Capitulo XV

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Valia

Los días pasan y yo aún no sé cómo hacer para mirar adelanté. Cada uno de mis días los paso en el hospital, cuidando de Joey, dicen que él puede escucharme. Cómo voy a seguir sin ti, cómo voy a vivir si tú no estás conmigo. Día y noche junto a ti, no puedo ni quiero separarme de ti, si debo pasar mil años encerrada en esta habitación cuidando de ti, yo lo haré con gusto, nadie me separará de ti jamás y cada día despertaré a tu lado esperando que tú también lo hagas porque se que despertarás, se que regresarás y podremos vivir, si ya no me quieres más en tu vida está bien pero solo quiero que continúes con tu vida.

Contigo encontré la felicidad. La pintura de la hermosa mujer, decidí buscar al comprador y ofrecerle una mayor cantidad por aquella pintura, ahora está en mi casa, aquella pintura por la que nuestro amor nació está ahí para recordarte. No quiero pensar que te he perdido.

He perdido la cuenta de los días que he pasado a tu lado, físicamente estás aquí pero no puedo sentir más tu amor y no sabes cuánto lo extraño. Cada noche le pido al cielo te dé una nueva oportunidad de vivir, una noche más en la que debo llorar. Te digo hasta mañana esperándote. Te amo cada día más, es un amor extraño, quizá lo es, pero los dos sabemos lo mucho que te amo.

Vuelvo a soñar que te quedas conmigo, que nunca te has ido. Tal vez así es como debo vivir, soñando.

—Hola Valia— me saluda Matt llegando a la habitación.

—Hola— conteste indiferente.

—¿Podemos salir un momento?— me pregunta a lo que yo simplemente asentí.

Me pongo de pie, camino con Matt a fuera de la habitación, nos sentamos sobre las incómodas  sillas de espera. Matt me entrego un café, lo tomé y él procedió a acariciar mi cabeza mientras me sonríe.

—¿Te he hablado de mi Beth?— me pregunta.

Niego con la cabeza mientras comienzo a tomar el café.

—Ella era el amor de mi vida. Era la mujer más perfecta en el mundo, la más hermosa, la más fuerte, la más inteligente, la más alegre, simplemente la mejor de las mujeres. Por eso me casé con ella. Beth estuvo presente en todos y cada uno de mis logros, y aunque sabía que no la merecía, también sabía que no la podía dejar ir.
Comenzamos nuestra relación cuando ella tenía diecisiete años y yo veintitrés. Siempre quise que ella tuviera una vida mejor, alejada de este infierno, pero Beth jamás se separaro de mí. Cinco años después nos casamos y al siguiente nació Joey. Beth fue una madre excepcional, ella daba la vida por nuestros hijos.
Siempre he pensado que las mejores personas no merecen vivir en este planeta, esas personas deben habitar el cielo. Es por eso que ella tuvo que morir, porque solo el cielo es digno de tenerla, sé que ella está muy bien. Joey quedó muy afectado tras la muerte de su madre, pasó de ser un niño alegre a ser uno que apenas llegaba a sacar una pequeña sonrisa. Creo que todos pensamos que jamás sería feliz, no sin mi Beth. Pero llegaste tú, otra mujer perfecta.

—No soy perfecta, soy un caos— dije.

—Claro que si eres perfecta— afirmó Matt— ¿Sabes cómo lo sé? Porque por ti volvió a ser feliz. Joey fue más feliz que nunca cuando tú estuviste con él. Valia y Beth, las mejores mujeres del universo. Eres igual a ella, yo sé que por esa razón se enamoró de ti.

Suspiré. Yo no tengo comparación con aquella hermosa y perfecta mujer, Beth, no tengo comparación contigo, eras mucho mejor que yo. Ni siquiera merezco ser comparada contigo, mucho menos igualada, esa esencia que dejaste sobre quienes más te amaban, todo ese amor por ti es simplemente tuyo y nadie podrá igualarlo. Matt dice que eras muy fuerte y quisiera tener tan solo eso de ti, esa fortaleza, yo no tengo ninguna fuerza, en los peores momentos no se cómo salir de ellos, ¿Qué debo hacer Beth?

