El Principe y El Dragón

CAPITULO 17

Al regresar al hostal Tony se quedó completamente dormido mientras que Steve se quedó observando lo por un rato, notando que el castaño se veía mucho más relajado cuando dormía, pero esa expresión fue cambiando poco a poco haciéndose presente una mueca de dolor y desesperación, lo que le dio a entender al rubio que este estaba teniendo una pesadilla, Steve se acercó con mucho sigilo para posar su mano en la frente de esta para transmitirle tranquilidad, Por suerte función y cuando estaba por retirarse la mano del castaño se lo impidió ya que este le tomo de la muñeca impidiendo que se alejara.

———Yo... yo ...——— Steve trato de decir algo, pero las palabras no salían de su boca.

———Quédate conmigo——— pidió el castaño medio dormido, Steve se quedó estático sin saber cómo reaccionar ya que sabía que Tony estaba dormido y a lo mejor lo había dicho sin querer ———Quédate conmigo——— volvió a pedir y estaba dando leves tirones de la mano del rubio.

Steve trago grueso y con movimientos lentos se acostó junto al castaño, al principio estaban un poco separados, pero eso no duró mucho tiempo ya que Tony lo empujó un poco para el rubio quedará más cerca de él y esté pudiera posar su cabeza sobre el su pecho, Steve pudo sentir como su rostro comenzaba a arder de la vergüenza y agradecida que estuviera oscuro. Una vez Tony sintió el calor que emanaba del rubio se sintió más tranquilo y cerró sus ojos para entregarse a los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente Tony se despertó sintiendo un peso extra, abrió sus ojos con mucha pereza para unos cabellos rubios, al principio se asusto hasta que unos flashbacks sobre lo que pasó anoche lo calmo, no pudo evitar sonreír ni mucho menos abrazar al rubio y volver a acomodarse para seguir durmiendo.

———¿Tony? ¿Steve?——— llamo una voz femenina del reo lado de la puerta mientras daba uno que otro golpe ———¿Están despiertos? ——— pregunto aún llamado a la puerta, pero nadie respondió.

———Aun siguen dormidos——— confirmo el arquero al ver que nadie respondía al llamado.

———Sera mejor que solo nosotros vayamos a comprar la comida, además últimamente Tony no ha dormido bien y ni mencionar Steve——— dijo el castaño alto. Nat asintió y junto a Clint y Bucky se marcharon al mercado para comprar algo de comer.

Cuando Steve se digno a abrir sus ojos se percató de la posición en la que estaba y se sonrojo al instante, este estaba dándole la espalda a Tony mientras que este estaba abrazándolo por debajo de sus brazos, ordenado su cadera y tenía su rostro muy cerca de su cuello, tanto que podía sentir la respiración del castaño, Steve trato de liberarse, pero Tony lo pego aún más a cuerpo chocando con la piel desnuda del torso del castaño lo que hizo que el rubio se alarmara ya que ni sabía en qué momento este se había quitado la camisa, Steve suspiro en pesadez y volvió a intentar liberarse, era tonto ya que el con un simple movimiento podría deshacerse del castaño, pero Steve ni quería dañarlo y mucho menos despertarlo, pero su intento volvió a fracasar quedando aún más pecado a Tony esta vez sintiendo algo duro muy cerca de su muslo, Steve se quedó paralizado por uno segundos tratando de lo moverse, pero sobre salto al sentir como el castaño restregaba su rostro en su cuello, Steve se mordió el labio reprimiendo un gemido que quería salir.

Tony quien fingía estar dormido para mantener al rubio junto a el en la cama, no puedo evitar excitarse y mucho menos restregar su rostro en el cuello de este para poder inhalar su aroma, deleitándose con este ya que olía exactamente a lo mismo que los diarios de su ancestro, a hierba buena, no sabía porque el rubio emanaba ese aroma, pero no le molestaba en lo absoluto solo era simple curiosidad. Steve trato nuevamente se liberarse, pero Tony afirmó el agarre ocasionado que el rubio se pegará más al castaño.