CAPÍTULO 10

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NARRA CONNOR:

No me dio tiempo a reaccionar, pues estaba sorprendido, no conocía a ese tío de nada y me estaba poniendo las manos encima, este desde luego no sabía con quien se estaba metiendo.

-Me han dicho que andas muy pegadito a mí chica ehh...-Murmuró cerca de mi cara. Era repulsivo, podía oler su repugnante aliento a tabaco y alcohol.

Esta vez reaccioné. Lo aparté de un fuerte empujón y tiré la mochila al suelo.

-Quién coño te crees que eres para venir aquí y ponerme las manos encima, gilipollas.

Volvió a encararme. Era igual de alto que yo, pero no tenía pinta de estudiante, sino más bien de abogado o de empleado de alguna multinacional.

-Te he echo una pregunta-.Le dije.

- Quizá sea yo el que tiene que hacer las preguntas. Por ejemplo: ¿Por qué no dejas en paz a mi novia y te buscas otra niñata? que seguro que las tienes haciendo cola con esa fachada de malote de instituto.

-A ver, a ver, creo que deberíamos empezar por el principio porque como acabas de decir tengo a muchas haciendo cola, así que dime quién es tu novia.

-Khloe, deja en paz a Khloe. No quiero que mis contactos me vuelvan a decir que sigues gastándole bromitas ni nada de nada. ¿Me has entendido, niñato?

Volvió a intentar estamparme contra las taquillas pero esta vez me adelanté y le cogí de la solapa de su reluciente americana azul y lo choqué contra el cristal de una ventana.
Se revolvió intentando zafarse de mi agarre, pero aunque era casi igual o incluso más musculoso que yo, no lo logró.

-Uno, yo estoy con la chica que a mí me de la gana. Dos, ni tú ni nadie me da órdenes. Y tres, la verdad,  en las numerosas veces que Khloe y yo nos hemos enrollado, ella no mencionó que tuviera novio.

Sonreí. Aunque no me hubiera besado con ella, no iba a negar que no me importase hacerlo. La odiaba, sí, no la aguantaba, y el sentimiento era mutuo, pero estas semanas había podido reparar en lo buena que estaba y no descartaba añadirla a la lista. Lo que no recordaba era que Khloe hubiera mencionado nada sobre un novio, ni siquiera se lo había escuchado comentar con Dani y las demás y las chicas se lo cuentan todo, así luego pasa lo que pasa.

El tío se revolvió de nuevo y se apartó, furioso. Se colocó bien la chaqueta y me dio un par de palmaditas en la cara.

-Quedas advertido.

-Como se te vuelva a ocurrir tocarme te arranco la mano, gilipollas.

-¡Entra a clase, Connor! ¡Tú profe Marta te está esperando!-.Gritó, alejándose por el pasillo.

Me quedé quieto, el encuentro me había descolocado y dejado bastante confundido. ¿Cómo sabía mi nombre? ¿Y el de mi puta profesora de cálculo? Llamé a papá.

-¿Qué pasa, hijo?

-Luego te llamo, hay un tipo que no me gusta, sabe cosas...

-No te preocupes, llámame cuando puedas y me cuentas cómo es, le diré a Jerry que investigue.

-Perfecto.

Te odio con amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora