23. Cita Perfecta

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Mientras caminaba podía percatar lo hermoso del bosque y de las casas, la luz verde del cielo que se volvía un poco más oscura pro seguía iluminando los pasos.

Al llegar a lo que era el centro de la ciudad, no dudé dos veces en seguir el bello ruido de la campana.

¡O por Dios! ¡Es dorada y enorme!

Miré la fila que llevaba varias cuadras a lo lejos y corrí para formarme, si las cosas eran rápidas tomaría menos de media hora.

Miré el cielo mientras pasaba el tiempo y noté a unos niños frente a mi.

-¿Sabes que debes traer a tu pareja?- dijo el niño.

La niña le golpeó el hombro.
-No seas tan directo tonto- dijo enojada.

¡Que tiernos!

Me agaché un poco para mirarles.

-Mi pareja está conmigo pequeños, ¿ustedes lo son? ¡Son tan tiernos!- dije y traté de acariciar la cabeza de la niña.

-Ya tengo 75 años señorita, llevamos casados mucho tiempo- dijo para reírse un poco y abrazar al niño, este se ve avergonzado.

-Lo lamento, llegué hace muy poco y no me acostumbro - con cuidado levanté la mano para ver sus cuellos con lápices atravesados.

-Es de mala educación mirar las marcas señora- dijo el niño enojado.

S-SEÑORA?!  NO ESTOY TAN VIEJA

La niña le volvió a golpear en el hombro, me dió mucha risa.

-¿Y como es tu pareja?- dijo tratando de desviar el tema de conversación.

-Ohhh, está aquí - dije para darme la vuelta mostrándoselo.

Luego volví a verlos y se rieron un poco.

-Se ve muy tierno, seguro que lo tienes bien domado- dijo el chico riéndose para recibir un pellizcon de su pareja.

-Tu también lo estás- dijo la niña bastante enojada.
-Es su primer año aquí, ¿verdad?- dijo mirándome.

-Es nuestro primer día de hecho- dije algo avergonzada.

-Ohhh, déjame explicarte entonces, cuando lleguen a la campana tienen que poner las manos juntas para tirar de la cuerda, ten cuidado pues puede dejarte sorda- dijo mientras volvía a abrazarse a su pareja.

Son muy tierna pareja.

Seguimos hablando durante bastante tiempo hasta que los ví tocar la campana y luego... ¿D-Debo besarle?

Me avergoncé un poco para luego levantarle, que bueno, esta despierto.

-Tócala- dije tratando de verme lo más tranquila posible, puse mi mano sobre la suya.

¡Diablos! Estoy nerviosa.

Rápido tiré de su mano para tocar la campana, suena bellísima. Sentí como eso me relajó para seguir caminando y ponerlo en mi espalda.

Volviendo a sentir su calor.

Caminé entre los puestos con él, es increíble, todas las personas con sonrisas enormes a pesar de sus heridas, gente riendo y jugando.

Miré varios carteles, ¿que es eso?

¿Chaman?

¡LA CHAMAN!

Fui al recordar lo que tenía que hacer.

Al entrar pude notar la decoración extravagante.

-Solo una persona a la vez- dijo alguien entre las sombras.

Pescando el Amor [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora