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Desde las voces que no claman, mantenidas en silencio,
la revuelta de sentidos crean,
conflictos vestidos de malvas.
Desde las entrañas del olvido,
cortijo de ausencias reclamadas,
al destierro de palabras que vagan en busca de bocas,
capaces de mantenerlas con vida.
Desde el miedo producido entre vaivenes de una vida,
hasta esa falta de expectativas bañadas en rutina,
bendiciones recibidas por el insulso trancurrir de el tiempo.
Y todo se resume en el frío de unas manos desnudas,
olvidadizas ellas en el arte de adornar caricias ,
en lo insignificante que resulta acabar, entre puntos suspensivos...

Todas las vidas que no viví Donde viven las historias. Descúbrelo ahora