CAPÍTULO 33

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Han transcurrido aproximadamente dos semanas, mismas que he aprovechado al máximo para pasar todo el tiempo con Darren, así como también para convivir mucho más con Jeremy y April. He tenido la oportunidad de conversar mucho más con Robert y enterarme de lo que ha sido de la vida de mis padres después de que me creyeran muerta, confirmando así, que ha sido todo un infierno tanto para mí como para ellos.

Han sido muchos acontecimientos que he tenido que procesar en estas últimas semanas, como, por ejemplo, las muertes de Evan Lane, Victor Kavannaugh y también el hermano de Darren, escucharlo narrar las circunstancias en las que sucedió todo y verlo lamentarse por ello me ha partido el corazón. Hemos pasado noches largas hablando de lo que vivió en mi ausencia y también hemos pasado mucho tiempo enredados entre las sabanas de su habitación.

Me ha contado acerca de la vida de Kim y Simon y de que, hace poco se convirtieron en padres de una pequeña a la que decidieron llamar Jenna, como nuestra amiga, y que Hyolin mantiene aún una relación con el hijastro de mi padre.

Es temprano por la mañana, la señora Charlotte y Darren han salido de casa debido a que hoy inaugurarán finalmente el hotel que construyeron en la ciudad de Hamburgo, por lo que sé, los medios de comunicación y la prensa estarán expectantes en el evento que se estará llevando a cabo esta noche. Yo por mi parte he quedado en ocuparme de la niña y de alistarnos para asistir a la fiesta de inauguración.

Me he duchado para despertar un poco más mi cuerpo y sacar todo signo de somnolencia. En cuanto he terminado de acicalarme, me he puesto algo ligero para preparar el desayuno de la pequeña April y el mío, me decido por un par de omelette con jamón y espinaca, para April he preferido sustituir la espinaca por un poco de queso y un zumo de naranja, puesto que no sé si las verduras son lo suyo.

Ella se despierta como siempre con su cabello desordenado y con cara de pocos amigos.

—Buenos días —exclama en un hilo de voz.

Tan pronto se aproxima hasta donde me encuentro y bosteza con pesadez, la cargo para darle un dulce beso en su mejilla mientras le sonrío.

—Buenos días dormilona — espeto con una voz chillona a lo que ella se ríe mientras se acomoda en mi pecho —¿Cómo dormiste?

—Bien... —bosteza por segunda vez y aparta de su cara toda la mata de pelo que obstruye su visión —¿Y papá?

—Salió con tu abuelita por cosas de trabajo —me encamino con ella y la siento en el taburete de la mesa auxiliar de la cocina para colocarle al frente el plato con el desayuno que he preparado para ella junto al jugo de naranja. —En cuanto termines de desayunar te prepararé un baño, debemos salir a comprar unos vestidos para acompañar a tu papá y a tu abuela hoy.

—De acuerdo —menciona con la boca medio llena y acaba su omelette en solo unos minutos.

Luego se dirige al baño y tras esperar a que le prepare la tina, ella decide hacerlo por sí misma, en lo único en lo que ha solicitado mi ayuda ha sido para lavar su cabello, de todo lo demás se ha encargado por sí sola.

La dejo entonces para cambiarme de ropa antes de salir de casa. Me despojo de la ropa holgada que traigo puesta para colocarme unos jeans ajustados con un suéter de lana de color lila y unas zapatillas, dejo mi cabello suelto y utilizo un poco de pestañina que Darren ha comprado para mí en el Mall, ruborizo un poco mis mejillas y esparzo un poco de brillo en mis labios.

Cuando salgo de la habitación y me vuelvo hasta la de la niña, me la encuentro luchando para entrar en unos pantalones.

—Espera, te ayudaré —me aproximo a su rescate y tras colocarse perfectamente el atuendo, desenredo su cabello con cuidado, hago una división a medio lado y le coloco un par de pasadores en su rubia cabellera.

QUEMA ESTE AMOR EN TUS LABIOS (COMPLETA ✓ )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora