Valentina POV
Me sorprendí bastante cuando sentí la bofetada de Esmeralda. O ella tenía mucha fuerza o yo no estaba acostumbrada a las cachetadas. Creo que más lo segundo que lo primero.
Permanecí con la cabeza hacia un lado por varios segundos antes de mirarla.
- ¿Cómo te atreves? - preguntó entre sollozos.
Hacía dos días fue el viaje y todo lo que pasó en esas 24 horas parecía seguir dando vueltas en la cabeza de muchos. Sobre todo en la mía, pues las marcas dejadas por Lucho no terminaban de desaparecer.
Eran las 6 de la tarde, el entrenamiento con las porristas se había acabado 5 minutos antes, pero Esmeralda, con una excusa ridícula, buscó tiempo para quedarse a solas conmigo.
- ¿Qué esperabas? Te dije que vería la forma de separarlas- dije girando la cabeza lentamente para mirarla. Una de mis cejas estaba arriba como muestra de mi enojo.
El miedo a Lucho se me había pasado y fue reemplazado por una ira que me burbujeaba las entrañas. Esos días no estaba de buen humor.
- ¿Y tenías que hacerlo delante de todos? - inquirió apretando los puños. ¡Oh! ¡Vamos! ¿De verdad se creía tan suertuda de poderme golpear más de una vez?
- Que todos salieran a mirar no fue idea mía- respondí levantando los hombros.
Seguía llorando. Las lágrimas caían de sus ojos sin control. ¿Ira? ¿Celos? ¿Tristeza? ¿Frustración? ¿No había sentido yo lo mismo cuando las escuche manosearse en la habitación del hotel?
Desvié la mirada con vergüenza. De muchas maneras me veía reflejada en esa chica. Claro que éramos muy parecidas. Es decir, éramos. En algún punto de nuestras vidas ambas fuimos unas arpías, unas malditas manipuladoras. Pero en un punto más adelante ella había cambiado; era como Karla. Yo seguía igual.
Me daba algo de rabia saber que su forma de ser no era actuada, que de verdad era así, y que siempre había sido así, sólo que antes tenía más...ingredientes ácidos en su mezcla.
No era como si deseara ser como ella, vivía bien tal y como estaba, pero eran esos detalles los que no dejaban que Juliana permaneciera de mi lado.
Claro que seguían juntas. Las vi en el bus de regreso, más juntas que antes, abrazadas y mimosas. A la morena se le iluminaban los ojos cuando se quedaba mirando a Esmeralda. Eso ya no le pasaba conmigo. Parecía que mi condena por ser una "cerda" era continuar con Lucho, el idiota bipolar que estaba locamente -y lo digo en el sentido literal enamorado de mí y que estaba muy dispuesto a cumplir lo de "si no es conmigo, no es con nadie". Me daba asco su cercanía, pero, por el momento, era lo único que tenía. Debía soportarlo en silencio; nadie se podía enterar de lo que pasó en esa habitación de hotel.
- ¿Por qué simplemente no te rindes? - cuestionó Esmeralda sosteniéndose del lavamanos para no caer de rodillas por las lágrimas.
- ¿Rendirme? - repetí como si me hablara en otro idioma.
- ¿No puedes dejarnos en paz? ¿No puedes buscarte a otra persona? – sonaba desesperada.
- ¿Yo? Pero si fuiste tú quien apareció después, nosotras existíamos antes que tú- aclaré recargándome contra la puerta de un cubículo cerrado. Observaba su rostro a través del espejo y ella igual.
- Sólo empezaste a apreciarla cuando viste que empezabas a perderla.
- ¡Qué bueno fue antes de perderla por completo!
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Friends With Benefits (Adaptación Juliantina)
FanfictionAmigo con beneficios es ese que tienes para pasarla bien en la cama y ya. Los llaman de muchas maneras en todos los pases pero, al final, siempre es lo mismo. ¿Qué pasaría si, al principio, prometes sólo diversión y terminas dando muchos celos y amo...