—Debes irte, Valia— me dice Matt mientras pone su mano sobre mi espalda.

Sus palabras causan una gran impresión en mí. ¿Cómo que debo irme? Eso no ocurrirá jamás, pasaré mi vida a lado de Joey, no puedo separarme de él. No podría seguir por la vida sin él. Quién solo me dio alegrías, el único en preocuparse por hacerme feliz, me protegía, cómo no enamorarme de ti Joey. Dime cómo debo ser de ahora en adelante si tú ausencia siempre me gana, lo teníamos todo y lo perdimos, ¿Qué debo hacer?

—No puedes vivir a lado de alguien con un futuro incierto, sin saber si algún día despertará o no.

—Pero yo quiero seguir aqui— hablé insistente— quiero permanecer aquí, sea cuál sea el destino.

—Esa no es una vida. Joey estará feliz de verte seguir con tu vida, por él no te detengas.

Comencé a llorar, Matt me abrazó. Él trata de tranquilizarme. Lo siento tanto pero en este momento no puedo separarme de Joey, él me tiene atada, mi corazón le pertenece y no podré vivir sabiendo que Joey está aquí luchando por hacerlo. Cómo iré por la vida con una falsa sonrisa cuando mi corazón dejo de latir.

Cada beso se siente una vez más, desearía regresar a nuestro primer beso, detener el tiempo en el y quedarnos así por siempre. Besándonos, el tiempo y las personas siguen a nuestro al rededor pero tú y yo somos dos estatuas que todos admiran, dos esculturas que reflejan amor verdadero. Tenerte a mi lado fue ser la reina del mundo, todos a mi lado parecían pequeños, una sensación que jamás antes sentí. Lo acepte todo por amar, partir eso no lo puedo aceptar. Prometimos tanto, poco fue lo que cumplimos. Las nubes grises hoy son parte de nuestra obra. Tocamos el cielo la primera vez, encendimos el sol pero se ha oscurecido, me estoy muriendo. Lo mejor de mi vida fuiste tú Joey.

Pronto se hizo de noche, las luces en la habitación de Joey están apagadas, observó a través de la ventana que se encuentra detrás del sillón en el que siempre permanezco. Ahora me siento un poco más sola de lo habitual y joey nunca vuelve. Me vuelvo a lamentar por todo, quisiera tener ese poder para dar la vuelta, retroceder las páginas del libro y borrar aquel texto que el destino escribió con una tragedia. Pero ya estoy cansada de escuchar el sonido de mis lágrimas. Me pone nerviosa  pensar que los años pasarán y yo estaré lejos de ti, que tus mejores años se han perdido, me aterrada y luego veo una pequeña luz de esperanza con cada respiración que das. Abre esos hermosos ojos brillantes. No volveré a caer en pedazos.

La noche me pone intranquila, ojalá pudiéramos ser dos estrellas en el cielo. Recuerdo nuestros días juntos, cuando quedaba destrozada y simplemente me dejaba caer como una niña sobre tus brazos. Las lágrimas regresan y debo salir para que no me escuches llorar. No sabes cuánto te necesito. Te necesito ahora en esta noche más que  en ninguna otra. Dime como debo seguir. Y si tan solo me tomaras fuerte, si pudieras darme una última esperanza, quiero permanecer así, estaremos juntos para siempre y solo asi estaremos bien, jamás estaremos mal de nuevo. Juntos podemos llegar al fin de la línea con nuestro amor.

¿Qué debo hacer? Estoy siempre en la oscuridad, enciende aquella luz que me guiará al camino de vuelta a ti. Realmente te necesito esta noche, esta noche podemos volver a empezar, te prometo que nada se repetirá, solo necesito de ti, ya no hay nada que yo pueda hacer más que vivir con el recuerdo de aquel chico del que me enamoré, él que jamás fue lo que quiso ser. Yo sé que siempre serás el único quién me quería de la manera que yo soy, tal cuál, como nunca nadie lo hizo. No hay nadie en el universo tan mágico y maravilloso como tú, no hay nada mejor, simplemente no hay nada que yo no haría por ti. Te entrego mi vida por siempre, yo por ti. Te amo Joey.

Dos mundos opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora