PROMÉTEMELO

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Magnus pasó la tarde meditando que había hecho mal, su única intención fue ayudar a su esposo, tal vez el hecho de haber buscado a alguien más y que éste tuviera un título mayor al de Alec, quizá debería haber dejado de pensarlo tanto, mentalmente trataba de calmarse a sí mismo y se repetía que no tuvo una mala intención, pero el no saber nada de Alec , el que no le conteste las llamadas ni los mensajes, y sobre todo el hecho de saber que no estaba en la casa de los Lightwood lo llenaba de miedo y preocupación, más aún por el hecho de que ya eran casi las 11 de la noche...No soportó más tomó sus llaves y sacó su auto para ir en busca de su esposo, manejaba lento tratando de mirar a ambos lados de la calle rogando a Dios poder encontrarlo y sobretodo sano y salvo, intentaba imaginar en donde podría haberse metido..y pensó en sí mismo...

_Alexander, mi amor, donde estás, por Dios, donde te metiste_ se repetía casi llorando de la desesperación..

Lo buscó en bares, en restaurantes, en salas de juego ...fue al gimnasio al que Alec solía asistir, preguntó en hoteles, suponiendo que alquilaría una habitación para descanzar, aunque se negaba a la idea se acercó a la recepción de un hospital a preguntar por él, se maldijo a sí mismo por haber considerado la opción de buscar en la morgue y obvio no lo hizo...incluso hizo unas llamadas a sus amigos a los que él conocía tratando de no sonar sospechosamente desesperado, y nada ...no quería volver a su casa porque esta sería un infierno sin Alec, no podría siquiera pisar su habitación porque los recuerdos de la tarde asaltarían su corazón...no podría, no quería y ...no lo haría...así que decidió ir a su escuela de baile..y despejar su cabeza, necesitaba ir a donde todo empezó, necesitaba entrar y recordar todo con los ojos cerrados, él sentía que tenía que ir..lo sentía en su corazón...y lo hizo..

Al llegar notó que la puerta no estaba con llave, pero la oscuridad llenaba el vacío interior..abrió la puerta un tanto asustado y al entrar...

_ Alexander!!, que haces aquí, mi amor_ Magnus se lanzó a los brazos de un Alec que yacía sentado en el suelo..._ Estuve buscándote por horas, ¿Por qué no contestabas mis mensajes ni llamadas?, acaso querías que muera de la preocupación!_

_ Magnus_ susurró_Fue aquí donde me diste mi primer beso, y donde nos hicimos novios, fue en éste lugar donde por primera ves sentí eso que llaman amor, mi primer amor, mi primera vez, te entregué mi cuerpo y mi alma, confié en tí lo suficiente para aceptar ser tu esposo y enfrentarlo todo por tí y tú no puedes confiar en el simple resultado de una competencia a pesar que te  prometí ganar...No sé porque me crees incapaz e inferior a Sebastián, me duele mucho no ser digno de tu confianza, Magnus, al punto que creas necesario ponerme a alguien para mejorar.._

Magnus estaba asustado por la actitud de Alec, ya que era la primera ves que éste le hablaba así ...tan apagado, tan decepcionado incapaz de mirarlo a los ojos..pero intentó defenderse...

_Mi amor, no es así..es solo que..._

_ Claro que lo es Magnus, si tan solo lo hicieras con el afán de ayudar en mi entrenamiento..pero no es así..solo lo haces por temor, porque crees que perderé..._

Magnus nuevamente se lanzó a los brazos de Alec, pero esta vez llorando, impotente de responderle, sobrecargado de sentimientos de culpa, porque todo lo que le había dicho Alec era verdad...

Alec lo alejó un poco de él y lo puso cara a cara mirándolo fijamente...

_ Alexander, yo te amo, demasiado, y no quiero que nada malo te pase...es cierto mi amor, tengo miedo, pero no de que pierdas, sino de que ese monstruo te lastime, no podría vivir si algo malo te pasara, tú eres mi vida, y confió plenamente en tí, solo.. no quiero perderte...sería mi fin... _

Los hipnotizantes y acuosos ojos de Magnus, estaban fijos en los azules de Alec, tratando de buscar un gramo de comprensión en ellos, pero estos parecían no ceder...así que tomó su rostro entre sus manos y le dijo...

_Alexander, mi cachorrito, perdóname, no te molestes conmigo, mi bebé, yo no quise hacer que te sientas mal, de verdad solo quiero amarte, solo quiero que seas feliz a mi lado, te juro que nunca más en la vida te haré enojar, no permitiré que nadie más nos haga pelear_

Magnus repartía pequeños besos por su rostro y sus palabras eran suaves y seductoras..él sabía el poder que tenía sobre Alec y se aprovecharía de él para convencerlo..

_Alexander, mírame, ¿Aún me amas verdad??_

Alec estaba para ese momento desecho en sus caricias y derretido de amor dispuesto a aceptar cualquier cosa que Magnus le pidiera..

_ ¿Cómo si quiera puedes preguntarme algo así?, ¡Te amo Magnus!, claro que te amo,y te prometo una ves más que ganaré..._

_ No me interesa si ganas o no, mi amor, solo quiero que al terminar  el maldito encuentro, te presentes ante mí sin un solo rasguño....prométemelo Alexander, prométemelo ahora mismo...y te juro que no hablaremos más del tema_

Alec tomó las manos de Magnus..que seguían posadas en su rostro y las empezó a besar con ternura y devoción...

_ Ni un rasguño, mi amor, lo prometo_

_ Mas te vale mi cachorrito _

Magnus acariciaba los labios de Alec con sus dedos su mirada clavada en ellos, y las irresistibles ganas de besarlos. El fuego de la pasión que sentían el uno por el otro desataba el infierno en cualquier lugar y la escuela de baile de Magnus no sería la excepción..

Magnus había atrapado la boca de Alec en un beso sediento y necesitado, sus manos se abrían paso colándose dentro de la ropa tratando de acariciar con lujuria cada pedazo de piel, mientras que Alec se entretenía besando y mordiendo el cuello de Magnus, dejando sobre éste las marcas de pertenencia y posesividad tan característico  de Alec, de repente  en un movimiento habilidoso, Magnus puso debajo suyo a su amor desnudándolo por completo sin dejar de acariciar su cuerpo con sus labios, Alec ya estaba hecho un desastre deseando sentir a su esposo de la manera que a él le gustaba...pero Magnus se detuvo observando descaradamente el cuerpo de su amante de pies a cabeza..y con su dedo índice derecho recorrió su cuerpo desde la boca hasta su longitud ..
_ Qué hermoso eres mi amor!! Ni un solo rasguño, cachorrito, te mantendrás así para mí... solo para mí_ le susurró Magnus mientras se quitaba la camisa..mirándolo seductoramente y mordiéndose los labios

_Solo para tí_le contestó Alec notoriamente agitado y muy exitado...Magnus sabía bien como tratar a su esposo y qué era lo que a él le gustaba...

La atmósfera estaba encendida y el ambiente tan cargado de deseo  era obvio que esta sería una noche más que prometedora para dos amantes que superaban una ves más un pequeño problema marital...que más allá de ser un mal recuerdo serviría como experiencia para un futuro mejor









BAILANDO Y AMANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora