El amor es cosa de dos (Bokuaka)

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 19

ꜱᴀʙᴀᴅᴏ, 30 ᴅᴇ ᴍᴀʏᴏ 

ᴀᴋᴀᴀꜱʜɪ

Apago el ordenador junto a un suspiro largo. He estado adelantando algo de trabajo para la semana que viene. A pesar de tener presente mi renuncia en la empresa, sigo trabajando como lo hacía hasta ahora, pero sin tanto estrés diario.

He notado una gran mejoría desde que acudo al psicólogo que me ha recomendado Kei. Primero porque he empezado a comprender que no todo debe recaer sobre mí. Me martirizaba por las fechas de las entregas de los proyectos, lo que causaba que me encargase no solo de mi parte del trabajo, sino que me acababa inmiscuyendo en el trabajo de otros compañeros para hacerlo por ellos.

Aprovecharon mi necesidad por tenerlo todo controlado y hecho de mi mano, que lo dejaban su parte hasta el último momento para que acudiera en su ayuda.

Ahora soy consciente de que puedo negarme a hacer su trabajo, porque no es mi responsabilidad. No tengo que sentirme culpable por ello.

Me dejo caer en el sofá y me tomo un segundo para pensar.

Ayer, mientras que estaba doblando la ropa en la lavandería, recordé que no le había preguntado a Bokuto por sus gustos culinarios, ni si tenía alguna alergia o intolerancia. Estoy tan acostumbrado a preparar comida para quienes conozco, como a Kei cuando decide depender de la comida prefabricada por vagancia, que no caí en la cuenta de que no sabía ciertas cosas de Bokuto.

Así que llevo pensando desde entonces que hacer para el picnic. Las recetas de los blogs son de ayuda, pero la pregunta de sí podrá comerlo o no sigue rodando en mi cabeza.

- Seguramente tiene una dieta especializada para su condición física por hacer deporte a nivel profesional.- murmullo alejando las gafas para frotar los ojos con el dorso de las manos.

Kei tiene una dieta, la cual se salta de vez en cuando, para mantener su condición física. Sin embargo, Kei no se parece ni un poco a Bokuto en cuanto a físico se refiere.

- Podría hacer algo rico en proteínas. Para ganar musculatura y mantener el ritmo de ejercicio, no sería una mala idea.

Le dedico un segundo más a pensarlo y cuando tengo claro que voy a preparar, me levanto del sofá dirección a la cocina. Reviso el reloj junto al televisor; 11:54 de la mañana.

- Si empiezo ahora me dará tiempo.

Saco el teléfono del bolsillo del pantalón, accedo a Spotify, lo conecto a la televisión para que sirva de amplificador y selecciono una de las play list que más disfruto. En cuestión de segundos, los acordes de la primera canción causa que me relaje.

Tomo de la nevera huevos, lechuga, zanahorias y tomates para le ensalada, antes de agacharme para sacar del congelador la carne. Lo dejo todo encima de la mesa y vuelvo a agacharme en busca de los utensilios y cacerolas necesarias.

Voy a preparar mini hamburguesas, nuggets de pollo fritos, ensalada y tortilla. No es una comida de mucha elaboración, por lo que me dará tiempo a terminar y llegar a la hora acordada.

. . .

Guardo los bentos en la bolsa con sumo cuidado, procurando que quede uno encima de otro para que no se muevan. A continuación guardo en los laterales un par de servilletas y dos termos de té verde fríos.

"Ya está todo preparado, por lo que solo queda que me cambie de ropa." pienso. "Pero antes una ducha rápida."