El muelle

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Usagi se encontraba sentada en un banco del muelle, su maleta a un lado y el peso del mundo sobre sus hombros. Las lágrimas aún brillaban en sus ojos irritados cuando dos hombres se acercaron, sus miradas llenas de intenciones oscuras.

—Pero mira que maravilla esta chiquilla está tal como me gustan—dijo uno, acercándose más.

—¿No te gustaría pasar un buen rato con nosotros pequeña? Juro que no te vas a arrepentir—susurró el otro, agarrándola de las muñecas.

Usagi intentó zafarse, pero su fuerza era insuficiente. Los hombres se acercaron más, susurrando palabras vulgares que la hicieron sentir aún más vulnerable.

—Vamos, no seas tímida preciosa...Tengo un amiguito bajo mis pantalones que muere por conocerte—dijo uno, mientras el otro reía con malicia.

De repente, el sonido de una patrulla de policía resonó en el aire. Los hombres, asustados, soltaron a Usagi y huyeron como sombras en la noche. Ella respiró hondo, sintiéndose aliviada pero aún temerosa.

Poco después, Seiya, quien había sido su jefe y ahora estaba preocupado por ella, recibió una llamada de Molly.

—Señor Seiya, Usagi está sola en el muelle. No tiene a nadie a quien acudir y no aceptó el dinero que le ofrecí —dijo Molly con preocupación.

—¡Y por qué no me lo dijiste antes de que se fuera idiota! Si le sucede algo será tu culpa— Exclamo Seiya mientras se apresuraba a buscarla.

La noche ya había caído cuando finalmente la vio sentada en la banca. Su figura frágil lo hizo detenerse en seco; su corazón se apretó al verla tan vulnerable.

—¿Qué haces tan sola, bomboncito? Estas no son horas para estar en la calle y menos para una niña bonita como tú... —dijo Seiya, acercándose a ella.

Usagi levantó la vista, sus ojos llenos de lágrimas.

—Qué bueno que está aquí, señor... Hace poco sentí mucho miedo. Unos hombres me estaban mirando raro y... intentaron... bueno, usted ya sabe...

Seiya la abrazó con fuerza.

—¿Dónde están esos malditos? ¿Tienes hambre? ¿Has comido algo? —preguntó con preocupación.

—No lo sé, señor. Y no, no tengo dinero... —respondió Usagi con un hilo de voz.

Seiya abrió los ojos como platos al escucharla.

—Entonces, ¿por qué no recibiste la ayuda de Taiki? Él tiene razón; debes ser indemnizada...

—Porque no alcancé a trabajar ni un mes. No era justo; no quería quedar como aprovechada —respondió Usagi con firmeza.

Seiya acarició suavemente su cabello dorado.

—Eso no tiene nada que ver, bombón. Vamos... debes estar hambrienta.

La llevó al mejor restaurante de la ciudad. Usagi estaba fascinada por la elegancia del lugar; nunca había estado en un sitio así.

—¿Te gusta bombón? Es uno de mis lugares preferidos por lo íntimo que es —preguntó Seiya con ternura.

Usagi se sonrojó y tomó la carta para ocultar sus mejillas ruborizadas. Seiya sonrió al verla tan encantada y tomó su mano.

—Eres muy hermosa bombón. No sabes cuánto me gustas... Te veías deliciosa en ese camisón con transparencia la otra noche...

Justo entonces sonó su celular.

Seiya contestó sin mirar la pantalla.

—Hola amor mío, ¿cómo está la mujer más hermosa de la galaxia?

Usagi sintió que su corazón se hundía al escuchar esas palabras. Se dio cuenta de que Seiya solo estaba jugando con ella; su dignidad se desmoronaba mientras escuchaba lo que parecía ser una conversación íntima entre él y otra mujer.

Seiya continuó hablando:

—Sí, estoy aquí con una chica muy especial... Sí, es realmente hermosa. Pero tú sabes que siempre eres mi favorita.

Usagi sintió cómo las lágrimas comenzaban a brotar nuevamente mientras escuchaba cómo él halagaba a otra mujer con las mismas palabras dulces que le había dicho a ella minutos antes.

—No puedo esperar a verte esta noche... Sí, claro que me encantaría pasar más tiempo contigo. Esta chica que me acompaña es solo una distracción temporal no te preocupes cariño...

La voz de Seiya resonaba en su mente como un eco doloroso. Con lágrimas en los ojos y sintiéndose traicionada, decidió irse.

Al final de la llamada, Seiya notó que Usagi había desaparecido y encontró una nota sobre la mesa:

"Muchas gracias por la invitación y la compañía. Con cariño, Usagi."

"Maldición debí haber elegido mis palabras, usagi se marchó"

pensó para sí mismo mientras dejaba dinero en la mesa y salía corriendo tras ella. Pero fue en vano; Usagi había desaparecido en la noche oscura de la ciudad.

La Tentación De Los Kou +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora