12

363 46 18
                                    

ˏˋ ꒰ ᥕᥱᥣᥴ᥆꧑ᥱ ᖯᥲᖯᥙᩛ ꒱ؘ ˊ-

Él no había podido evitarlo, de verdad que no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Él no había podido evitarlo, de verdad que no. Algo en su interior había estallado con la pequeña confesión de Valentín, sacando su parte omega más profunda a relucir. Primero, había apoyado la cabeza en el hombro del mayor, y el aroma a alfa había sido tan intenso que se había sentido desfallecer. Cuando quiso darse cuenta, su nariz se deslizaba suavemente sobre el cuello del mayor, impregnándose del enloquecedor aroma.

Un gruñido bajo rasgó el pecho del Oliva, haciendo a Manuel estremecer. No fue capaz de moverse. Lentamente, Valentín llevó su mano a la nuca del omega y comenzó a repartir suaves caricias en la zona. La piel se erizó bajo las yemas de sus dedos, y Manuel dejó escapar un suave suspiro que golpeó directamente en la base de su garganta. Un gruñido, esta vez un poco más fuerte, hizo vibrar su pecho. No sabía cómo habían llegado a aquella situación, pero todo su autocontrol se estaba yendo a la mierda.

— Manuel por favor para —.

Su voz salió ronca, gutural, pero no podía evitarlo, la suprema excitación comenzaba a apoderarse de su cuerpo. Tenía que detener aquello, o acabaría arrancándole la ropa al omega en aquel lugar público. La idea hizo que sus pantalones estuvieran un poco más apretados de repente; quería marcar a Vainstein, hacerle saber a todo el mundo que el omega más perfecto que alguna vez pisó la faz de la Tierra le pertenecía. Pero no podía, aquello no iba a pasar.

Manuel, finalmente, comenzó a retirarse despacio. Su omega gruñendo por la separación.

— Lo... lo siento mucho, Valen. Mi-mi celo está a punto de empezar y... no volverá a pasar —.

Manuel parecía avergonzado y realmente arrepentido. ¿Cómo no estarlo si se había restregado en el cuello de Valentín como un desesperado? Había oído cientos de leyendas sobre la combustión espontánea, pero nunca quiso con tantas fuerzas que fuera real.

Mientras, Valentín parecía ajeno a la vergüenza del omega. Su tono arrepentido caló con fuerza en su persona, "Mi celo está a punto de empezar." "No volverá a pasar." Claro que no lo haría, no podía permitirse hacerse ilusiones cuando Manuel solo había seguido sus instintos guiado por el próximo inicio de su calor. Era una reacción natural, no significaba que sintiera nada por él. Aún así, una sensación de vació se instauró en alguna parte bajo sus costillas, sospechosamente cerca de su corazón.

— No importa. Vamos a ver la película —.

No habrían podido hacerlo ni aunque hubieran empleado toda su fuerza de voluntad. Los ojos del rubio parecían estar anclados en Manuel y en su perfecto perfil. Se deslizaban con admiración, acariciando con la mirada sus largas y rizadas pestañas, sus pómulos altos, su nariz respingona y sus voluminosos labios. Dios, se moría por besar esos labios. Aunque el jadeo que escapó de estos cortó todo el fantaseoso flujo de sus pensamientos. Y la oleada de olor a omega que se esparció después por toda la sala, le hizo clavar las uñas tan profundo en la butaca que sintió que arrancaría la tela. Absolutamente todo el cine pareció entrar en tensión, incluso Daniel parecía haber tensado todos los músculos de su cuerpo.

𝐈𝐍𝐓𝐎𝐂𝐀𝐁𝐋𝐄 / Wosplik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora