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꒰ ͜͡➸ El hechizo

Había una vez en un castillo, en el corazón de Francia, un rey bastante joven y atractivo, apenas de dieciséis años, con un cabello envidiable que llegaba hasta debajo de los hombros, de un color rubio platino recogido siempre en una coleta baja

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Había una vez en un castillo, en el corazón de Francia, un rey bastante joven y atractivo, apenas de dieciséis años, con un cabello envidiable que llegaba hasta debajo de los hombros, de un color rubio platino recogido siempre en una coleta baja. Este rey se llamaba Draco. A Draco le gustaba mucho su nombre, ya que su significado era "dragón" y los dragones siempre intimidaban. A él le encantaba obtener la sensación de poder, de control.

Draco también era muy excéntrico, pero de una forma elegante que lo caracterizaba. Utilizaba maquillaje con brillo normalmente azul oscuro o dorado, en los ojos, mucho rubor y siempre intentaba que su cara estuviera muy, muy blanca y sus labios muy, muy rojos. Le gustaba presumir su cabello, pero las pelucas blancas y grandes eran una parte importante de su vida. Además, usaba algún tipo de túnicas con detalles dorados y botones de oro. Sus favoritas eran las azules y verdes, y siempre, siempre debía ser él el que usara esos colores en fiestas.

El castillo en el que vivía este rey, estaba lleno de gente de sus alrededores casi la mayoría del tiempo, pues a Draco le encantaban las fiestas. Una de las razones por las que le gustaban era para presumir su riqueza; pero tampoco era tonto, como se demostrará en las siguientes partes de este cuento, pues se comportaba de una manera que aparentaba ser amable con las personas del pueblo para que no se revelaran contra él, aunque cuidaba siempre su aire de superioridad. Lamentablemente también era muy arrogante, narcisista y además egocéntrico, y esto se reflejaba en su actitud con las personas que no podían asistir a sus elegantes fiestas por falta de dinero o precisamente eso: elegancia.

Un día, tuvo que aprender la lección y ese día llegó más temprano que tarde.

Como te imaginarás, estaban en una de sus muchas fiestas, había música sonando por aquí y por allá, un hombre estaba tocando dulcemente el piano mientras una mujer cantaba notas altas con profesionalidad. Tres hombres se encargaban de llevar bebida y comida a algunas mesas repartidas alrededor de un salón enorme.

De pronto, la puerta fue abierta con algo de brusquedad. En el marco de esta, una anciana con capucha y ropa vieja y mojada estaba sosteniendo su frágil cuerpo con un bastón de madera. No parecía cansada, a pesar de que una fuerte lluvia sucedía detrás de ella.

Todo enmudeció por un momento, antes de que el rey Draco, curioso como de costumbre, abandonara el baile para plantarse frente a la anciana y preguntar de manera dura qué hacía una vieja pobre y desgraciada en un castillo tan majestuoso como ese. La mujer comenzó a hablar lentamente con una voz rasposa, mientras se agachaba con debilidad sosteniendo su peso apenas en el desgastado bastón.

— Oh, su alteza, le pido- le suplicose corrigió la mujer— alojamiento en estos días tempestuosos. Una helada tormenta azota estas tierras y yo soy solamente una anciana, s'il vous plait. He perdido el camino a mi hogar, no he comido nada en el día y apenas puedo mantenerme de pie. Cuando vio, decepcionada, que el joven rey y algunas otras personas la miraban con disgusto, sacó algo de uno de los muchos bolsillos que su túnica delgada y desgastada tenía.

Beau & Bestia | DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora