Capitulo 8: El amor duele, pero sana.

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Peter: Academia Midtown. Dos días después.

Caminé sin emoción por el largo pasillo del instituto en dirección al laboratorio, mi lugar favorito de aquel colegio.
Entré a aquel lugar que solía llenarme de paz y disfrute al ver que se encontraba vacío. Me había saltado una clase para poder estar allí en plena soledad, aprovechando al máximo el lugar y sus herramientas para hacer lo que más me tranquiliza: inventar.

Tenía una nueva fórmula que quería probar para mejorar las telarañas, si todo salía bien serían más resistentes y me permitirían cargar el triple del peso que las actuales.

Pero no pude pensar en nada más que en Stark y su gigante laboratorio en la torre, aquel lugar donde yo era el único que podía entrar además de él porque me tenía absoluta confianza ¿O era porque me ve como su...? No, él ya había dicho que jamás me vería de esa manera tan vulgar.

Quería confiar en las palabras de Tony y fingir que todo estaba bien, que ningún comentario dañino había llegado a mis oídos y que aquellas palabras malsonantes que me habían dicho no me habían causado ningún mal. Pero no era así, no podía estar más lejos de la realidad.

Todos aquellos comentarios me dañaban en gran medida, ciertamente me consideraba alguien muy sensible con este tipo de cosas. Nunca soporte las críticas de forma tan directa, pero lo que más miedo me daba era Tony.
Más allá del dolor que significaba para mí pensar que para el mayor era tan poca cosa como se me acusaba, lo que me aterraba eran las consecuencias que Tony tendría si lo nuestro se supiese.

Yo podría batallar con los comentarios en el colegio, las miradas extrañadas en la calle o los murmullos. Pero él vivía de su fama, era algo que había trabajado por décadas y había invertido todo lo que tenía para llegar a dónde estaba ahora. No quería que todo eso se viese perjudicado por mi culpa.

Moví mi cabeza, intentando alejar esos pensamientos oscuros y confusos que se alojaban en mi mente desde hacía unos días. Había tratado mal a Tony por mis inseguridades y me había comportado como un niñito cobarde, huyendo de todos sus errores y miedos, con terror al qué dirán.

Tenía muchas dudas, demasiadas. Pero si de algo estoy seguro es de que amo a Tony y eso jamás lo había puesto en duda, haría todo lo posible para que estemos bien.

Con esa llamita de valentía brillando en mi pecho, busqué con rapidez en mi mochila hasta sacar el teléfono y llame enseguida al señor Stark. Dos pitidos sonaron y la gruesa voz, pintada con algo de preocupación, se oyó del otro lado.

- Pet ¿Que ocurre? ¿Estás bien?- cuestionó, haciéndome sonreír.

- Estoy bien, no te preocupes. Pero quería decirte unas cuantas cosas y necesito que no me interrumpas porque sabes que soy muy impulsivo así que necesito decir todo de golpe. Intenta entenderme porque no podría volver a repetirlo, entonces sería vergonzoso y...- ahora los nervios hacían su jugada.

- Ey, Pet. Tranquilo, no te voy a interrumpir.- corto con mi cascada de incoherencias y yo no pude estar más agradecido.

- Um... Bueno, voy a empezar por pedirte disculpas por mi comportamiento hace unos días. Los comentarios que me hicieron me perjudicaron más de lo que esperé pero no es excusa para hablar así. Tampoco quiero que piensas que me arrepiento de algo, es... Todo lo contrario de echo.- un sonido de afirmación se escuchó al otro lado de la línea.- Por otro lado quería decirle que... Realmente lo que tengo es miedo, pero no por mí si no por usted, digo por tí.- hablé con algo de nerviosismo, jugando con una hoja arrugada.

- ¿Por mí?- cuestionó, con clara confusión en la voz. Suspiré, dispuesto a contar la fuente de mi inseguridad.

- Usted a trabajado desde su adolescencia para construir el imperio de fama y reconocimiento que ahora lo rodea. No hay un solo lugar donde usted vaya que no le saquen fotografías, e incluso hay noticias sobre porque cambio su forma de barba. La prensa y los medios son uno de sus mayores enemigos, sobre todo si la información se modifica.
No quiero ser la causa de que usted pierda todo por lo que a trabajado, no quiero que se hunda en miseria por besar a un menor de edad o llegar a algo más conmigo.- respiré algo agitado, la bomba ya había sido lanzada. Claramente no espere el silencio de casi un minuto en la otra línea y mucho menos la risa graciosa que se escuchó luego.

- Jamás había escuchado tal idiotez.- dijo simplemente, divertido pero conciso.- No hay nada que los medios o las plataformas puedan decir para ensuciar mi nombre más de lo que yo mismo lo e echo. Jamás me arrepentiría de algo que ya hice, mucho menos si tiene que ver contigo, Peter. Te e estado observando mucho tiempo y cuando nos besamos todos mis sentimientos no hicieron más que confirmarse en su totalidad. Para mí la edad no es lo importante, además en unos meses cumplirás dieciocho. Pero si tú no te sientes cómodo con este situación ahora, podemos dejarlo.- mi garganta se seco ante lo último ¿Dejarlo? No era eso lo que pensaba.

- Yo... No, yo...- comencé a balbucear, sin saber muy bien que decir.- No es eso lo que quiero decir, señor Stark.- susurré suavemente, sintiendo el rojo de mis mejillas.

- ¿No quieres dejarlo?- preguntó suavemente, parecía aliviado.- Si lo que te preocupa soy yo o mi carrera, de verdad que eso no tiene importancia. Deseo estar contigo, Pet.- su voz salió tan segura, tan llena de cariño que podría jurar que no había ni una sola duda en su mente.

- Eso... Yo también deseo estar con usted.- murmuré, avergonzado.- Yo debería estar en clases, así que debo irme. Salgo a las cinco, pero podría ir a la torre en un rato y...- no me dejó terminar.

- No te preocupes, estaré allá a esa hora. Iremos a comer o algo, así como una cita.- sentí mi corazón palpitar con fuerza en mi pecho por aquella palabra. Solté una risita.

- Claro, me encantaría. Debo irme, Tony. Van a matarme si se entera que salí de clases.- susurré, escuchando los pasos en el pasillo, señal de que la segunda hora estaba comenzando.

- ¿Te saltaste una clase? Ésto de verdad debió tenerte conmocionado.- se burló. Yo solté una risa pausada, sin risa.

- Que gracioso, me iré ahora. Nos vemos y no olvides almorzar algo.- corté y guardé todas mis cosas con rapidez para dirigirme a la próxima clase.- Así que así se siente amar.- hable conmigo mismo mientras recorría el pasillo.- Dolió, pero...- sonreí como un tonto.- Me siento sanado.- susurré, antes de entrar al salón.

ℙ𝕒𝕝𝕒𝕓𝕣𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝕒𝕞𝕠𝕣•Starker• 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora