Esmeralda estaba completamente rota por dentro, sentía como si la hubieran acabado a martillazos dejando todo hecho pequeñas y diminutas trizas que nunca podrían unirse de nuevo. Le costaba un poco respirar y, gracias a las lágrimas que con tanto esfuerzo mantenía en sus ojos, no veía bien. Pero sabía que Juliana estaba arrodillada frente a ella, que estaba llorando en su regazo, que le suplicaba por otra oportunidad, aunque no se la merecería, que la tomaba de las manos como si las necesitara para vivir.
Valentina había ganado y sin esfuerzo.
Ganó porque Juliana llegó al punto en que la quiso tanto que prefirió alejarse antes de morir por ella. La ojiazul ganó, pero Esmeralda se llevaba el premio. No hay nada peor que ganar sólo porque el otro se ha dado por vencido.
¿Eso era Juliana? ¿Un premio? Frunció el ceño tratando de despejar esa duda. ¿Por qué negarlo? Ambas se habían declarado guerra y la bandera a conquistar era la morena, no tenía caso pretender, falsamente, que las cosas habían sido diferentes a eso.
Deslizó suavemente sus manos fuera de las de Juliana y se puso de pie lentamente para alejarse y observar a la morena disminuirse cada vez más en el suelo. La observaba como sabía que Valentina haría en caso de que la perdedora fuera Esmeralda.
- Sólo vienes porque la encontraste con su padre- dijo Esmeralda. El nudo en su garganta era tan grande que sintió como si el aire la cortara al hablar.
- Desde que te conocí, no sé por qué, siempre te comparaba con Valentina- Esmeralda sí sabía por qué, pero no estaba dispuesta a contárselo - Era extraño...- Esmeralda se puso de pie apoyándose en la silla - Pero siempre hubo algo que quise, y era estar sólo enamorada de ti, no de ella, sabía que me hacía daño estar a su lado, que poco a poco dejaba de ser yo para ser más como ella- explicó atravesándola con la mirada.
Esmeralda no soportó la presión y desvió los ojos hacia la puerta.
- Sólo fue sexo...- soltó la morena dando un paso al frente. Esmeralda no se movió.
- Porque yo no quise dártelo- replicó.
- Esa es otra actitud que se me pegó de Valentina- excusó la otra.
Claro que no era un argumentó, pero, era verdad. A Juliana nunca le había importado tanto el sexo hasta cuando estuvo con Valentina. Si la ojiazul dependía de su cocaína, ella era adicta al sexo con la porrista.
No se consideraba una ninfómana, pues al fin y al cabo no es como si deseara tener sexo con todo lo que se moviera, a menos que lo único que se moviera fuera Valentina. Es decir, sólo sexo con Valentina. Sin celos, sin escenas en la escuela, sin amor, sólo sexo, como habían prometido desde un principio hacía seis meses.
Esmeralda no sabía cómo sentirse. O sea, sabía que estaba hecha pedazos por dentro, que se sentía traicionada aun cuando ella estaba al tanto de la situación desde un principio, pero Juliana le estaba rogando como nunca nadie le había rogado. Estaba segura de que ni Valentina tuvo el placer de ver a Juliana llorar.
- Si te doy otra oportunidad... -los ojos de la morena se iluminaron -... ¿Cómo sé que no me traicionarás de nuevo?- preguntó la castaña sin mirar a la otra.
La morena lo meditó un momento.
- Tendría que ser muy masoquista como para volver con ella- contestó finalmente.
Eso no la convenció. Juliana ya había demostrado suficiente masoquismo.
- No es suficiente- exigió la ojiverde.
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Friends With Benefits (Adaptación Juliantina)
FanficAmigo con beneficios es ese que tienes para pasarla bien en la cama y ya. Los llaman de muchas maneras en todos los pases pero, al final, siempre es lo mismo. ¿Qué pasaría si, al principio, prometes sólo diversión y terminas dando muchos celos y amo...