-¡No tienen remedio! -le dijo Hagrid de mala uva, sacudiendoles el hollín con tanto ímpetu que casi los tira contra un barril de excrementos de dragón que había a la entrada de una farmacia-. Merodeando por el callejón Knockturn...Será mejor que nadie los vea por allí.
-No fue nuestra culpa-dijo Alice, en el momento que Hagrid la baja al igual que a Harry.
-Salimos en la chimenea equivocada - explicó Harry, agachándose cuando Hagrid hizo ademán- ¿Y tú, qué hacías?
-Buscaba un repelente contra las babosas carnívoras -gruñó Hagrid-. Están echando a perder las berzas. ¿Están solos?
-Hemos venido con los Weasley, pero nos hemos separado -explicó Harry
-Además, quedamos en ver a mi familia en el banco-dijo Alice y después se detiene ya que los había olvidado por qué pasó en aquel horrible callejón- Ay no, mi papá-asustada
-Es cierto, tu familia, tranquila, de seguro nos están esperando en el banco-dijo Harry, agarrándola de la mano
-Tranquilos, con suerte aún están haciendo un retiro o apenas los están atendiendo-dijo Hagrid- por cierto Harry ¿Por qué no has respondido a ninguna de mis cartas?
Harry le explicó todo sobre Dobby y los Dursley, claro que no omite lo de Pepper, Alice le explicó quién es ella y su idea de llevarla allá.
-... y eso fue lo que pasó- terminó Harry de explicar
-¡Condenados muggles! -gruñó Hagrid-. Si hubiera sabido...
-¡Harry! ¡Alice! ¡Aquí!
Harry y Alice vieron a Hermione Granger en lo alto de las escaleras de Gringotts. Ella bajó corriendo a su encuentro, con su espesa cabellera castaña al viento.
-¡Hermione!- Alice la abraza- Qué alegría verte
-Me alegra verte Alice, te extrañe- dijo sonriendo y voltea a ver a Harry-¿Qué les ha pasado a tus gafas? Hola, Hagrid.
-Hola Hermione-dijo Hagrid con una gran sonrisa
-Tus lentes-dijo Alice, revisandolos, se sorprende de no haberse dado cuenta de que se rompieron
-Esta bien Alice, tranquila
-¡Cuánto me alegro de volver a verlos! ¿Van a Gringotts?
-Tan pronto como encontremos a los Weasley -respondió Harry.
-No tendrán que esperar mucho -dijo Hagrid con una sonrisa.
Harry, Alice y Hermione miraron alrededor. Corriendo por la abarrotada calle llegaban Ron, Fred, George, Percy y el señor Weasley.
-Harry, Alice -dijo el señor Weasley jadeando-. Esperábamos que sólo se hubieran pasado una chimenea. Molly está desesperada..., ahora viene.
-¿Dónde han salido? -preguntó Ron.
-En el callejón Knockturn -respondieron ambos.
-¡Fenomenal! -exclamaron Fred y George a la vez.
-A nosotros nunca nos han dejado entrar -añadió Ron, con envidia.
-Y han hecho bien -gruñó Hagrid.
La señora Weasley apareció en aquel momento a todo correr, agitando el bolso con una mano y sujetando a Ginny con la otra.
-¡Aquí están! Estaba preocupaba por ustedes pequeños, pudieron haber salido en cualquier parte-dijo la señora Weasley, respirando aún con dificultad.
Sacó del bolso un cepillo grande para la ropa y se puso a quitarle a Harry y a Alice el hollín con el que no había podido Hagrid. El señor Weasley le cogió las gafas, les dio un golpecito con la varita mágica y se las devolvió como nuevas.
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Alice y la Cámara de los Secretos
Novela JuvenilAlice regresa a Hogwarts junto con sus amigos para cursar otro año, pero se encontraran con una gran amenaza que pone en peligro a todos en el colegio, en especial a los hijos de muggles. No importa que tan peligroso sea, ella jamas abandonara a su...