Capítulo 10

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El terror invadió el salón de mi casa.

- Por favor- Dije- ¡Chicos por favor!- repetí añadiéndole un poco de magia a la petición. Y milagrosamente, funciono.

-Escuchadme-Dijo Leader-Os necesito centrados ¿esta bien?-Dirigiéndose a mi madre- Avisa al círculo mayor. Esto se merece una reunión de emergencia. -Ella asintió y se marchó.

-Tenemos que entrenar más Leader, doblar las horas que le dedicamos al entrenamiento. Y los que poseen magia tienen que reforzarse en el cuerpo a cuerpo-Esta vez fue Jay quien hablo.

-Tiene razón -Añadí.

Sam estaba en una esquina en silencio. Supe que iba a hacer un comentario.  Uno que no iba a gustar.

-Yo no quiero usar mis poderes.

Y boom,  ahí estaba. De nuevo jaleo y gritos.

-Es mi decisión- Dije con una voz fría como el hielo- Se lo que pasa cuando empiezas a absorber vidas.

Los lobos se callaron. Yo mire confundida.

-¿Alguien puede explicarme que pasa?

-Perdería mi humanidad-Dijo mirandome- Seria muy poderoso, y tendría una vida larga, muy larga. No envejeceria.  Una vida perfecta, salvo por el hecho de que sería una vida animal. Y yo no quiero eso.

Me quedé en blanco, por unos segundos que sirvieron a que volviera el jaleo.

-No podemos pedirle eso-Dije- No podemos pedirle a alguien eso. No nos serviría como ventaja. Es mejor que sepa luchar cuerpo a cuerpo y con las armas que el elija. No debería usar su poder si tiene otras opciones.  Pero, y quiero que me escuches bien, si tienes que usarlo , úsalo.  Dos o tres veces no acabará con tu salud mental,  pero puede salvarte la vida. No lo olvides.  Y- puntualice- No estoy usando mi encantamiento.

Algunos rieron, Jay me miró serio y dijo.

-Nor tiene razón-Me sonrió y se giro para mirar a Sam- Así que hazla caso.

Sam asintió y volvió a las sombras.

Pasamos discutiendo la siguiente media hora y al final quedamos en entrenar dos veces al día y poner un grupo que  vigilaria las calles por la noche.

Despedí a los chicos. Me di cuenta de que Jay no salía,  regresé al comedor y le vi sentado en el sillón,  parecía relajado teniendo en cuenta todo lo que había pasado.

El corazón me dio un saltito.

-Hey- dije sonriendo. El golpeó el sillón a su lado y recordé que era mi casa y que podía sentarme. Me reí por mi despiste.

-Estoy agotada- Dije mientras me sentaba a su lado.

- Tu habitación apesta a liaki.

Cuando caiga la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora