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He visto segundos que serían más fáciles de olvidar, he visto secuencias que pueden ser la mas turbia pesadilla, como nacen palabras hirientes destinadas a querer destruir el alma que solo ha tratado ser, una mas de aquellas que aun buscan partículas de felicidad.
He visto una lagrima reflejar toda la luz que un universo particular desprende, una sonrisa que nace para combatir la nostalgia, gestos adornados con una mesura traída desde esa calma que a veces, ni yo he logrado hallar.
He visto coincidencias atribuidas a la magia, secretos circulando entre los dedos de quien como un atrevido confidente calla, miradas repletas de palabras, gestos que solo pueden ser puros nacidos desde la sinceridad.
He visto versos, intentos de creación guardados en el más estricto de los secretos, como también otros que han servido para aligerar las penas,o han pasado a ser canciones acomodadas entre las notas de una guitarra y que agradecidas, esperaban verse galardonadas con una moneda.
También pequeños espacios donde caben todos los planetas, un puñado de estrellas utilizadas como luz cuando la oscuridad ha querido ser protagonista, una temida confesión entre amigas, la espectacular explosión de júbilo al recibir una ansiada noticia.
He visto pasar a una soledad engalanada, arrastrando sus cadenas donde pretendió prender segundos que nunca le pertenecieron, sus artimañas destinadas a conquistar lugares que jamás le serán concedidos.
He visto las diferentes edades de quien trata reconocerse en ese cristal que refleja su apariencia, sus surcos en la piel, y como su pelo se viste progresivamente entre canas, como aquel otro que se disfraza pretendiendo aparentar algo que nunca fue.
He visto campos arrasados entre terribles ráfagas de viento, un diluvio que ha convertido cada paso en un lastre pesado, gigantes charcos convertirse en ríos de potentes caudales donde naufragar.
He visto nacer nuevas vidas engendradas, la felicidad reflejada en quien hizo de su vientre la más cómoda morada donde crecer, la protección desbordada entre dulces y sentidos arrumacos, las miradas llenas de escándalo por ver como se amamanta a un bebé de un pecho.
Los primeros pasos de quien aprendía a caminar de nuevo tras caer de rodillas un centenar de veces, la ternura de un abrazo o la rabia, de un golpe de impotencia cuando algo no se puede comprender.
He visto la inocencia que un niño rebosa, sus palabras formuladas como aquella pregunta que te puede desmontar y te deja sin respuesta, su particular visón de ese mundo donde nada o poco tiene más verdadera importancia que su felicidad.
He visto muros de hipocresía, falsa vanidad disfrazada de justicia sin ser tal, seres colmados de negatividad capaces de robar tu energía más vital, contrarrestados por aquellos que desprenden una luz que logra envolver el alma para llenarla de paz.
Lugares donde refugiados ser guardaron porciones de calma que recuperar, cuando la vida se convertía en torbellinos capaces de alterar cualquier punto cardinal.
Aunque también he visto pedazos de mi, divagando entre mis ideas, convirtiéndose en un relato que algún día quizás pueda terminar de comprender.
He visto morir a una parte de mi cuando la vida se llevó a quienes han sido mis referentes, o como me abandonaron a mi propia suerte por tomar una decisión.
Aunque también como la suerte partía a mi lado para lograr, que el camino fuera aquel más justo y donde menos errores cometer.
Amistades que sobreviven al paso de los años, los mismos que determinan la edad de quien ahora escribe la palabras y que logran sacar lo mejor de este imperfecto ser.
He visto todos aquellos límites que me definen, cada una de las cadenas que al pasado me tenían amarrado, las distancias que he mantenido hacia mí mismo y las peleas que distraían cualquier atención en lo importante.
Quizás también, un mundo que aun no se entiende, que mantiene la eterna lucha entre poderes que lejos de comprender solo consiguen que los repudies, como se generan las injusticias mas hirientes sin que nadie clame más allá del espacio que le rodea.
He visto como tantos las diferentes caras que la realidad sostiene, las artimañas que genera la tristeza, lo noble de un sentimiento, la maravilla que habita en el amor, y como este, se convierte en doloroso cuando se pierde.
He visto entre una multitud a cientos de personajes dignos para crear en ellos cualquier historia, semejantes a mi, iguales que yo, iguales que tu.
He visto y seguiré viendo todo aquello que me rodea y quizás algún día logre que unas pocas palabras sean capaces de expresar con más certezas que dudas, y hasta entonces, seré un paseante mas que se detiene a observar, para seguir viendo, viéndome o viéndote...

Todas las vidas que no viví Donde viven las historias. Descúbrelo ahora