CAPITULO 3: LLEGADAS QUE ARDEN

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-Que arda el internado, porque las Carrington O'Halloran ya están aquí.-Chocamos los cinco y pusimos una sonrisa pícara.

Cuando entramos nos quedamos sorprendidas. Yo ya estaba acostumbrada al lujo, pero esto era incluso otro nivel. Es cierto que era más un estilo antiguo en vez de moderno, como nuestro anterior instituto, pero era precioso, alucinante y enorme. Había un montón de de gente yendo de un lado a otro, con mochilas, libros y maletas.

-¿Khloe?-.Preguntó Grace rozándome con el codo en el brazo y sacándome de mi ensimismamiento.

-¿Hmm...?

-¿Estás viendo lo mismo que yo?

-Creo que sí.

-Tía esto es alucinante.

-Lo sé, pero si queremos quedarnos creo que va a ser mejor que vayamos a pedir las llaves-. Repuse, aún con la boca entreabierta por el asombro.

Llegamos a la secretaría después de que una chica muy amable, que parecía más pequeña que nosotras, nos indicara que estaba detrás de las grandes puertas que separaban el gran vestíbulo de las escaleras que llevaban a las plantas superiores, dónde se encontraban las habitaciones.

Hicimos cola en la secretaría durante un buen rato, hasta que una chica alta y de mediana edad, con cara de pocos amigos nos atendió.

-Nombre y apellidos-. Dijo secamente. Llevaba unas gafas Carolina Herrera, rojas con pequeños gatitos en las patillas y un cordón azul que las conectaba para que no se le cayeran al suelo. Descansaban en la mitad justa del puente de su aguileña nariz, y nos miraba por encima de ellas con las comisuras de su boca hacia abajo y el ceño fruncido. Daba un poco de miedo.

-Buenos días para ti también­-. Contesté con una sonrisa falsa.

-Nombre y apellidos... por favor-.Repitió un poco más amable.

-Oye niña que tengo que coger la llave de mi hermana, déjate de estupideces o paso yo-.Intervino un chico que se encontraba detrás de nosotras.

-Tú cállate, gilipollas-.Le respondí irritada, pero ni si quiera me di la vuelta para mirarlo, no merecía ver mi preciosa cara semejante imbécil. No suelo ser borde casi nunca, es más, soy de lo más diplomática, pero lo que me faltaba hoy, después del horrible vuelo era un capullo arrogante.

-Gilipollas tú, niñata-. Se estaba cabreando, lo noté en su voz. Ni siquiera sabía qué hacía en la residencia de chicas. Aunque pensándolo bien creo que dijo que quería la llave de su hermana.

Sin girarme le saqué el dedo corazón y le dije:

-Que te jodan-.Bufó, pero no contestó más. A continuación me di cuenta de que mientras discutía con el imbécil, Grace nos había registrado y cogido las llaves del cuarto y los horarios.

-Bueno, tomad, estos son los planos de todos los edificios para que no os perdáis. Y este es el kit que os damos a todas para empezar, es de aseo personal. Por el tema de la higiene personal para las clases y eso.- Me pareció muy curioso lo del kit, luego lo comentaría con Grace.

-Muchas gracias, señorita....Cleveland-.Añadió Grace buscando su apellido en la chapa que llevaba en la blusa.

-A ustedes. Que tengan una buena estancia, y no duden en preguntarme si necesitan algo en algún momento.

-Seguro que si necesitamos algo no acudiremos a usted, que pedazo de estirada, tía-.Murmuró Grace muy bajito y nos partimos de risa.

-¡Las he oído!-.Dijo la señorita Cleveland, notablemente molesta. Nos pusimos rojas de la vergüenza.

-¿Khloe, has visto? ¿Cómo ha podido oírme?-.Dijo, fingiendo estar asustada y mirando exageradamente en todas direcciones.

-A mí no me preguntes. Venga, subamos.

-Sí.

Decidimos subir por las escaleras principales. Eran enormes, muy anchas. Supuse que eran para que cupiéramos todas a la hora de subir y bajar antes y después de las clases para evitar aglomeraciones y que la gente se cayera. Al final de las escaleras había cuatro pasillos muy largos, y en la pared que tenía en frente había una placa dorada en la que ponía:

Ala femenina de tercer curso.

Esa era la nuestra.

-Koko, creo...no no, es...no, es este...no, este....sí sí, estoy segura de que es este-.Tartamudeó Grace apuntando cada vez a un pasillo diferente con el dedo y dándole la vuelta al mapa. Me reí ligeramente y se lo arrebaté de las manos.

-Trae para acá-.Lo miré y reí de nuevo, pero más fuerte. -Grace, cariño, lo tenías en el ala de las de primer curso, por eso no lo encontrabas. Creo que es este-. Dije señalando el de la izquierda del todo.

-Aaaaah, ahora todo tiene sentido-.Puse mi brazo sobre sus hombros y hechamos a andar sonriendo.

-Claro, eso lo explica todo...-.Dijo pensativa. Y una vez más nos reímos.

A lo largo de la pared del pasillo había cuadros preciosos. Pude reconocer varios de los pintores gracias a las clases que me daba mamá de pintura cuando era pequeña. Me encantaba el arte, lo heredé de ella. Eran unos cuantos Picassos, Van Goghs, algunos de Sorolla... etc... Las paredes eran de un tono marfil con pequeños detalles dorados, y me encantaba que la luz que iluminaba los pasillos fuera únicamente la de los focos rectangulares y dorados que se encontraban encima de cada cuadro.

Giré la cabeza a la izquierda y allí estaba, la puerta blanca cuyo pomo hacía juego con el dorado de los focos y los marcos. A su derecha reposaba una placa igual a la que indicaba anteriormente el ala en la que estábamos. Era bonita y ponía con una tipografía romántica y en cursiva:

Khloe Carrington y
Grace O'Halloran.

De repente, me invadió una sensación de tristeza e ilusión al mismo tiempo. Esto significaba que ya no había vuelta atrás, está iba a ser mi vida ahora.

-Bueno, pues esta es.-.Dijo Grace en un suspiro. -¿Juntas?

-Juntas-.Asentí con la cabeza y abrimos la puerta.

-Wow-.Exclamé al verla.

-Sí, wow, es realmente espaciosa. Creía que al ser un internado iban a ser mucho más pequeñas.

-Ya, pero no es cualquier internado, es el mejor internado de todo el estado y de unos cuantos mas-.Unos días antes había estado investigando, no podía entrar a un sitio completamente nuevo para mí, sin saber si tenía buena o mala reputación.

-Es cierto.

Entramos a la habitación justo a tiempo, porque después de unos segundos los pasillos se empezaron a llenar de chicas histéricas con maletas y organizando habitaciones.

Esto iba a ser una experiencia verdaderamente interesante.

Te odio con amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora