Liam
Estaba en un sube y baja de emociones muy fuerte.
¡Tendré una princesa!- decía una y otra vez
Por momentos mi mente divagaba en pensar en ese nuevo ser que venía en camino, estaba tan sumergido en ello que no me di cuenta que le afirme a Zoey anunciar el sexo de nuestra pequeña en una comida.
¿Entonces "MI AMOR"?- dijo con suma autoridad.
Haber, espérate un momento, ni soy tu amor ni soy nada para ti más que el papá de esta pequeñita, ¿Entendiste?- dije muy molesto.
Te lo pongo muy fácil Liam, aquí las cosas se van a hacer a mi modo- se acomodo su cabellera- las pruebas de tu paternidad pueden desaparecer, así como tu hija y yo, jamás la conocerás si así me lo propongo- dijo con una sonrisa.
No te atreverías- dije entre dientes tratando de contener la ira que iba creciendo.
¡Oh, claro que sí! Incluso puedo abortar si es que así lo deseo, no necesito tu permiso para nada, este es mi cuerpo y tú no vas a seguir tratándome como lo haces, ¡Así que tú decides o eres, o no eres! Así de fácil, ¡MI AMOR!- estaba acabado eso lo sabía.
Trate de no estallar en su contra y sacar a relucir todo este vómito verbal que me consumía, en serio quería conocer a mi princesita.
Tienes solo de aquí hasta la florería de la gata que se decía tu novia para que me des una respuesta, así que llévame hacia allá- me ordenó.
No sería bueno que nos vieran juntos no hasta que yo hablé con Aurea, necesito que ella sepa lo que está pasando, necesito que entienda que las cosas no son como lo van a parecer.
Maneje lo más lento posible para tomar una decisión, tome mi celular y busque el número de Aurea.
¿Mi princesa?, Debes de quitar esa ridiculez, ya llegó tu verdadera princesa, así que dame tu celular que yo me encargo- me arrebato mi celular y se metió en todo lo que pudo.
No sabía por qué era que yo le permitía tanto, me tenía por completo tomado de las pelotas con mi hija y eso me avergonzaba, me ponía a pensar como era que había cosas por las que doblaría las manos, sabía que eso era un chantaje y no podía seguir así, tenía claro que me tenía que adaptar a la de ya o alejarme definitivamente de mi hija.
La cabeza me comenzaba a doler, todo fue tan rápido que ni siquiera me di cuenta como es que llegamos, todo paso tan rápido que no sabía cómo lo manejaría después, quizás esto me sobrepasaba y debía dejar las cosas como estaban.
Aurea
El tiempo ha pasado de manera tan rápida, no me permití estar lamentándome por algo que sabía podía pasar. Sin embargo, también sabía que con el pasar del tiempo seguiría encontrándome con el y sinceramente necesitaba ya no verlo y dejar de sentirme miserable cada vez que lo veía, pero era por el hecho de que Zoey aprovechaba en insultarme y en cada oportunidad hacerme saber que su hija llegaría en menos meses así que tome la decisión de alejarme.
Aure!- me habló mi mamá para despertarme.
Mmmmm-
Hoy es el día de la revelación de sexo de los Córdoba- mi madre y yo éramos súper profesionales y ya hablábamos de forma respetuosa a Liam y Zoey.
Si madre, me baño rápido, espérame- prácticamente salte de la cama.
No hija con calma, iré a ver a Leny y Arya, me dijeron que ellos llevarían a otros 2 chicos para que nos ayudarán a montar en la casa de los Córdoba- respondió mi madre.
Muy bien ma, yo me apuro y llego a la florería-
¿Estás consiente de que te encontrarás con el señor Córdoba?- puse los ojos en blanco pero trabajo era trabajo y con la determinación que tenía haría que eso no me afectará.
Me bañe y arregle lo más rápido que pude sabía que si algo no estaba en tiempo Zoey estaría jodiendole la vida a mi madre, ya no podría con otro cosa más, amenazaba con quitarnos el espacio aún cuando llevábamos rentas adelantadas.
Por fin llegué y como lo sabía ella ya se encontraba hablándole como siempre a mi madre colo si fuera su criada y no podía soportarlo.
Este maldito color no es el que le pedí- gritaba.
Señorita, lo confirmo el miércoles- respondió mi madre.
¡Además dices que soy mentirosa maldita gata!- esto hizo que se me olvidará su embarazo.
Mire señora Córdoba, le voy a pedir que deje de hablarle así a mi madre o si no...- me interrumpió.
¿O si no que?- me tomo del rostro.
Por un momento los ojos se conectaron con los ojos de Liam, quien pensé que no haría algo pero bajo la mirada y después trato de hablarle.
Zoey, este color está bien, hace contraste con los manteles- dijo el con la cabeza gacha.
¿Vas a defender a estás gatas?- grito, soltándome abruptamente.
No es eso, pero son muchas flores y ya tenemos el tiempo encima-
Vámonos de aquí, tanta maldita incompetencia me da asco así como sus caras- se giró a verme- ya arreglaré las cosas contigo-
Creo que es la persona más despreciable que he visto y eso que solo llevo 5 minutos- gire a ver a la persona que hablaba- ¿Estás bien?-
¿Raciel?- pregunte- oh sí estoy bien no te preocupes-
Era raro ver cómo este chico que a decir por su casa se ve de familia bien acomodada y que no le hace falta nada. Este aquí por un salario muy inferior de lo que se ve acostumbra.
Si el mismo- respondió sonriente.
¡Que gusto!- iguales el saludo.
¿Nos vamos?-