Capitulo 31. Juliana's life 31

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Tres personas marcaron la vida de Juliana, y no era como si tuviera muchos años de vida.

El primero fue un hombre, se llamaba Dante. Lo conoció cuando tenía 15 años y, se podría decir, se enamoró de él. El caballero en cuestión tenía entre 5 y 6 años más que ella y trabajaba donde ella realizaba el servicio social de la escuela.

Fue una tarde lluviosa cuando ella se había quedado haciendo archivo sola. Todos los de la oficina donde ella realizaba su servicio estaban en el último piso del edificio celebrando el cumpleaños del gerente cuando, de repente, unos papeles crujieron detrás de ella.

- ¡Ups! Lo siento- dijo el hombre. Juliana no se dio cuenta de que sonaba muy sobreactuado porque su físico la acababa de aturdir.

Dante tenía una presencia más bien vampírica. Era alto, tal vez 1'90 de estatura, un poco pálido, de ojos cían, cabello largo, liso y negro azabache. Era de contextura promedio, pero con músculos marcados. Solía vestir con jeans negros, chaquetas de cuero, cadenas, botas militares. Era el hijo del gerente, aunque no lo aparentaba.

Juliana evitó sonrojarse y le dio la espalda para poder respirar.

- ¿Estás sola? - preguntó él.

- Sí señor- contestó ella. Lo había visto de lejos muchas veces, sabía quién era, pero nada más.

- No me digas señor, me siento viejo- replicó el ojiazul acercándose sin importarle que estaba pisando papelería de contabilidad, ni que ella estaba arreglando dicha papelería.

Nerviosa, Juliana se puso de pie de inmediato y trató de fingir que empezaba a guardar cosas en una caja.

En varias ocasiones el joven pasaba cerca y le guiñaba un ojo o le sonreía. Claro que para ella todo era su imaginación. Él era mayor que ella, iba en la universidad, era el hijo del gerente, además de que era bastante adinerado. ¿Por qué habría de fijarse en una clase media como ella que todavía iba a la escuela?

- Qué bueno que no estás en la fiesta de arriba...- Dante parecía desentendido de que ella no lo mirara y casi ni le hablara -...es muy aburrida, todos unos ancianos lamiéndole las botas a mi papá para un ascenso o un aumento- se recargó contra el archivo que estaba justo a un lado del que ella estaba guardando.

La morena asintió esforzándose por no sonrojarse.

Ella sabía, como muchos, que en ese archivo se metían muchos a tener relaciones. ¡Cuántas veces no los escuchó! ¿Es que acaso se olvidaban de que ella trabajaba allí o no les importaba?

- Es el cumpleaños de mi padre, pero sé que ayer fue el tuyo, te traje un regalo- anunció el "vampiro".

La de ojos color chocolate lo miró muy sorprendida.

- Lo vi en la cartelera, no te estoy espiando ni nada por el estilo- aclaró.

Sí, la cartelera, pensó ella, el pedazo de papel donde se anotaban las fechas de cumpleaños de todos para "recordarlas". Como haciendo un acto de magia, sacó un botón de rosa roja de su manga y se la entregó. Las mejillas de Juliana tomaron del mismo color de la flor.

- Gra...gracias...- tartamudeó bajando la cabeza. Lo cierto era que Dante le gustaba mucho, aunque estuviera fuera de su alcance.

¿Lo estaba realmente?

No lo vio más durante una semana y eso la decepcionó. El único día que pasó por la oficina parecía que no la recordaba y cruzó a su lado sin determinarla. Pero, aun así, conservó la flor.

Friends With Benefits  (Adaptación Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora