminado de atender los asuntos más urgentes que tenía en la empresa, ya eran las 13:46 del medio día y yo no había probado bocado en todo el día.
Me decidí por unas hamburguesas, el mejor almuerzo que podía existir.

Al llegar a la torre, con la bolsa de hamburguesas en la mano, decidí comer en la sala viendo alguna película o algo así. Era el lugar favorito de Pet, después del taller.

Entré al lugar y encendí la televisión, buscando al bueno que ver mientras me tiraba en uno de los sillones y colocaba mis pies en la mesa baja que había allí.

Sonreí al ver un trozo de papel en ella, que rápidamente tomé para ver qué era: una carta del escurridizo niño que podía escabullirse de mi sistema de seguridad.

" Señor Stark:

Espero haya disfrutado su café en la mañana, sabía que no habría desayunado ya que obviamente olvidó esa reunión que el joven Jason le recordó toda la semana.

Le dejo está notita en la sala, pero no piense que voy a molestarlo o me meto en su casa sin razón, necesitaba usar el taller para arreglar una pequeña cosita del traje. Nada grave.

Nos vemos en la tarde, Peter Parker."

Sonreí al recordar que lo vería en unas horas, hoy era tarde de Star Wars, no era difícil saber quién había estipulado tal costumbre. Pero, aunque las películas eran sumamente aburridas después de verlas quince veces, pasar tiempo con Pet lo hacía valer la pena completamente.

Mordí una hamburguesa mientras leía nuevamente la nota, ese niño sabía cómo animar a la gente.

ℙ𝕒𝕝𝕒𝕓𝕣𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝕒𝕞𝕠𝕣•Starker• 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora