CAPÍTULO 35

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JULIA

Dos días después de reencontrarme con mis padres, de hablar absolutamente todos los detalles de mi vida en el tiempo en que estuve lejos de casa y de que, ellos me comentaran que habían decidido vivir de nuevo juntos, he tomado finalmente la decisión de mudarme con Darren a su apartamento en compañía de April y aunque al principio sus caras de dudas me han dejado entre ver que no estaban muy de acuerdo con la idea, lo cierto es que, han terminado aceptando.

Para ser franca la noticia de su reconciliación me ha dejado perpleja, no supe como reaccionar cuando me tiraron aquella bomba, debó ponerme a saltar en un solo pie, pero la verdad crecí viendo a mi madre con otro hombre que me acostumbré a él. Debo admitir que me ha tocado asimilar que después de todos estos años hayan terminado por retomar su relación.

En cuanto a mi iniciativa de irme a vivir con mi novio, sé que se le ha hecho difícil a mamá, sobre todo por su carácter autoritario, pero tan pronto he visto su inflexibilidad con la que siempre solía imponerme su voluntad me he parado firme en mi decisión sin ceder en lo absoluto, hace mucho tiempo que he aprendido a ser alguien independiente y a decidir lo que quiero por mí misma y no pensaba dar mi brazo a torcer por miedo a la opinión de los demás. Era mi vida y estaba dispuesta a vivirla con libertad propia y bajo mis propias limitaciones teniendo siempre presente mi propia esencia de valores, esos con la que crecí y que, estaba orgullosa de llevar conmigo para no perderme en la vida.

Mis padres han organizado una parrillada en su casa por lo que, Darren, la niña, la señora Charlotte y yo vamos de camino hasta la residencia.

Mientras nos dirigimos hacia la vivienda observo tras la ventana del vehículo las inundadas calles de Vancouver por la nieve, la temperatura cada día va cayendo bajo cero y parece que éste será un invierno muy crudo en el país, según los pronósticos emitidos en los noticieros.

Finalmente llegamos a la calle en la que viven mis padres, Darren termina de estacionar el vehículo y espera a que salgamos la niña, su madre y yo para colocar la alarma del auto, tocamos la puerta de la casa de mis padres y dos minutos más tardes somos recibidos por mamá.

—Adelante chicos... —espeta mamá dándome un beso y otro a Darren.

—Hemos traído costillas para la parrillada —menciona mi novio luego de saludar a mi madre.

—Genial —se ríe mientras recibe lo que Darren ha comprado —vayan con todos al jardín, iré en un segundo, Kim llevó a la bebé al baño y quiero ayudarle — comenta la pelinegra subiendo las escaleras con prisa.

Darren, April, la señora Charlotte y yo caminamos hasta el jardín de la casa encontrándonos a Simon, a mi padre, a Robert en compañía de Ashley, a mi pequeño hermano jugando con unos carritos y a un hombre alto rubio cuya identidad desconozco.

Quienes se aproximan a saludarme primero son mis dos padres mientras que, observo fugazmente a April lanzarse con euforia a los brazos de Simon.

—¡Mojojojo! —exclama abrazando a April —Te extrañé mucho.

—Y yo a ti tío Simon —espeta la pequeña rubia.

Me aproximo con un poco de timidez hasta el pelinegro para saludarle y noto que, tan pronto sus ojos se desvían hasta los míos su expresión se alivia un poco más.

—Hola Simon —resoplo ahondándolo en un extenso abrazo que desde luego el corresponde.

—Casi no me lo creo cuando Darren me lo contó —admite con voz serena —Es que... es como un milagro que esto haya sucedido —continúa diciendo separándose de mí. —Me da mucho gusto verte de nuevo, pecas —expresa dándome un segundo abrazo.

QUEMA ESTE AMOR EN TUS LABIOS (COMPLETA ✓ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora