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Desiree


Atrapé mi camisa en el aire cuando me la lanzó y la puse por encima de mi cabeza. Aprecié el hecho de que Matheo pusiera mi cumpleaños antes que el sexo. Me decía mucho en qué lugar me encontraba yo en su lista de prioridades.

-Bien, primero es lo primero, voy a llevarte al mejor restaurante de la ciudad.

El mejor restaurante de la ciudad terminó siendo un McDonald's. Matheo me educó en las maneras del menú de un dólar y cuando señalé que Transformers era una de mis películas favorita, usó sus habilidades de persuasión con la pequeña rubia detrás del mostrador para que le diera un juguete de la cajita feliz de Optimus Prime por mi cumpleaños. Es probable que fuera el presente más dulce que recibí.

Cuando nos fuimos, sostuvo mi mano mientras caminábamos hacia el auto. Ni siquiera fue consciente de ello, pero yo sí. Yo era consciente de todo lo que concernía a él.

El espectáculo que prometió, terminó siendo un viaje al acuario local. Un amigo suyo operaba la cabina delantera por lo que fue capaz de hacernos entrar gratis. El lugar estaba muerto, así que mientras caminábamos a través de los corredores, estábamos solos. Aun así, sostuvo mi mano.

-Ese pez se parece a Sergio cuando toca la batería. -Se echó a reír a la vez que señalaba un pez con la cara aplastada hacia arriba.

Así fue cómo pasó el resto del día. Cuando regresamos al motel, casi era hora de que Matheo fuera a Gladiador's Club. Yo no había ido ya en un tiempo, pero tenía que ir a casa y comprobar a mamá y a Jair.

Entramos y reuní mis cosas. Se quedó parado a un lado y observaba todo con una expresión rara en el rostro. Quise preguntarle qué sucedía, pero no quise profundizar demasiado.

Una vez que guardé todas mis cosas, caminé hacia la puerta. Me siguió tan de cerca que cuando me di la vuelta para despedirme estábamos cara a cara. Me miró con unos ojos tan oscuros que parecían negros, y contuve el aliento ante su atención.

-Muchas gracias por hoy. Fue por mucho el mejor cumpleaños que tuve. -Le sonreí.

-Me alegra que lo disfrutaras. Siento no poder hacer más. -Alargó la mano y me atrajo hacia él.
Se inclinó y me besó con suavidad en los labios.

-Buenas noches, Matheo.

Matheo
Estaba convencido que no había nada más hermoso que Desiree con la luz azul del acuario reflejándose en su rostro. La radiante sonrisa que llevó durante la mayor parte del día me hizo olvidar que mi vida era un desastre. Me sentí orgulloso por ser capaz de hacerla sonreír de una manera tan bella.

Mirarla hacer su bolso para irse a casa me puso triste y eso no debería haber sucedido. En realidad, estaba empezando a sentir más por Desiree de lo que me sentía cómodo. Ni siquiera me había dado cuenta que durante la mayor parte del día habíamos estado cogidos de la mano la mayor parte del tiempo. Era como si no quisiera separarme de ella.

Esa noche Gladiador's Club fue una completa pérdida de tiempo. Disfruté de pasar el tiempo con los chicos, pero preferiría estar con Desiree o practicando con la banda. Realmente necesitaba algo de tiempo para tocar dado que Hugo me dijo que iba a haber algunos ejecutivos discográficos en nuestro espectáculo la semana siguiente.

Para cuando acabé con mis horas del servicio comunitario, ya le había mandado un mensaje de texto a Max, que vivía solo, y arreglé mudarme con él en unos cuantos días, y ya había hablado con Javier sobre más cosas para vender. Las cosas estaban arreglándose y estaba empezando a sentir que un peso se levantaba de mi pecho.

Mierda, eres mi deseo. (Dark Passion 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora