Cambios

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Abrió los ojos y la luz del exterior la hizo cerrarlos casi de inmediato, además de la lógica reacción a la claridad su cabeza le empezó a doler como si la estuvieran martilleando desde adentro con algo, automáticamente tomó una de las cobijas y se tapó completamente para reacomodarse en la almohada.

Y entonces fue cuando los recuerdos asaltaron su mente, eso NO era una almohada y el dolor de cabeza se debía a la cantidad ingente de licor ingerida la noche anterior y los sucesos posteriores a estar tan alcoholizada, con mucho cuidado intentó incorporarse para comprobar que aquello que no era una almohada, era el pecho de su esposo, con movimientos sumamente lentos se asomó de entre las cobijas para toparse con el hecho que Toshio la miraba de un modo burlón, asumiendo obviamente la resaca que ella tenía. Quiso que se la tragara la tierra, pero cuando intentó ocultarse en las cobijas nuevamente al moverse tan rápido originó unas náuseas incontrolables que la hicieron salir corriendo al baño para poder vomitar, omitiendo por un momento el hecho que estaba completamente desnuda y que su cabeza no había dejado de doler ni por un segundo.

Por eso no le gustaba tomar, más allá del hecho que la cantidad de licor que podía tolerar era poca, la resaca siempre era una pesadilla total, pero bueno, ya lo había hecho y no podía hacer nada, tan solo le quedaba asumir la realidad, había tenido sexo con su esposo, hasta dónde recordaba 2 veces, y no sabía ahora qué hacer, se incorporó lentamente intentando evitar la aparición de nuevas nauseas, estaba adolorida y no sabía hasta que punto eran rezagos del alcohol o como resultado de la noche que había tenido, en el espejo podía ver unas marcas casi moradas en su cuerpo en donde recordaba que él la había sujetado con fuerza, tomó una de las batas que había en el lugar para cubrirse, después de eso se enjuagó la boca, exhaló pesadamente el aire y con paso decidido salió del baño pues tarde o temprano iba a tener que afrontar la situación.

Amablemente su esposo le tendió un vaso con una bebida de extraño aspecto aclarándole que era para ayudarle a superar la resaca y sin más se levantó pidiéndole que se diera prisa pues se les empezaba a hacer tarde para el desayuno. La verdad ella se quedó esperando afrontar la situación pues él no le dirigió más la palabra ese día, o bueno sí lo hizo mientras desayunaban para literalmente ordenarle que comiera algo de lo que le habían servido ignorando que aunque ya no tenía dolor de cabeza las náuseas fueron sus fieles compañeras durante toda la mañana.

Y así su situación matrimonial había cambiado ligeramente, su esposo seguía igual que siempre dirigiéndole la palabra mayormente cuando estaban en público o después de tener relaciones y ella fingiendo que eran un matrimonio completamente feliz, la diferencia es que llevaban 2 meses siendo un matrimonio sexualmente activo. Vaya, 4 meses de casada y cada día ella siempre deseaba colgarse de un árbol o hacer algo para no tener que estar en esa rutina, es que hasta podía decir que incluso el sexo era una rutina, pues tan sólo la primera vez pudo asegurar que realmente lo había disfrutado y eso fue porque ella había tomado en un momento el control de la situación para poder alcanzar su clímax y así alejarse por completo de la realidad, pero más allá de decir que no tenía química con Toshio, era el hecho que él procuraba solamente su propio placer sin interesarse en el de ella.
Las tardes de té con las otras señoras con maridos importantes solían ser bastante aburridas porque a diferencia de ella, eran un montón de mujeres criadas para ese papel, hasta un día que el cielo pareció romperse por la cantidad de lluvia que cayó, provocando algunos daños, así que una de ellas propuso que hicieran buenas acciones en la aldea para ayudar con las reparaciones.

Fue una conversación rápida con su esposo quién le dijo que se requería permiso del feudal, pero finalmente les permitieron empezar a hacer actividades para ayudar a algunos de los más necesitados. Fue así como también supo que en la academia estaban sin maestro de armas y la posición estaba vacante. Debía agradecer a los cielos que gracias a su posición, y a algunos llamados de atención de Toshio, había aprendido a ser reservada y que debía consultarlo todo primero con él, porque estuvo a punto de ofrecerse a tomar la posición, así fuera sin pago, tan solo por el hecho de poder volver a tener una kunai en sus manos y poder entrenar nuevamente. Esa misma noche, después de tener relaciones se atrevió a pedirlo.

Boda Forzada (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora