ᴠɪᴇʀɴᴇꜱ, 27 ᴅᴇ ᴍᴀʀᴢᴏ
Me cambio de camisa tres veces en menos de diez minutos. La camisa de cuadrados negros y blancos combina con el pantalón, pero no quiero que me confunda con un tablón de ajedrez cuando me vea, ni con una zebra. Mi segunda opción es la camisa roja con flores dibujadas en un tono rojo oscuro que me ha dejado Kuroo. No me disgusta, es solo que no estoy acostumbrado a tanto rojo. La tiro sobre la cama de nuevo y miro la última camisa totalmente blanca.
- Que complicado es esto.- alzo los hombros en señal de rendición y me enfundo en la camisa.- Me voy a poner esta y ya.
Cuando Kuroo abre la puerta de la habitación para avisarme de que el desayuno está en la mesa, se escucha un ruido de tela rasgándose que nos alarma a los dos. Miro a mi bro pidiéndole silenciosamente que compruebe la camisa por la espalda.
Kuroo camina hasta mi espalda y no dice nada por unos segundos, lo que me inquieta. No me atrevo a sacarme la camisa por miedo a volver a escuchar el ruido.
- Bro, ¿informe de los daños?- pregunto con seriedad.
- Graves, bro.
- ¿Cómo de graves? ¿pelota de voleibol nueva o pantalla de móvil rota?
- Pantalla de móvil. Lo siento, bro. Ha sido una buena camisa.- posa una mano en mi hombro y agacho la cabeza rendido.
Dejo caer los brazos. El único botón que tenía atado, a la altura del pecho, estalla y sale disparado a cualquier parte de la habitación. La camisa deja de asfixiarme y suelto un suspiro largo.
- Era mi camisa preferida.- confieso melancólico.- Habíamos compartido tantas cosas juntos.
- Los buenos mueren primero. No te preocupes bro, ahora está en una mejor vida.- intenta consolarme.
Me doy la vuelta con una mirada decaída y frunciendo los labios levemente. No sé que impresión debo dar con la camisa rota en la espalda y sin un botón, pero no le doy mucha importancia. Tengo otros problemas que resolver primero.
- ¿Y ahora que camisa me pongo? Esto de la moda es muy complicado.
- Ponte la camisa que te di.- me responde posando las manos a cada lado de su cadera.- Te aseguro que caerá rendida a tus pies cuando te vea.
Le dedico una mirada de duda y él me devuelve una de molestia.
- Oye, así fue como conquisté a Tsukishima. El sexo está incluido si te pones esa camisa.- explica.
- Por eso mismo bro. No voy a enamorar a un chico y ¿cómo eso del sexo? Solo vamos a tomar café.
Kuroo suelta un suspiro. Alza una mano para remover el flequillo que le cubre media cara y niega con la cabeza. Tiene pinta de que intenta contener las ganas de pegarme.
- No sabes leer entre líneas, búho idiota.- frunzo el ceño en respuesta y él lo toma como una invitación para explicarse.- Cuando invitas a alguien a un café eso quiere decir que quiere hacerlo contigo. Obviamente Nanaki quiere hacerlo contigo, bro.
- Natsuki.
- Bueno, eso, Natsuki.- apoya ambas manos en mis hombros y me mira sonriente.- Hoy vas a necesitar el doble de tostadas y galletas, bro.
Medito sus palabras unos segundos agachando la cabeza con la mano en el mentón.
- Pero bro, hay algo que no entiendo.
- ¿Qué cosa?
- Pues que no vamos a tomar café porque a ella no le gusta. ¿Eso también se lee entre líneas?
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El amor es cosa de dos (Bokuaka)
FanfictionBokuto es obligado por Kuroo a ir a la librería para que le compre una novela erótica que le ha recomendado Tsukishima. Tras buscar por su cuenta, se acuerda de que allí trabaja la chica que le gusta, quien le ayuda a buscar dicho título. Con el tie...