Capitulo 14- Buenos días

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MAD POV

Me despierto teniendo calor y noto como algo pesa en mi estomago, abro ligeramente un ojo para encontrarme con una imagen que definitivamente no me esperaba. Cuatro esta dormido prácticamente encima de mi, definitivamente ahora no hay ni rastro de la imagen de instructor frío que le encanta mostrar en los entrenamientos, no mientras tiene una pierna enredada con las mías, su brazo sobre mi estomago no permitiéndome que me levante y su cabeza apoyada en mi hombro.

Debato mis posibilidades para salir de aquí, puedo intentar salir sin que se dé cuenta pero eso sería aburrido, otra opción sería despertarlo, entonces sabría que lo he pillado y ver su reacción. Pero mientras me debato entre las posibilidades, Cuatro empieza a moverse así que opto por la tercera hacerme la dormida, y ver su reacción.

Me aprieta mas contra su cuerpo y mueve su cabeza ligeramente, haciendo que el inicio de su barba irrite un poco la piel de mi hombro, sorprendentemente no es desagradable. Puedo decir exactamente el momento en que se da cuenta de que no tiene la cabeza en su almohada cuando para todos sus movimientos y todo su cuerpo se tensa, realmente es difícil aguantar la risa, aún sin poder ver su cara.

Levanta poco a poco su cabeza y escucho como maldice por lo bajo, tratando de no despertarme, sin saber que ya lo estoy. Se mueve con cuidado hasta salir de la cama.

- Mierda, mierda, mierda...-lo escucho decir mientras camina hacia el baño y escucho como el agua de la ducha empieza a caer, permitiéndome reír un poco ante su reacción.

Suponiendo que tendré unos 5 o 10 minutos mientras él está en la ducha, me levanto para ver mi aspecto en un pequeño espejo que se encuentra cerca de su armario. Las marcas en el cuello están mas oscuras que ayer y no me gusta verlas, el lado bueno es que aunque me duele al hablar sigo teniendo voz.

Toco en la puerta del baño con la intención de preguntarle a Cuatro si puedo coger algo de cuello vuelto de su armario y donde están las antiinflamatorios, pero no contesta, algo extraño ya que debería poder escucharme, así que decido que no tengo otra opción que jugar atrevido. Compruebo si la puerta esta cerrada, pero no lo esta así que entro en el baño.

- ¿Hola?- veo cómo su cabeza se asoma detrás de la cortina de ducha con los ojos muy abiertos, el pelo mojado y gotas de agua resbalando por toda su cara, el agua le sienta bien.

- ¿Qué haces en el baño? ¿No escuchaste la ducha?- pregunta intentando no mirarme y sé que le da vergüenza después de cómo nos hemos despertado.

- Escuché la ducha, claramente fuiste tu el que no escuchó ninguna de las cinco veces que te llamé.- digo con voz lo más inocente posible mientras ladeo la cabeza, intentando hacer lo más descarado posible mi interés por lo que hay dentro de la ducha, que divertido es verlo frustrado.

- ¿No podías esperar a que acabara?- pregunta mientras veo cómo sus mejillas se vuelven un poco rojas bajo mi mirada.

- Sigo teniendo voz pero me duele bastante la garganta, solo quería saber donde guardas los antiinflamatorios.- veo como su mirada viaja a mi cuello y sus cejas se fruncen, pero no es una mirada de pena de las que odio, si no una de entendimiento y no se si preferiría lo primero.

- Está en una caja debajo del lavabo, tomate dos sí quieres.

Empiezo a buscar la caja, no es difícil de encontrarla, la caja no es de gran tamaño pero esta tan llena de cosas que es imposible cerrarla. Tomo dos pastillas y mientras estoy guardando la caja escucho como la ducha se apaga.

- ¿Sigues en el baño?- escucho la voz de Cuatro amortiguada por los azulejos del baño.

- Sip.

Divergente (Cuatro/Four)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora