Capitulo 10: Perfectamente imperfecto.

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Peter: MIT. Tres años después. 15:38 p.m

El tiempo pasó con una gran velocidad y apenas me enteré cuando ya era hora de salir de la universidad.
Cursaba mi segundo año de robótica y me sentía pleno.
Todo fue gracias al esfuerzo y a la dedicación, me gradué de la academia con notas perfectas y conseguí una beca para la universidad de 75%.

La vibración de mi teléfono me volvió a la realidad y alejando aquellos pensamiento emotivos.
Saqué el aparato de mi bolsillo y contesté la llamada.

- Hola.- dije simplemente, olvidandome de ver la pantalla.

- Bebé ¿Ya pasó por tí?- sentí mis mejillas calentarse por ese apodo, a pensar de los años juntos jamás me iba a acostumbrar a sus modos tan tiernos de llamarme. Siempre tan detallista y sorprendentemente esporádico.- ¿Pet? ¿Estás ahí?- negué con la cabeza y sonreí.

- Perdón, Tony. Me distraje un momento. Justo estaba saliendo, puedo volver solo si quieres, no quiero interrumpir tu trabajo.- bajé las escaleras de uno en uno, aún faltaban varios pisos para llegar finalmente a la salida.

- Nada es más importante que tú, Pet. Además, ya terminé con todo mi trabajo de hoy.- respondió con seguridad. Levanté una ceja burlona ante lo último.

- Entonces llamaré a Pepper para confirmar lo último, señor Stark.- amenacé en broma. Claramente no había finalizado con sus deberes, solo buscaba una forma de zafarse y venir conmigo.

- ¡No! No quise decir que ya los termine todos, si no que ya hice suficientes y puedo tomar un descanso...- atajó de inmediato.- Además, acabas de llamarme por mi apellido y sabes que eso me encanta... Llego en 10'.- y cortó. Negué divertido ante su comportamiento y continúe mi camino hacia la primera planta.
Toqué mis mejillas, ahora rosas por los atrevimientos del millonario y sonreí.

Un auto negro, según Tony su auto de civil, se frenó en frente del enorme edificio que tenía el MIT. Sonreí como un idiota al verlo y sin más me aproximé a él, con pasos tranquilos.

- Hola, bebé. Lamento haberte echo esperar, había algo de tráfico.- negué suavemente antes de plantar un beso en sus labios.

- No te preocupes, acabo de bajar.- susurré suavemente y cerré los ojos al sentir un besito en mi naríz.

- Bien ¿Quieres ir a comer algo? Se me antoja...- preguntó.

- Una hamburguesa de Burguer King simple, con papás grandes y ketchup.- completé burlón, ambos subimos al auto.

- Me conoces tan bien.- contestó con cariño y yo solo reí.

- Siempre pides lo mismo.- rodó los ojos con una sonrisa y arrancó el auto para dirigirnos a algún local de comida.

                           [...]

- ¡Ahhh! ¡Tony, bájame!- me aferré a su saco costoso por la espalda y fruncí el ceño. Me había cargado como una bolsa de papas en el ascensor y ahora entrabamos al complejo.- ¡Déjame, Stark!

- Te e extrañado mucho.- comentó, me bajó y se sentó en el sofá, colocándome sobre las mismas. Beso mis labios suavemente, haciendo bailar nuestras lenguas en una danza ya conocida y exquisita. Me aferré a su cabello con ligera fuerza, haciendo que el mayor sonría.

Sus manos estaban en mi cintura, haciendo mimos en la zona sin soltar su agarre firme.

- Te amo.- susurré contra sus labios, besando castamente los mismos y bajando en un caminito de besitos hasta su barba, haciéndolo reír.

- También te amo, Pet.- contestó y nuevamente sellamos nuestro amor.

                            [...]

Sonreía tontamente, mientras mi dedo dibujaba garabatos imaginarios sobre el reactor que tenía el pecho de Tony. Me fascina aquel artefacto, pero al mismo tiempo me aterraba. Jamás se lo diría, pero creo que ya lo sabe.

- Quiero helado.- comenté simplemente. Me acomodé mejor, subiendo hasta el cuello del magnate, aspirando su aroma tan familiar. Besé allí y lamí, sintiendo su sabor tan embriagante. Solté un gritito divertido cuando sus fuertes brazos me sostuvieron y me hicieron subir sobre él, tapando nuestra desnudez solo con la sábana.

Besé todo su rostro, sacando sonrisas tiernas al genio y disfrutando de los mimos que sentía en mi espalda. Me recosté sobre su pecho completamente, abrazandome a él.

- ¿Eres alguna especie de monito?- preguntó divertido, haciendo referencia a la manía que tenía de abrazarlo todo el tiempo y sujetarme a él. Reí suavemente.

- Es que tú me das paz y uno siempre quiere estar donde se siente bien...- contesté con simpleza, besando nuevamente sus labios.

ℙ𝕒𝕝𝕒𝕓𝕣𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝕒𝕞𝕠𝕣•Starker• 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora