Divergente (Cuatro/Four)

Capitulo 10- Visitas (parte 2)

¿Qué es lo que quiero hacer? Caminar en la dirección opuesta al foso, que es donde se esperan las visitas de los familiares. ¿Qué es lo que estoy haciendo? Caminar hacia el foso, siendo sincera no sé porque lo estoy haciendo, ¿por el ataque de ira de hace unos minuto? puede ser.

Cuando llego al foso veo a gente llorando, riendo, abrazándose... El ambiente tiene una gran carga de amor fraternal, uno que hace que me sienta incomoda. De repente siento una mano agarrarme el brazo desde atrás y tirar de mí, cuando me giro sobresaltada veo a un risueño Tom, consiguiendo relajarme automáticamente.

- Ven Mad quiero presentarte a mis padres.- pasó su brazo sobre mis hombres y nos dirigimos a una pareja, de unos cuarenta o cincuenta años, la mujer era rubia y el hombre castaño, Tom era la viva imagen de su padre.

- Papá, mamá, esta es Mad- estreché sus manos con una sonrisa educada, mientras, solo esperaba pasar desapercibida por mis propios padres- Mad, ellos son mis padres, Tony y Nicola.

- Encantada de conocerlos.

- El placer es nuestro querida, Tom nos ha dicho que le has estado ayudando a entrenar.- dijo su madre con tono maternal.

- Sí, bueno, no diría ayudar, pero sí entrenamos juntos a menudo.- respondí con una sonrisa tensa.

- Sabemos que este sitio es difícil, nos alegra que el pequeño Tommy tenga alguien en quien apoyarse, sobre todo en la iniciación. Ya nos ha presentado a Lexi y Emily, pero entre nosotros- puso su mano al rededor de su boca, pero susurrando a un volumen suficientemente alto para que los tres lo escucharemos- por lo que han dicho, das un poco de miedo cuando te pones modo ataque.

- ¡Papá! Se suponía que no tenias que decir eso- dijo Tom entre dientes.

- ¿Te doy miedo pequeño Tommy?- digo haciéndome la ofendida, la cara de Tom comenzó a enrojecerse de la vergüenza.

- No... claro qué no, solo, no me gustaría pelear contigo.

- A mi tampoco me gustaría tener que pelear cont...

- Madeleine cariño llevamos mucho tiempo buscándote- la voz de mi madre me interrumpe, una voz que esperaba no volver a escuchar, al menos no tan pronto.

Al girarme veo a mis padres sonriendo en mi dirección, cualquiera que los viera pensarían que me han echado de menos, que éramos una familia feliz. Mi madre corre en mi dirección, envolviéndome en un abrazo, pero yo no se lo devuelvo. Me he cansado de fingir ser la familia perfecta.

- Perdón que os robemos a Madeleine pero la echábamos mucho de menos- dice mi padre hacia los padres de Tom.- Vamos cariño- pero no espera que me mueva, me sujeta del brazo sutilmente y me lleva lejos del cúmulo de familias.

- ¿No vamos a seguir fingiendo ser la familia perfecta delante de todos?- una sonrisa sarcástica se hacía presenta en mi cara, agrandándose al ver cómo la máscara desaparecía de la cara de mis padres, dando paso a su ceño que no reflejaba otra cosa que ira. Lo que ellos no sabían es que ahora podía defenderme, ya no tenía que tenerles miedo, no podrían hacerme nada, no podían obligarme a volver a casa, ya era libre.

Me dirigieron a un pasillo, alejado y oculto, y fue en ese momento que las mascaras cayeron.

- ¿Quién te crees que eres para dejar Erudición?- dice mi padre furioso después de soltarme, asegurándoselo en el proceso de empujarme contra la pared, dejándome de este modo sin la posibilidad de huir.

- Querido padre,- solté con una sonrisa sarcástica, para demostrar que ya no podía intimidarme- se supone que la Ceremonia de Elección es para eso precisamente, elegir, y es lo que hice, deberías saberlo, digo ya que eres un erudito.