Poema (II)

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Juliette se sentó a orcajadas encima de Ángel mientas la humedad recorría el sexo de él. La agarraba por la cintura casi a una mano y ella, contorsionaba bajo el influjo de una copas, mientras su polla dilataba todo a su paso. Él la besaba con lascividad, con rabia. Se follaron con deseo. Ángel mordió su labio inferior haciendo que sus ojos se llenasen de llamas.

Gemia como una gata en celo y él, tapaba su boca para que no la escuchasen los vecinos, hecho que hacia ponserla aún más dura. Marcaba el ritmo y sus ojos, se ponían en blanco. Ángel se enamoró de aquella cara de guarra y de sus ojos achinados. De los gritos fuertes y de los arañazos en su espalda. Maldijo fuerte al cabrón que la vea en aquella pose todos los días. Envidio y deseo ser él. Poseerla nada más llegar a pasa y que ella, le perjurase en arameo inventado en cada embestida. Metió uno de sus dedos y Juliette, lo mamaba con ansía. Como si fuera su polla y como se la comería de no tenerla ya adentro.

-Para.
-¿Por qué?
-Me voy a correr. -Él incremento la velocidad mientras un chorro de agua le brotaba de dentro. Nunca lo vió de aquella forma y en aquel estado. Le puso la polla a mil y sin poder evitar dejarse llevar por el placer, la sacó lanzándola a la cama mientras llenaba de lefa las sábanas que decoraban el suelo.

-¿Te gustó?
-Ha sido por las rosas ¿Me equívoco?
-Si que me crees barata.
-¿Dónde te dejo el sobre?
-¿Qué sobre?
-Pues tu... Retribución.
-A éste invito yo.
-Un Lannister siempre paga sus deudas.
-No.

Ángel la miró sin entender mucho que no aceptase su dinero, ella le había dejado bien claro que su tiempo, no era un regalo. Pues tiempo, era de lo que menos disponía. También no quería que cruzase la puerta y se fuera de casa, él la quería para sí y que se jodiese el mundo si sus piernas temblaran sólo con su polla. Pero ella se fue aún con ganas de aceptar pasar la noche allí. Paula no quería que la viera como una más y él era muy consciente de eso.
Sacó el móvil y escribió un whatsapp a Casandra, la única que al menos, se dignaba a escucharlo de verdad aunque fuese con un trasfondo.

-He follado después de seis meses.
-Con la mano no se considera polvo.
-Es con una mujer.
-¿Es guapa?
-Tiene ovarios.

Y la conversión quedó ahí, dándole un golpe de lleno a Cansandra por joderle el pasado. Pero la vida y el tiempo, lo pone todo al orden correcto.

He visto cómo me mirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora