Don't Blame Me

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Como ya saben los personajes no me pertenecen sino a las CLAMP (DIOSAS) y las canciones son sacadas de la maravillosa cabeza de Taylor Swift, pero...

LA HISTORIA SI ES MÍA ASÍ QUE NO COPIAR. GRACIAS. ¡Disfruten!

(AU)

Adoro tanto esta canción, espero que se atrevan a escucharla porque sé que les va a gustar jajja. Creo que este es el capítulo con más drama hasta ahora y los que siguen son peores así que colóquense sus cinturones. ¡Nos leemos abajo!

Capítulo 12: Don't Blame Me

—¡Oh por Dios! No puedo creer que hicieras algo así— Sakura está completamente inserta en nuestra conversación, recargada en la pared detrás del centro comercial, ese lugar que con el tiempo se ha transformado en nuestro pequeño escondite.

—En mi defensa, no fui yo a quien se le ocurrió robar esas botellas del despacho de mi padre — respondo frunciendo mis labios asquiento, Sakura ríe más fuerte y aplaude, el eco de su risa se esparce en la oscuridad del estacionamiento vacío. 

—¿Enserio? ¿Ahora le echarás la culpa al santo de Yamasaki?¿o quizás a tu buen amigo Hiraguizawa?

—¡Por supuesto que fue idea del idiota de Eriol! después nos fuimos a su casa, los tres teníamos quince y nos juntaríamos a embriagarnos por primera vez, no recuerdo mucho sobre lo que pasó esa noche —chasqueo mi lengua y me cruzo de brazos apenas recuerdo la horrible resaca del día siguiente—. Solo sé que fue un desastre y nos llegó el castigo de nuestras vidas, mi madre no me dirigió la palabra por dos semanas— cuando Sakura carcajea más fuerte alzo una ceja igual de entretenido—. Oh si, ríe todo lo que quieras cerecito, algún día te pasará también.

Mi castaña se desliza un poco más hacia mi y me empuja juguetona con su codo— ¿Quieres apostar? —me mira con su verde juguetón, su voz me trae una alerta seductora y trago pesado, es imposible mantenerme concentrado cuando me mira así. No recuerdo ver que ella le regalara esa faceta de sus joyas esmeraldas a nadie más o eso quiero creer.

—Depende de qué apostaríamos...—respondo de la misma manera, Sakura ríe con delicadeza y roba mi cigarrillo de mis dedos aprovechando mi despiste para darle una calada, eso me recordó a la primera vez que nos encontramos aquí... pareciera que fue hace tanto tiempo, pero en verdad solo ha pasado un mes. Me apresuro a quitárselo de sus finos dedos y ella hace un lindo puchero—. ¿Quién dijo que puedes fumar Kinomoto? 

—No te pases de listo lobito, que tu lo hagas hace tiempo no te hace mejor que yo, ya descubrí que detrás de ese aire de chico malo hay un pequeño cachorro de lobo que solo quiere atención— ¿Yo? ¿Un cachorro de lobo? Argh... creo que se está juntando demasiado con los chicos,  intenta tomarlo otra vez, pero como yo soy más alto levanto mi brazo para que no lo alcance, rio entre dientes y Sakura gruñe molesta—. ¡Shaoran Li!

Bajó mi rostro y aprovecho de acariciar su nariz con la mía, casi como si fuera un truco de magia, su frente se relaja y sus mejillas se sonrojan— Mhh...  Yo solo veo a una linda cerecita que quiere la atención del lobo —aguanto una risa cuando parece que su rostro está hirviendo de la vergüenza, aprovecho su despiste para botar el cigarrillo al suelo y pisarlo—. Eres mucho mejor que yo Sakura, en muchos sentidos. 

Escucho que solo carraspea su garganta, nerviosa por mi comentario, aun así no deja de mirarme, me gusta que ya no escape con sus ojos cada vez que estamos cerca. Su color me envuelve y me tranquiliza mejor que cualquier droga, cierro mis ojos por un momento, sin despegarnos del otro y disfruto de su cercanía un poco más al estrecharla a mi pecho.  Mis padres llegaron ayer y eso solo significa intranquilidad, prefiero estar lejos cuando ellos están en casa, así no escucho sus gritos sin sentido y sus molestos comentarios sobre mi. ¿Pueden creer que lo primero que mi padre me dijo apenas llegó no fue "cómo estás"? sino que estaría esperándome en su oficina, allí solo me dio una charla sobre todo lo que debo hacer desde ahora con la empresa y que tenía un plan para mi, pero que tendría que esperar para decírmelo, algo me dice que no me gustará por eso preferí no insistir en que me lo dijera. 

Amores Ilícitos: Todo comenzó un verano...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora