Acepto

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Usagi quedó petrificada ante la petición de Taiki, incapaz de articular palabra alguna. El silencio se hizo pesado entre ellos, y Taiki, nervioso, comenzó a pensar que quizás ella no estaba lista para dar ese paso tan importante. Una lágrima cayó por su rostro, sintiendo la angustia de la incertidumbre.

Al notar la tristeza en sus ojos, Usagi tomó a Taiki por la camisa y lo besó con una pasión desbordante. Fue un beso que encendió el aire a su alrededor; sus lenguas se entrelazaban de manera rítmica, como si el mundo se detuviera solo para ellos. Taiki apretó a Usagi contra su pecho, sin dejar de besarla, disfrutando de ese momento único que parecía sacado de un sueño.

Los transeúntes que pasaban cerca no podían evitar mirar a la pareja, que se veía tan enamorada y ajena al bullicio de la ciudad. Usagi, sintiendo la conexión profunda entre ellos, cortó el beso y miró a los bellos ojos de Taiki.

—Sí, Taiki Robert Kou, acepto ser tu esposa —dijo con voz firme y llena de emoción.

Taiki se sintió en las nubes; su corazón latía a mil por hora mientras lágrimas de felicidad brotaban de sus ojos.

—¿Por qué lloras, cariño? Pensé que estarías feliz con mi respuesta —preguntó Usagi, preocupada.

—Lloro de emoción y alegría. Eres mi mayor sueño hecho realidad... Te amo, Usagi Tsukino —respondió Taiki, besando suavemente su frente.

Después de esas palabras llenas de amor, Usagi y Taiki entraron a una tienda exclusiva donde eligieron un anillo de compromiso. El joyero les mostró una pieza impresionante: un anillo con un diamante central brillante en forma de corazón, rodeado por pequeños diamantes que destellaban como estrellas. Era un símbolo perfecto del amor que compartían; el oro blanco del anillo brillaba intensamente, reflejando la luz como si llevara consigo toda la promesa de un futuro juntos.

Usagi irradiaba felicidad al ver el anillo. *De verdad que Taiki es un hombre maravilloso*, pensó mientras él tomaba su delicada mano e insertaba el lujoso anillo en su dedo.

—Parece como si estuviera hecho para ti, princesa... Te queda perfecto —dijo Taiki con una sonrisa satisfecha.

Luego entrelazaron sus dedos y se dirigieron a una boutique cercana. Taiki le compró los mejores perfumes, cremas y maquillajes para que Usagi se sintiera aún más hermosa de lo que ya era. Cada artículo era seleccionado con cuidado; él quería que ella brillara como nunca antes.

Al salir de la boutique, fueron a una exclusiva tienda de ropa italiana. Vestidos hermosos de seda fina fueron lo que Taiki eligió para ella; cada prenda era un reflejo del lujo y la elegancia que él quería que Usagi experimentara. También le compró calzados caros: tacones altos y botas finas que complementaban perfectamente su figura.

Finalmente, entraron en una tienda de electrónica donde Taiki le compró el celular más moderno disponible. Usagi no podía creer lo rápido que había cambiado su vida; por un día estaba viviendo como una rica heredera en el mundo del Yakuza.

Las horas pasaron rápidamente sin que se dieran cuenta de que no habían merendado hasta que el hambre se hizo notar en la joven pareja.

—Vamos a cenar —decidió Taiki—. Conozco un restaurante excelente...

Sin embargo, lo que no sabían era que alguien más estaba también allí...

La Tentación De Los Kou +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora