Omnisapiente

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Levantó la mirada de los documentos que estaba revisando en ese momento, justo a tiempo para ver a Shizune ingresando a su oficina con otro montón de papeles que requerían su firma. ¿Por qué había aceptado volver a Konoha a jugar a ser Hokage? Resopló con resignación y Tonton en sus piernas emitió un ligero ronquido, cerdita afortunada.

Pasaban las 11 de la noche cuando finalmente se fue del despacho a caminar. Todo el mundo decía que ser Hokage era un gran honor y tener a su espalda la responsabilidad de velar por el bienestar de la aldea era algo a lo que había estado dispuesta, pero nadie hablaba nunca de todo el odioso trabajo burocrático que había detrás ni de las aburridas reuniones del consejo que hacían que la monotonía fuera la principal palabra para definir su día a día. Por eso se había empezado a salir a caminar en las noches, por lo general a altas horas y los ANBU encargados de patrullar ya se habían acostumbrado a verla cada vez más seguido haciéndolo.

Las primeras veces solo caminaba sin rumbo fijo, cuando se encontraba a alguien y era reconocida le hacían conversación, o le contaban algún problema nuevo para que los ayudara, impidiéndole así cumplir el objetivo de sus paseos, que era despejar su mente. Por lo que ahora salía ligeramente disfrazada y a menos que se detuviera o alguna persona la viera detenidamente, no le hablaban. Era solo una transeúnte más, una posible turista buscando su posada o una residente que regresaba por fin a su morada después de haber departido un poco con amigos en algún comercio. Con el avanzar de sus caminatas cada vez se adentraba más en zonas por las que no solía pasar, y empezó a descubrir que lo que se ve a la luz del día y en público es completamente diferente a lo que ocurría de puertas para adentro cuando la privacidad y oscuridad aparecían.

Así había aprendido además que en su oficina no se enteraba ni siquiera de una tercera parte de lo que en realidad estaba pasando en la aldea, y esto podía ser en parte porque sus consejeros hacían un buen trabajo filtrando información para que a ella solo le llegara lo verdaderamente importante o que directamente alguien más buscaba que no se enterara de lo que pasaba en la aldea que había jurado proteger. Por eso también continuaba saliendo, en los años que llevaba haciéndolo sus habilidades de observación habían mejorado mucho. Fue así como empezó a sospechar de las constantes visitas del Kazekage a la aldea con mensajes que podían haber sido transmitidos perfectamente por cualquiera de sus emisarios, y luego de las misiones de Hinata a la aldea de la Arena. Hasta que finalmente, tras lo que supuso fue una dura charla con la familia de la Hyūga, los dos involucrados anunciaron oficialmente su compromiso y el eventual traslado de la joven al que sería su nuevo hogar, Hiashi no pudo oponerse a dicho compromiso pero dado que estaban empezando a entrenar a su primogénita para que asumiera el liderazgo del Clan, pidió que pospusieran su partida todo lo posible mientras organizaban algunos asuntos internos.

Muchos se sorprendieron, otros fingieron sorpresa al avisarle, pero ella ya lo sabía. Entre más tiempo pasaba menos cosas se le pasaban por alto. Esa noche solo se paseó por la salida de la aldea, estando atenta que el guardia designado se encontrara atento en su labor y luego regresó para descansar, no tenía muchos ánimos ese día, todo estaba en calma, casi parecía la calma antes de una tempestad pero no podía prever aún que clase de tormenta era la que se aproximaba.

Su mañana empezó como cualquier otra, había tenido que acercarse al hospital a atender a un shinobi herido de gravedad por un ataque en el camino y solo tras estar completamente segura que se encontraba fuera de peligro fue a su oficina, lista para seguir con la montaña de documentos que tenía la capacidad de reproducirse sola. Tomó un nuevo papel, la academia había solicitado algunos suministros y sus consejeros ya habían anexado el presupuesto disponible para esto por lo que en teoría solo faltaba su firma, pero nunca estaba de más leer. Estaba concentrada en la lectura cuando Shizune entró.

Boda Forzada (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora