Desiree:
No podía decidir qué era peor: aquello por lo que mi padre me hizo pasar cuando Matheo me dejó el domingo en la mañana o el verlo con la golfa pelirroja. La golpiza que mi padre me propinó me mantuvo fuera de servicio durante el resto de la semana, pero el ver a Matheo con la sucia mujerzuela semidesnuda iba a mantenerme desmoralizada por mucho más tiempo. Lo supe en el momento en que me dieron ganas de correr al baño y vomitar la poca comida que había conseguido comer ese día.
Había pasado la semana escondiéndome en mi habitación mientras fingía ir a la escuela y al entrenamiento. La cadena de golpes que mi papá me dio cuando llegué a casa de la casa de Matheo me había dejado con un conjunto de costillas fracturadas. Así que pasé la semana en cama, casi sin poder respirar. Fue la semana más larga de mi vida y no fue sino hasta la mañana del sábado que siquiera me sentí medianamente normal.
Las cosas definitivamente se estaban saliendo de control y eso tenía que cambiar. Estaba desesperándome y teniendo ideas locas. Estaba empezando a planear mi huida. El plan consistía en llenar el temido Toyota gris con todo lo que pudiera, secuestrar a Jair, y conducir hasta que no pudiera seguir conduciendo. Eso es lo que realmente quería hacer, pero con mi mamá triunfando y viviendo bien por primera vez, no tenía el valor de romper su ilusión.
Parecía que ya la única vez que me sentía viva era cuando estaba con Matheo. Poco a poco él se estaba convirtiendo en mi libertad. Así que cuando Eleonor me envió un mensaje y me dijo que Dark Passion estaba tocando en Black Hand, no dejé pasar la oportunidad de verlo. Si hubiese sabido que me iba a ir de Black Hand con las costillas rotas y un corazón fracturado, habría dejado mi estúpido trasero en la cama.
Quería irme en ese preciso momento y volver a casa, pero eso no era una posibilidad. Así que me pasé el resto de la noche haciendo el papel de violinista con Eleonor y Sergio. Incluso los seguí de vuelta al garaje de Hugo y tomé un trago ya abierto de un sujeto que no conocía. Al parecer ahora en cierto modo la autodestrucción era lo mío.
Me camuflé a mí misma en una esquina con mi vaso rojo lleno de Dios sabe qué y vi cómo la gente a mi alrededor reía, se drogaba, y vivía una vida libre. Mis costillas todavía dolían como el infierno, pero no me importaba. Y entonces miré a través del garaje y vi a Matheo devolviéndome la mirada fijamente y todo cambió. La habitación desapareció, incluyendo a todos en ella. Sentí mis nervios acelerarse al máximo cuando él empezó a moverse lentamente a través de la habitación hacia mí. Sus ojos no se apartaban de mi rostro y tenía puesta su distintiva expresión cabreada.
—Veo que ahora eres la típica chica fiestera —señaló a mi vaso.
—Veo que sacaste la basura y la dejaste botada en algún lugar —dije, refiriéndome a la pelirroja.
Él me sonrió abiertamente y apartó el flequillo de sus ojos.
—¿Quieres que te consiga una servilleta? Tienes un poco de celos en la barbilla.
Lo fulminé con la mirada. Él tenía razón. Estaba totalmente celosa, pero al mismo tiempo, estaba mal de mi parte quererlo para mí cuando yo nunca podría ser suya. No en el sentido bíblico de todos modos. Ningún chico que conociera jamás estaría de acuerdo con no tener relaciones sexuales y el sexo no era una opción para mí. No creo que alguna vez lo será.
—No tengo nada de que estar celosa.
Deseaba que pudiese haber tenido una réplica más ingeniosa que esa, sobretodo porque era una gran y enorme mentira, pero también porque él era tan ágil con las réplicas y quería quemarle el trasero con una buena.
Su rostro se puso serio de repente.
—Tienes razón. No tienes nada de que estar celosa.
Quería preguntarle qué se suponía que significaba eso, pero parecía inútil. En cambio, incliné mi vaso y tomé un buen trago de la misteriosa bebida. Cuando bajé mi vaso, dejé escapar la única cosa que me estaba carcomiendo.
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Mierda, eres mi deseo. (Dark Passion 1)
RomanceA VECES TODO LO QUE NECESITAS ES PEDIR UN DESEO. La vida ha sido difícil para Matheo. Ser abandonado por sus padres a los 2 años le ha convertido en piedra. Luchar es su liberación y las mujeres, las drogas y su guitarra, le traen paz, pero en el fo...