None Of My Bussines; ꜱᴇᴜʟʀᴇɴᴇ

Capítulo Final

—¿Por qué me dijiste que viniera tan temprano?—me pregunta luego de saludarnos con un corto beso.

Me siento en el asiento acompañante de su auto y me coloco el cinturón.

—Tenemos que hablar de algo—respondo sin más, no tengo muchas ganas de dar tantas vueltas en el asunto.

—¿Es algo serio?—me mira preocupada y alza su ceja izquierda.

Me recompongo en el asiento delantero preparándome mentalmente y pensando en maneras de decirle lo que ha ocurrido ayer.

—No lo llamaría así...—digo dudosa rascándome la nuca.

—Bueno, habla, Seulgi, me están comiendo los nervios—menciona logrando poner un poco de humor a la situación.

La miro por unos segundos y trato de pensar mejor en lo que estoy apunto de hacer. No quiero echar a perder esto que tenemos o volvimos a tener.

—¿Por qué me habías dejado meses atrás?—le pregunto sin rodeos y ella baja su mirada pareciendo frustrada.

—¿Otra vez con eso, Seul?—pregunta con enojo pero decido ignorarla.

—Esta vez quiero la verdad, Irene—le respondo firme.

Es mi oportunidad de por fin saber y comprender del todo a Joohyun, saber si me dirá la verdad y de terminar de entender su corazón.

—Tú y yo no veníamos muy bien, ¿Lo sabes, cierto?.

—Pero, ¿Por qué?—le pregunto confundida.

Si sé la respuesta a esa pregunta, ya me la han respondido. Pero quiero escucharlo de ella.

Necesito saber las cosas desde su perspectiva.

—No estábamos pasando tanto tiempo juntas, había veces que te hablaba y parecías en otro mundo—ahora soy yo la que se siente culpable y me da una punzada en el estómago.

—De verdad lo siento, Hyun.

Me da una mirada rápida para volver su vista al volante.

—¿Ya nos podemos ir?—pregunta despacio y tranquila.

—¿Qué pasará ahora, Joohyun?—le vuelvo a preguntar—¿Con nosotras? ¿Seremos novias nuevamente?

Da un suspiro frustrada y se rasca su cabeza.

Estoy ansiosa y nerviosa, miro por la ventana simulando interesarme en la parada de autobuses que se encuentra en la vereda de al lado.

 Pero solo quiero escuchar su respuesta.

—Seulgi, estoy haciendo un esfuerzo—dice y escucho como su voz comienza a sonar ronca.

—¿Para qué?

—Para que esto funcione—exclama de repente—no quiero dejarte ir pero tampoco sé si sea sano que estemos juntas—confiesa.

Me doy vuelta en el asiento para mirarla y ella hace lo mismo.

Su voz había sonado tan seria en esa oración que estoy segura que no está bromeando y que eso se lo había estado guardando por mucho.

—Seulgi—se vuelve a acomodar mejor girando todo su cuerpo para mirarme—Te amo, ¿Sí?—me da una media sonrisa comprensiva mientras pasa una de sus manos suavemente por mi cabello.

Asiento lentamente con la cabeza.

—Pero estamos tan aferradas la una con la otra que ambas sentimos que no podemos vivir separadas.

—¿Y eso está mal?—pregunto con la voz entrecortada.

—Se supone que ambas sepamos vivir sin la otra pero que no lo queramos hacer.

Agacho mi cabeza dejando unos segundos de silencio incómodo.

No es secreto el hecho que ame a Joohyun, incluso en ocasiones llego a pensar que tal vez la ame más que a mí misma o que a cualquier otra persona.

Ella siempre ha sido como una parte de mi, ¿Y cómo una persona podría vivir incompleta?

—Yo...—tartamudeo un poco porque realmente no sé que decir.

Ella se queda callada esperando a que diga algo.

Pero nada sale de mi boca porque ya no puedo hacer nada. La decisión ya está tomada.

—Creo que tienes razón—digo y ella me mira atenta—ambas debemos aprender a vivir separadas la una de la otra.

—Tomar nuestro propio camino—continúa Irene y le regalo una sonrisa forzada.

—¿Así que estamos bien?—me pregunta unos segundos después.

—Claro—sonrío—Pero debes llevarme a la universidad ahora—digo logrando sacarle una risa.

La cafetería está repleta e incluso tuve que esperar una fila de tres minutos, que por suerte la cocinera es rápida sirviendo.

 Taemin me sonríe desde la mesa del equipo de basquetbol masculino y me río al notar como se le cae una de las papas fritas que tenía en la boca.

Miro hacia la derecha y Sooyoung me espera a solas en una de las mesas luciendo emocionada.

Ruedo los ojos intentando ocultar una risa y me dirijo hacia ella.

—¿Cómo te has dado cuenta?—pregunto dejando mi bandeja en la mesa.

Mira en mi bandeja buscando algo para robarme pero cuando se da cuenta de que es solo comida saludable hace un puchero.

—¿Por qué haces dieta?—pregunta disgustada.

—No es hacer dieta, es comer sano—respondo y veo como rueda los ojos—Y no evadas mi pregunta.

—Han llegado juntas y no se saludaron con un beso.

—¿Enserio? ¿Solo por eso te diste cuenta que cortamos de nuevo?—digo sorprendida.

—Bueno, en realidad nunca volvieron del todo.

—Eres mala.

Se ríe pero enseguida se pone seria.

—¿Cómo estás con eso?—me pregunta.

Ahogo un suspiro que al final se me termina escapando.

—Creo que esta vez si estoy bien—respondo y noto un gesto de asombro de su parte—Ella tiene razón, las dos estamos aferradas la una a la otra, incluso cuando me dejó estuve triste durante meses. Ella siempre será importante para mi, pero lo que teníamos era...

—¿Tóxico?—sugiere ella con una ceja levantada.

—No se si llamarlo así.

—Lagartija, ambas no podían ni estar a dos metros de distancia—opina—Cuando Bae estaba con su nueva novia se te insinuaba a veces ¿Cierto?

—¿Hablas del día en el que yo estaba trabajando?

—Si—responde asintiendo—Te estoy diciendo esto porque soy tu mejor amiga, Seul.

—Lo sé, Soo—le digo sonriente—Y tienes razón.

Mi mundo se había venido abajo aquel día en que ella me había dejado por otra chica, me volvía celosa e impulsiva y mil veces traté de llamar su atención o darle celos.

Pero ahora, viendo las cosas de otra perspectiva: Estoy segura de que solo me hacía daño a mi misma.

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Todavía falta el epílogo así que estén atentas!