[Chanbaek] Our Daily

Incluso me quedé a dormir en casa de tu madre.

                     16 de septiembre 2020

Baekhyun acababa de tomar una ducha y se sentía realmente contento. No había tenido que trabajar ese día, Chanyeol finalmente había vuelto a casa y habían pasado todo el rato juntos. Se sentía fresco y relajado, y tal vez un poco hambriento, pero no era una buena idea comer tan tarde en la noche así que se estaba aguantando las ganas de ir hasta la nevera, distrayéndose con el teléfono mientras esperaba a que Chanyeol saliera de la ducha.

El gigante tardó casi media hora en salir y cuando Baek lo vio, sonrió y dejó su teléfono de lado.

– ¿Y eso? – Chanyeol sonrió al ver que Baek había lanzado su teléfono lejos cuando lo vio salir.

– Estaba esperando por ti, y ya has vuelto. – Baek se encogió de hombros, luego dio dos palmaditas sobre el colchón, indicándole a Chanyeol que se acostara a su lado.

Chanyeol obedeció de inmediato. En especial porque lo que más había deseado los últimos días era recostarse junto a Baekhyun y dormirse con él entre sus brazos.

Al inicio, Chanyeol lo abrazaba porque Baek era quien se metía entre sus brazos descaradamente en busca de calor para así evitar pelear por la temperatura de la habitación, pero ahora Chanyeol se daba cuenta de que no podía dormirse si no era así.

– Y… ¿me extrañaste? – preguntó Yeol, acostándose al lado de Baekhyun, sintiendo como Baek se le pegaba hasta no dejar ni un solo espacio entre los dos.

– Pensé que iba a morir. – admitió Baekhyun – Y eso que incluso fui a visitarte. – añadió haciendo un puchero. – Me quedé a dormir en casa de tu madre durante dos días seguidos.

Chanyeol soltó una carcajada.

– Eso dijo ella. – comentó el más alto y se acercó para dejar un beso sobre la mejilla de Baek. – Yo también te extrañé mucho, Baekhyun ah. Y ni siquiera podía moverme de aquel sitio. Fue una bendición verte llegar aquella vez.

– Lo sé. – se jactó Baekhyun.

– No seas creído. – bromeó Chanyeol.

– No estoy siendo creído. Me di cuenta por la manera en la que me tocaste cuando estuvimos a solas.

– Ahhh, - Chanyeol recordó los momentos que vivieron en aquella habitación de hotel y sonrió. – Estuvo realmente bien aquella vez. Tanto, que había escenas que no podía sacar de mi cabeza mientras estaba filmando. Me regañaron un montón de veces.

– ¿En serio? – Baek sonrió, sintiéndose orgulloso.

– Si. Al inicio me regañaban porque me sentía triste y solo pensaba en ti, y luego cuando me visitaste, me regañaban porque estaba feliz y estaba pensando en lo caliente que estuviste antes.

Baekhyun se avergonzó cuando Chanyeol trajo a su mente aquellas escenas; así que golpeó suavemente el hombro de su amante y metió su cabeza en el hombro de éste, pasando una de sus piernas por encima del cuerpo del más alto. Abrazándole como mismo se abrazaría a una de esas almohadas gigantes con dibujos animes que vendían en Akihabara.

– Yah, estás más pesado. – bromeó Chanyeol, pasando su mano por la espalda baja de Baek, levantando la camisa holgada que este traía para acariciarlo directamente sobre su suave piel.

– No digas eso. – lo amenazó Baekhyun – Ahora mismo necesito que me digas que soy ligero y lindo.

– Pero te digo lindo todo el rato. – contestó Chanyeol, haciéndose el inocente.

– Lindo, pero ¿ligero? – preguntó Baekhyun.

– Baekhyun ah, te cargo con un solo brazo. Eres realmente ligero, antes lo dije bromeando.

– Oh, ¿en serio? – Baek sonrió. – Entonces ¿está bien que coma algo ahora mismo? Tengo mucha hambre, Chanyeol ah.

Chanyeol rió en voz alta.

– Está bien, - dijo finalmente, - Pero primero… ¿por qué no quemamos algunas calorías? – preguntó, cambiando de posiciones con Baekhyun, dejándolo recostado sobre el colchón, mientras él lo permanecía sobre él.

Baek sonrió atrevidamente y acarició la mejilla de Chanyeol antes de pasar su mano por detrás del cuello de su pareja e inclinarlo hacia él para besarlo en los labios.

– ¿No deberíamos comer primero y luego quemar las calorías? – preguntó Baekhyun luego del primer beso.

Chanyeol se inclinó y besó el cuello del más bajo.

– ¿De veras quieres que nos detengamos?...

– … No…