Plateado ·HyunMin· [M-preg] ¡¡EN PAUSA!!

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Quizás iba a recibir un regaño, estaba casi seguro. Pero había dedicado todo su tiempo en terminar esos ostentosos vestidos que "el encargo especial" quedó incompleto.

De igual forma, la pequeña hoja de instrucciones no especificaba en cuanto tiempo sería entregado y si debía estar completo... y tampoco para quien estaba destinado.

Pero SeungMin reconocía ese tipo de tela, y aunque no tenía detalles implícitos intuía que el traje que empezaba a confeccionar junto a las otras prendas iban estrictamente a las mejores casas de nobles. No descartaba la idea de que incluso alguno de sus trabajos fuera a parar en el armario de la familia real.

Pero por el momento a SeungMin no le quedaba de otra más que rogarle al universo que Lady Yoon le diera el suficiente tiempo para terminar el traje.

Para su buena/mala suerte la tormenta de nieve había cesado, dándole así la oportunidad de regresar a su trabajo. SeungMin debía admitir que el uniforme que era obligado a usar era una gran ayuda en combatir las bajas temperaturas que la mañana traía consigo. Pero no le quitaba lo incómodo, con todos esos botones y cremalleras.

Y pensar en tener que usar la prenda incómoda, mientras que cargaba con las grandes bolsas donde transportaría la ropa comenzaba a darle dolor de cabeza, ni siquiera quería imaginar cómo terminaría su espalda al final del día.

JiSung tenía razón en algo, en lugar de parecer y comportarse como un chico de diecisiete años, parecía cargar con la vida de un hombre de cuarenta, gastado por el esfuerzo de años de trabajo.

Con las ganas por el suelo, SeungMin tomó las dos enormes bolsas y con toda la fuerza que un Rojo escuálido como él podría tener salió de su no tan caliente hogar para enfrentar el frío y duro día que se avecinaba.

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JiSung se fue en el momento que quizás más lo necesitaba. No había tenido la oportunidad de verlo partir, la tormenta no le permitió salir de su hogar, pero estaba muy seguro de que los sirvientes del Plateado al que se vendió no habían pospuesto su misión de llevar al Rojo a donde quiera que tuviera que ir. De alguna forma, el ambiente se sentía vacío, y el paisaje blanco no ayudaba en nada en mejorar su ánimo.

Las calles estaban desoladas, con solo unos cuantos guardias Plateados demasiado aburridos para prestarle atención. El vaho que salía de sus labios por el enorme esfuerzo de cargar con las bolsas era su único compañero, por lo menos hasta que llegó al lugar donde tomaría el transporte que lo llevaría a Summerton.

Un viejo y pequeño bote estaba en la orilla, el dueño, un señor de avanzada edad esperaba por su llegada junto a otra chica, SeungMin reconoció el uniforme que portaba la fémina y supo entonces que ella también se dirigía al gran Jardín.

Afortunadamente para SeungMin el señor le ayudó a subir la pesada carga a la vieja embarcación y colocándose entre montones de trigo y avena dio marcha río arriba. No habló con la chica, que viéndola más de cerca podría reconocerla como la aprendiz de la florista, tampoco hizo mucha conversación con el granjero. A pesar de haberse amistado tiempo atrás nunca cruzaban muchas palabras, el viejo parecía demasiado preocupado y cansado por los años y aunque SeungMin quería ser amable y estaba agradecido por el transporte que le brindaba, sabía que el hombre no estaba realmente interesado en los problemas que un chiquillo pudiera tener.

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Definitivamente SeungMin tenía la peor suerte del mundo, y la peor condición física también.

Para cuando el negro asfalto agrietado se desvaneció a pavimento de piedra blanca, el cuerpo de SeungMin parecía estar dando tregua, ni siquiera había comenzado su día y sentía que no podía más con su existencia; para colmo llego tarde y Yoon ya lo esperaba en las puertas del Jardín. No era capaz de distinguir su expresión, por el reflejo que causaba la superficie de la puerta (la cuál estaba construida con una extraña mezcla de diamantes y otros minerales, dándole el aspecto de cristal, aunque fuera mil veces más resistente que el ligero material. Las paredes a su alrededor también eran de la extraña mezcla y poseían un aspecto similar,) SeungMin estaba seguro que una sonrisa feliz no adornaba el rostro de su maestra.