Dos mundos opuestos

Capítulo X

Joey

La hija de César y Virgilia se mantuvo cerca de Valia, sabemos cuáles eran sus planes, teniendo en cuenta tanta insistencia de su parte es posible que se tratara de un intento de secuestro. Estamos preparados para estás situaciones, y los hombres encargados de nuestra seguridad lo deben estar aún más. Valia pudo regresar con bien a casa, sin embargo está será su última noche aquí, mañana ella regresará con su familia, lo quiera o no ella ya no pertenece a este lugar, es un mundo peligroso, muy peligroso, por supuesto no quiero continuar exponiendo su vida a todos estos horrores. Una vez fuera, ellos dejarán de buscarla y de intentar hacerle daño, entonces sus amenazas serán directas, pero prefiero perder mi vida a que Valia pierda la suya.

2:17 AM con la ayuda de la luz que emitía una pequeña vela, todos subimos a nuestras habitaciones. En medio de la oscuridad cambiamos nuestra ropa, Valia comienza a quitar su blanco vestido, corto, ajustado, queda en ropa interior y acomoda su cabello en una trenza. Es la última vez que dormirás conmigo, permíteme estar una última vez, déjame sentir tus labios por última vez.

—Hoy lucias hermosa— dije haciéndola sonreír.

—Gracias.

Me acerco a ella por detrás, la envuelvo en mis brazos, beso sus hombros desnudos, siento la textura de su piel caliente una vez más. Ella coloca sus manos sobre las mías y recarga su cabeza en mis brazos, deja pequeños besos en ellos, cada uno más lento como si supiera lo que va a suceder.

—Me enamoré de ti desde el primer instante— hablé— tus ojos brillaron cuando me miraste y supe que tú también te habías enamorado. Te amo, Valia.

—Yo también te amo, Joey— dice con la voz entrecortada.

Se voltea hacia mi, la tomo de la cintura, ella me observa directamente a los ojos, sonríe y sus ojos brillan conteniendo un montón de lágrimas. Coloca su cabeza en mi pecho, acarició su cabello y besó su cabeza, el aroma de su perfume quedará para siempre en mi memoria. Quizá en otra vida podremos estar juntos, pero está no es la correcta.

—Hasta mañana.

Valia entra en las cobijas, me da la espalda y abraza fuertemente su almohada. Después de unos minutos entro con ella, nuevamente la abracé, ella hizo lo mismo. Parece una pequeña bebé entre mis brazos, por primera vez parecemos dos verdaderos enamorados, dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, estoy a punto de perderla.

—Eres el único hombre del que me he enamorado, yo sé que hubo alguien antes de mi pero ella jamás te amó como yo. Ahora siento que todo ese cariño solo ha sido desperdiciado, míranos, necesitandome solo en tus peores momentos y yo soportandolo igual. Y no hay reclamo aquí, porque yo soportaría todo si decides dejarme aquí.

—Descansa, Valia— respondí, evitando sus palabras.

La noche parece eterna, deja tu amor sobre mis brazos, pronto estaré vacío. Quizá para ese momento me dice cuenta del grabé error, ya será muy tarde, no me importara más porque ya nada volverá.

Las horas pasan y yo solo puedo pensar en la despedida próxima a realizarse, el amanecer está cada vez más cerca. Con esta joven hermosa sobre mis brazos es imposible no sentirse triste. El siguente será muy afortunado, te dará todo lo que jamás pude darte, tú mereces ser feliz. Lamento prometer algo que no podré cumplir jamás.

Quitó una parte de mi, conservarla para siempre en lo más profundo de tu corazón, cuídala porque será el único recuerdo. Cuando me extrañes, puedes abrir tu corazón y sacar aquella parte, mírate en el espejo, no me guardes ningún rencor. No miento cuando digo que solo quiero lo mejor para ti, el amor no existe aquí en esta montaña oscura donde todo el año hay tormentas, aquí nunca sale el sol, pero tú hiciste que por un segundo las nubes grises y los relámpagos se marcharán, un sueño, solo estaba soñando, eso no es posible. Cada uno en su lugar, así las cosas funcionan.

