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Suspiro con molestia mientras subo las escaleras a la azotea.

—¿Por qué me estás siguiendo, Javier? —pregunto exasperado.

Lleva toda la hora del almuerzo siguiéndome.

Ya se está volviendo algo molesto.

—Siempre me he preguntado que haces a esta hora, eres muy aburrido, en realidad. —suspira.

Ruedo los ojos y abro la puerta de la azotea.

No está aquí la chica de ojos ámbar.

—¡Bu! —me sobresalto al verla aparecer a mi lado.

Hoy lleva un vestido azul claro. Creo que es la primera vez que la veo vestida así.

—¿Quién es ella? —me pregunta Javier apareciendo por mi lado.

—Es una amiga, conocida, bueno, algo así. —la chica sonríe y saluda a Axel con la mano.

¿Por qué está tan alegre? 

De cierta forma me alegra verla tan contenta.

—Vaya, así que por ella subes aquí todos los días. —me susurra mi amigo.

Ruedo los ojos y niego.

—Bueno, nos vemos, Axel. —se despide la chica. La veo raro— Ya empieza mi siguiente clase.

Asiento y ella pasa entre Javier y yo.

Escucho que la puerta se cierra y miro a Javier con los ojos entrecerrados.

—¿Qué? —me pregunta fingiendo inocencia.

—Nada, vamos a sentarnos —me apresuro a sentarme en el borde, aprovechando que el viento está débil.


Conversaciones en la Azotea (LQSMSL #2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora