Valia
Joey me trajo a casa, he pasado un día inolvidable con él, me aceptó cuando lo besé, significa que soy yo la mujer que hace de su vida más hermosa, es un honor serlo.
Mientras cerraba la puerta me recargaba en ella, suspiré por el fantástico día y subí a mi habitación, debo hacer mi tarea, no tengo hambre así que esperaré hasta la cena para poder comer. Mis padres seguro que no están en casa, la mayoría de veces dejan un mensaje con la empleada pero está vez parece no haber ninguno. Entró a mi habitación con una sonrisa que me hace lucir boba, la verdad siempre sonrió pero sé que está vez luce diferente, está es una sonrisa enamorada. Mi sonrisa se borra al encontrarme con mis padres en mi habitación, no es que me moleste su presencia pero sus rostros y el pesado ambiente hacen que me ponga intranquila, ambos tienen los brazos cruzados y están de pie frente a la puerta, nuevamente me siento intimidada, dos padres tan altos han sido capaces de intimidar a su muy pequeña hija.
—¿En donde estabas Valia?— me pregunta mi padre con voz molesta.
—Fui a tomar un helado con Joey, un amigo— respondí con mucho miedo.
—Julie, necesitamos saber la verdad de esto ¿Sabes quién es ese tal Joey?— comienza a hablar mi madre y yo niego con la cabeza, ella toma mi mano y se sienta a los pies de la cama junto conmigo— Es hijo de Matthei, el jefe de los Madonia.
¿Madonia? Todo este tiempo enamorada de un mafioso, no, no puede ser asi, Joey no es como ellos, él es muy diferente, jamás ha sido malo conmigo, no puede ser cierto que el sea parte de los Madonia. Es por eso que Maryna... No, esto debe ser plan de Pier por no haberlo aceptado, no puedo permitir que hablen falsos de un hombre tan bueno.
—Puedo preguntar ¿quién dijo tal tontería?— indagué.
Mis padres se observaron y suspiraron al mismo tiempo, mamá volvió su mirada a mi, una mirada compasiva que me hacía sentir tonta.
—Maryna nos ha advertido, ella está muy preocupada por ti— responde mi madre.
—Y nosotros tambien. Así que, Julie de ahora en adelante no quiero que vuelvas a encontrarte con aquel hombre, si lo haces olvídate de la universidad en Inglaterra— me amenaza mi padre.
—¡Pero no lo pueden culpar así!— exclamé— Está es una simple habladuría creada con celos. En la fiesta, Pier intento besarme, Joey me defendió y claro que él debe estar celoso.
—Valia, nosotros sabemos perfectamente quien es Joey, no hay mentiras detrás de lo que Maryna dijo.
—¡Te prohíbo que vuelvas a encontrarte con él!— vocifera mi padre y yo comienzo a llorar— desde mañana yo mismo me encargaré de llevarte al instituto y tu madre llegará por ti al final del día.
—Es que no pueden hacerme esto, Joey es diferente, se los juro, él jamás me haría daño— insisto en medio de un mar de lágrimas.
Mis padres se mantienen firmes y salen de mi habitación, mi madre comienza a llorar después de cerrar la puerta, lamento decepcionarlos, yo no sabía nada de esto, pero no puedo dejar de amar a Joey.
Las horas pasan lentas, la recámara se hace cada vez más oscura, la luz de la luna ya cae desde la mitad del cielo. Mi corazón no puede aguantar más, no puedo parar de llorar, sollozos tan altos que llenan mi habitación de sufrimiento, quiero estar con Joey no puedo alejarme de él, este no es el capricho de una adolescente, es en realidad un amor verdadero. No lo harán, no nos separarán.
Observó el reloj, ¿Las doce de la madrugada? No pude parar de llorar en tantas horas. Perfecto porque a esta hora todos duermen. Tome una maleta pequeña y la llene de las primeras prendas que encontraba, tome dinero ahorrado, no es demasiado pero de algo pueden servirme. Cambien mi uniforme y lo deje botado sobre el suelo, me cubrí con la chaqueta de Joey y lentamente salí de mi habitación, lo siento muchísimo pero no puedo vivir así.
Joey
Acostado sobre un colchón tan vacío, la noche es más fría de lo normal, observó hacia la ventana, la ciudad esta muy iluminada, como mi vida en este momento. Valia besándome era lo más hermoso y mágico que me ha sucedido en más de diez años, no pudimos dejar de besarnos, aun cuando la lleve a casa, en mi auto pasamos cuarenta minutos besándonos como locos.
El teléfono comienza a sonar, ¿Quién podrá llamar a media noche? Me levanto lo más rápido para llegar a la sala y responder la llamada.
—Hola— digo rápidamente, esperando no haber llegado tarde.
—Joey, soy Valia— su voz está cortada y su respiración agitada, es acaso que está triste— ¿Podría quedarme contigo esta noche?
—¿En dónde estás Vali?
—En una cabina telefónica a unos metros de dónde se encuentra tu pintura— responde llorando.
—No te muevas, llegaré lo más pronto posible.
Colgué rápidamente la llamada, salí de mi departamento con la ropa tan informal, pero es lo que menos importa, debo llegar rápido, Valia no puede estar sola fuera de casa a tan altas horas de la noche. Me preocupa que algo malo haya sucedido, por su voz triste puedo imaginarme lo peor, parece que no podré alejarme de ella por más que lo intente, ella me necesita.
Conduci a una gran velocidad, por suerte la carretera está más que vacía, pronto conseguí llegar con Valia. Sobre la acera ella estaba sentada, lloraba abrazando una maleta roja. Bajé y corrí para abrazarla, ella recargó su cabeza sobre mi hombro y me agradeció por haber llegado tan rápido, la tome en mis brazos y lleve hasta el auto.
Nos fuimos a mi departamento. Valia no paraba de llorar, prepare un té para tranquilizarla, se recostó en mi cama y conmigo a su lado poco a poco los sollozos se detenían.
—¿Por qué estabas fuera de casa?— pregunté.
—Yo no quiero separarme de ti Joey— respondió— no me importa quien seas, solo se que quiero estar contigo a pesar de todo.
—¿Ya lo sabes?— cuestione, ella me observó con sus rojos e hinchados ojos— Un criminal jamás será para ti.
—Un criminal que ha sido más hombre que cualquier otro que haya conocido. Yo te amo, Joey.
—Me llamo Joey Romand Madonia, soy el sucesor del capo más poderoso del país y yo también te amo Valia.
—Soy Valia y no soy la mejor persona— dijo observándome a los ojos con clemencia— yo merecía lo que aquella noche harían conmigo.
—Ninguna mujer lo merece.
—Quizás yo sí. Todo comenzó hace dos años, experimente el pecado que me hacía feliz y me arruinaba, por primera vez sentía que alguien me amaba. Desde entonces se volvió una necesidad ser amada, hace un año me llevaron a una fiesta, desde entonces no podía evitar perderme en alcohol, terminar en una habitación, en un baño o en un cuarto de escobas con mi mejor amiga gritando mi nombre y rogando al cielo que está vez también siguiera viva. Una vez ella me encontró tirada, algo caliente en mis piernas, mis ojos morados y un labio a punto de reventar, yo era una muñeca con la que habían jugado sin importar lo que sintiera. No pude regresar a casa con mis padres, me quedé con Rossy, me ayudó a ducharme, cuando mire al espejo yo ya no era la misma, mi cuerpo estaba lleno de hematomas— me relato tranquila pero con lágrimas brotando— Para todos yo soy una muñeca desechable, se juega una vez y la siguente se tira a la basura. Un día alguien me miró de diferente manera, no pude evitar enamorarme y no me importa si por culpa de su familia perdí a mi amiga un mes entero, solo me importa que me haga feliz. Y si mañana me separan de él quiero que hoy me haga sentir lo mucho que me ama.
—¿Cómo puedo demostrarte cuánto te amo?
Valia me observó, repentinamente tomo mi rostro con sus pequeñas y frías manos, comenzó a besarme, no pude contenerme ante ella. Envuelta en una de mis camisetas, ella sube a mis piernas sin dejar de besarme, coloca mis manos sobre sus caderas y es imposible poder escapar.
—¿Quieres jugar este juego?— me pregunta. Su mirada cambio, un ángel lleno de perversidad se presenta ante mis ojos para un mágico espectáculo.
—Valia, no me siento bien haciendo esto— respondí. ¿Cómo puedo sentirme intimidado por ella?— No es correcto tenerte pero...
—Lo siento, no debí apresurar las cosas.
—Pero claro que jugaré este juego.

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Dos mundos opuestos
RomanceÉl es el hijo del mafioso más poderoso del país. Ella,una chica de familia perteneciente a la clase alta, cuyo principal interés son sus calificaciones. Valia y Joey tienen dos vidas completamente distintas pero el destino se encargará de unir ambo...