El sol ya está apareciendo, la habitación comienza a iluminarse, el cabello de Valia se vuelve más café en la luz natural. Ella está tan cansada, mientras uno duerme el otro cuida de su sueño. Este es nuestro último amanecer, creí que jamás se terminaría, creí que sería para siempre, no paro de repetir que me equivoqué.

Cuidadosamente me levanto de la cama, cambio mi ropa y salgo de la habitación.  En la sala se encuentran mis hermanos, con mi padre, Merab y Vito. Las maletas de Valia ya están hechas, ahora solo falta esperar a que ella despierte y entonces la llevaré de vuelta a casa. Ordenó que suban todas sus cosas al auto, volveremos a la mansión de mi padre y después nos marcharemos.

—¿Cómo lo ha tomado?—me pregunto Merab.

—Aun no lo sabe— respondió por mi Solange.

—Ella pensará que saldremos a desayunar y después no podrá evitarlo— dije.

—La vamos a extrañar— hablo mi tío.

—Claro, pero siempre es mejor extrañar a una viva que a una muerta. La viva puede regresar, pero la muerta jamás— dice mi padre— esa niña me recuerda tanto a Beth, siempre tan necia y perseverante, siempre queriendo seguir adelante, apoyando a quienes más ama, también tan buena y hermosa. No pude salvar a mi esposa de una enfermedad, sin embargo, quiero salvar a Valia de la maldad.

A mí padre no le gusta hablar de mamá, quizá porque recordarla nos hace sentir muy tristes a todos. Ella era una mujer tan perfecta, alguien que no podía ser igualada por nadie en el mundo, me equivoqué, Valia es tan perfecta como ella.

—Buenos días— nos saluda Valia mientras entra a la habitación.

—Buenos días— respondí— volveremos a la mansión, iremos a desayunar, quiero solucionar el mal rato de ayer.

Valia sonrió y asintió.

Nos despedimos de mi familia. Todos abrazaron a Valia, esta es la última vez que la verán, Solange casi comenzó a llorar pero logro mantener las lágrimas para después de que entraramos a los túneles que conducen a la mansión, entonces ella pudo desplomarse en el suelo, eso es lo que Bernard me dijo, Solange cayó y rompió en el segundo llanto más grande de su vida.

Salimos de la mansión de mi padre en un auto que yo mismo conduzco, ella encendió la radio, observa a través de la ventana y suspira en repetidas ocasiones. En voz baja canta las canciones que se reproducen.

Oh baby, baby, how was I supposed to know
That something wasn't right here?

No me permite ver su rostro, su cabello lo cubre y el hecho de que mire al otro lado lo vuelve imposible.

Show me how want it to be
Tell me, baby, 'cause I need to know now

—Valia, ¿Ya lo sabes?

—Ya sé que me llevas a casa— me responde mientras limpia sus lágrimas— No es lo peor que has hecho, no es la peor mentira.

—Sabes los problemas legales pueden ser muy complicados.

—Y continuas con la mentira, no existen esos problemas. Es algo mucho peor y tú preferiste callar antes de hablarlo conmigo, con "la mujer de tú vida". Podías decirme cómo ser, cada mañana al despertar cometía los mismos errores. Yo te entregué mi vida y ahora... Jamás me dijiste como actuar, dime ahora cómo voy a vivir sin ti.

—Lo acepto, he cometido el peor de mis errores al mentirte. Yo solo quiero que estés bien y con esas personas detrás es complicado mantener mi calma.

—¿Cómo se supone que lo iba a saber?— cuestiona, ella tiene razón. Debí hablarlo, así pudimos evitar el fin de nuestra historia— Te voy a esperar. Hay algo que nadie podrá quitar, el tiempo y el amor que sentí.  Gracias por todo. Volvemos a ser desconocidos.