ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 1

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ᴍᴀʀᴛᴇꜱ, 24 ᴅᴇ ᴍᴀʀᴢᴏ

"Maldito Kuroo. Esta es la décimo tercera vez que tengo que ir a la librería por ti. Quiero una maldita indemnización por esto. Sí, eso le diré cuando vuelva a casa "

Las gigantescas puertas de la librería me dan la bienvenida y mi corazón comienza a latir con fuerza dentro de mi pecho. Es automático. Veo un libro o algo relacionado con ellos y rápidamente acude una imagen suya a mi cabeza, alterando mi cuerpo a su paso.

Reviso el mensaje en donde Kuroo me ha dejado el título del libro que tan urgentemente quiere leer. A medida que deslizo el dedo por la pantalla voy esquivando a la gente que pasea por la librería.

Esto me recuerda a cuando Kuroo me explicó acerca de los tres tipos de personas que hay en las librerías, o ¿eran dos tipos? Bueno, la cosa es que hay personas que caminan por las librerías con los libros en la mano meditando en sí los compraran o no, y luego hay personas que van directamente a por el libro que quieren y que evitan mirar otros para no cambiar de opinión.

Kuroo se ha vuelto un aficionado a la lectura desde que conoce a Tsukishima. Me pregunto si será cosa de ese extraño trato que tienen entre ellos.

Llego a la tercera planta y alzo la vista del móvil para poder ubicarme.

- Dijo que era de...- reviso el mensaje.- ¿erótica? ¿Novela erótica?

Entorno los ojos y ladeo la cabeza.

- Maldito Kuroo.- murmullo por lo bajo, apagando el móvil.

Camino por la planta buscando la sección de erótica. Una vez delante de ella me obligo a mí mismo a entrar. "Estoy aquí por Kuroo, no porque quiera leer novela erótica." pienso adentrándome en dicha zona.

Reviso las estanterías de arriba a abajo queriendo encontrar el libro lo más rápido posible. Me rindo después de revisar las estanterías dos veces y me asomo por el pasillo principal en busca de algún dependiente.

"Espera un momento. ¿No es aquí donde trabaja?" en mi mente se enciende una pequeña bombilla y abro los ojos en respuesta. "Agh, me había olvidado de eso. Estaba tan concentrado en el libro de Kuroo."

Me quedo en blanco cuando mis ojos encuentran a la persona que provoca que mi corazón se acelere y que pierda la noción del tiempo. Me acerco hipnotizado por su presencia, como sí fuera una abeja dirigiéndome hacia la miel.

Tardo menos de un minuto en estar delante suya. Sus ojos se giran en mi dirección y me muestra una brillante sonrisa que me hace temblar. Reacciono cuando observo como sus labios se mueven y ladea un poco la cabeza.

- ¿Qué? Perdón, no te he escuchado.- digo desviando la mirada de sus ojos.

Escucho una pequeña risa salir de su garganta y mis mejillas reaccionan rápidamente.

- Le estaba dando las buenas tardes, Bokuto san.- repite con la voz aterciopelada.

- B-buenas tardes a ti también, Natsuki.

Escucho como vuelve a soltar una pequeña risa. Mi rostro debe ser una clara evidencia de que me gusta, pero no parece importarle mucho ya que siempre me trata como a otro cliente normal.

- ¿Buscaba algún libro, Bokuto san?- pregunta ella sacándome de mis pensamientos.

- Sí, Kuroo me ha vuelto a engañar para que le compre los libros y aquí estoy.- explico frunciendo levemente el ceño como muestra de mi disgusto con mi amigo.

- ¿Su amigo Kuroo? Creo que me ha hablado alguna vez de él.- comenta ella. Da un paso hacia delante para que una mujer pueda pasar y vuelve la mirada a mi.- ¿Qué libro es?

El amor es cosa de dos (Bokuaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora