𝙱𝚊𝚎𝚙𝚜𝚊𝚎-𝙺𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗

6.

Mi mente empezó a buscar algo con lo cual podría solucionar esto, pero solo se repetía la estupidez de que estaba borracho.
¿Qué pasaría si Jimin se enterará?¿Lo dejaría? Claro que lo haría, podía ver sus ojitos llenándose de lágrimas, sollozando por su culpa y lo que más le causaba terror y un dolor en su corazón, sería que Jimin ya no lo mirará como siempre.
Estaba temblando, su pie chocaba constantemente con el suelo. Hasta qué su mente le aviso que nadie sabía de esto más que él, aparte de la chica que no creía volverla a ver. Dejo de temblar y pensó bien las cosas. Sí no habría la boca nadie sabría de lo que pasó, así Jimin, no se enteraría y no lo dejaría. No podía perderlo, lo amaba, aunque quisiera negarlo, porque el jamas se había sentido así con sus anteriores parejas y le daba miedo como había caído tan rápido por su lindo castañito, que si lo dejaba no sabría cómo continuar sin su sonrisa de cajita.

Y con ese pensamiento termino de prometerse olvidar su cometido y no volver a repetir su error.

Lastima qué no todas las promesas se cumplen.

Mi semestre en la Universidad culminó, tendría vacaciones por un mes, estaba feliz, pasaria más tiempo con Jungkookie, estos últimos semanas lo noté algo distante, le pregunté el porqué se comportaba así, el me dijo que eran los ensayos de la Banda estaban siendo agotadores ya que tendrían una presentación importante y necesitaba concentrarse, yo lo entendí, así que le di su espacio, después de unos días, vino a mi casa y se lanzó mis brazos, no me soltó lo que quedaba del día.

Ahora me encontraba esperándolo en una cafetería, se supone qué iríamos al cine, pero él estaba un poco retrasado. Me encontraba viendo hacia las afueras haber si podía verlo llegar.

— Buenas tardes ¿Qué desea ordenar?—me asusté cuando el camarero me habló. Volteé a verlo, creo haberlo visto en algún lugar pero no recuerdo exactamente donde.—A-ah, si, un Te helado y un Frapuccino, porfavor.

El chico se me quedó viendo unos segundos más, me sonrió, yo se lo devolví, tengo la costumbre de devolver sonrisas.

—En un momento se lo traigo— y se fue hacia la barra.

Seguía esperando a Jungkook. Ya habían pasado 10 minutos, cuando el camarero volvió acercarse, esta vez pude ver su nombre en su camisa.

Bogum.

Dejo los pedidos en la mesa, volteó a verme, se me quedó viendo, veo como intenta hablarme pero se ve interrumpido por un Jungkook hiperventilando, Bogum me da un media sonrisa.Y se retira hacia la barra, así que volteó a ver a Jungkook, este me mira con algo que no puedo decifrar, así que le sonrió.

— Pedí por ti, espero te guste—antes de contestarme, voltea hacia la barra buscando algo, luego devuelve su mirada a la mía. Me sonríe pícaro, agarra mi mano que estaba encima de la mesa, la besa, no puedo hacer algo más que sonrojarme y verlo con todo el amor que siento por él.

— Mmm, qué tal si me das un poco de tus besos, esos me gustan más que cualquier cosa.— su sonrisa de conejito está ahí, puedo afirmar que estoy más rojo que un tomate, sé que le gusta que me ponga de ese modo por él.

— ¡Ya! Aquí no, Jungkook— me siento avergonzado, alguien pudo escucharlo hablar así. Agarró mi Te y empiezo a beberlo viéndolo fieramente, para que no diga otra de sus atrevidas frases. Se me queda viendo-Con unas sonrisitas, luego él también está bebiendo de su Frapuccino.

Nos quedamos hablando de cómo fueron nuestros días, mientras terminábamos nuestras bebidas, le dije que me esperará, ya que iría a pagar las bebidas, pero se rehusó, diciendo que él debía pagarlas por llegar tarde para nuestra cita, trate de convencerlo, pero es tan terco que nos podríamos quedar todo el día discutiendo, así que lo acompaña a caja.

En esta se encuentra Bogum, quién atiende a mi novio y al acabar Bogum se me queda viendo otra vez, Jungkook se da cuenta de esto así que me  toma mi cintura y me atrae hacia él.

—Vamos bebé.

Bogum me da una última sonrisa y yo me despido con una misma.

Saliendo de la cafetería, siento como Jungkook me voltea y me besa robándome el aliento, dándome cuenta de donde estamos me separo y le doy un ligero golpe en su hombro, reprochandole con la mirada, pero este no hace más que sonreír y robarme otro beso, me agarra la mano y nos empezamos a alejar de la cafetería.

Antes de alejarnos completamente veo a un Jungkook sonreír socarronamente a Bogum a través de la ventana.

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